05-13-2007, 06:10 PM
Estaba escuchando música y me acordé que teníamos este tema abierto. Joaquín Díaz hizo un CD con música medieval y textos adaptados del Cantar del Mío Cid. Para ver cómo suena se puede ir aquí: http://www.funjdiaz.net/cds/cdpn140.cfm, hay algunos fragmentos.
También están las letras, ahí van un par;
RODRIGO VENGA A SU PADRE
Pensativo está Rodrigo
viéndose de pocos años
para vengar a su padre
matando al conde Lozano.
Todo le parece poco
respecto de aquel agravio,
el primero que se ha hecho
a la sangre de Laín Calvo.
Al cielo pide justicia,
a la tierra pide campo,
al viejo padre licencia,
y a la honra esfuerzo y brazo.
Descolgó una espada antigua
de Mudarra el castellano,
que estaba vieja y mohosa
y así le dice turbado:
-Haz cuenta, valiente espada,
que es de Mudarra mi brazo,
y que su brazo te tiene,
porque suyo es el agravio.
Tan fuerte como tu acero
me verás en campo armado;
tan bueno como el primero
segundo dueño has cobrado;
Vamos al campo, que es hora
de dar al conde Lozano
el castigo que merece
tan infame lengua y mano.-
______________________________
TESTAMENTO DEL CID
En Valencia estaba el Cid
doliente del mal postrero,
que agravios en pechos nobles
pueden mucho más que el tiempo.
A su cabecera tiene
religiosos y hombres buenos,
y en torno de su persona
sus amigos y sus deudos.
-Bien sé, mis buenos amigos,
que en tan duro apartamiento
no hay causa para alegraros,
y hay mucha para doleros;
pero mostrad mi enseñanza
contra los adversos tiempos,
que vencer a la fortuna
es más que vencer mil reinos.
Mortal me parió mi madre,
y pues pude morir luego,
lo que el cielo dio de gracia,
no lo pidáis de derecho.
No siento el verme morir,
que si esta vida es destierro,
los que a la muerte guiamos
a nuestra patria volvemos.
Tan sólo llevo en el alma
que en poder de un rey os dejo
en quien os podrá empecer
ser míos, o ser ya vuestros.
Que trate bien mis soldados
pues le defienden sus reinos,
y crea a piernas quebradas
más que a sabios consejeros.
Que traiga siempre en balanza
el castigo con el premio,
que la lealtad de vasallos
virtud pone, y pone miedo.
Que estime un noble leal
más que muchos halagüeños,
que de muchos hombres malos
no puede hacer uno bueno.
No muero en tierras ajenas,
en mis propias tierras muero,
cuanto más que, siendo tierra,
es propia heredad del muerto.
También están las letras, ahí van un par;
RODRIGO VENGA A SU PADRE
Pensativo está Rodrigo
viéndose de pocos años
para vengar a su padre
matando al conde Lozano.
Todo le parece poco
respecto de aquel agravio,
el primero que se ha hecho
a la sangre de Laín Calvo.
Al cielo pide justicia,
a la tierra pide campo,
al viejo padre licencia,
y a la honra esfuerzo y brazo.
Descolgó una espada antigua
de Mudarra el castellano,
que estaba vieja y mohosa
y así le dice turbado:
-Haz cuenta, valiente espada,
que es de Mudarra mi brazo,
y que su brazo te tiene,
porque suyo es el agravio.
Tan fuerte como tu acero
me verás en campo armado;
tan bueno como el primero
segundo dueño has cobrado;
Vamos al campo, que es hora
de dar al conde Lozano
el castigo que merece
tan infame lengua y mano.-
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TESTAMENTO DEL CID
En Valencia estaba el Cid
doliente del mal postrero,
que agravios en pechos nobles
pueden mucho más que el tiempo.
A su cabecera tiene
religiosos y hombres buenos,
y en torno de su persona
sus amigos y sus deudos.
-Bien sé, mis buenos amigos,
que en tan duro apartamiento
no hay causa para alegraros,
y hay mucha para doleros;
pero mostrad mi enseñanza
contra los adversos tiempos,
que vencer a la fortuna
es más que vencer mil reinos.
Mortal me parió mi madre,
y pues pude morir luego,
lo que el cielo dio de gracia,
no lo pidáis de derecho.
No siento el verme morir,
que si esta vida es destierro,
los que a la muerte guiamos
a nuestra patria volvemos.
Tan sólo llevo en el alma
que en poder de un rey os dejo
en quien os podrá empecer
ser míos, o ser ya vuestros.
Que trate bien mis soldados
pues le defienden sus reinos,
y crea a piernas quebradas
más que a sabios consejeros.
Que traiga siempre en balanza
el castigo con el premio,
que la lealtad de vasallos
virtud pone, y pone miedo.
Que estime un noble leal
más que muchos halagüeños,
que de muchos hombres malos
no puede hacer uno bueno.
No muero en tierras ajenas,
en mis propias tierras muero,
cuanto más que, siendo tierra,
es propia heredad del muerto.
El manzano nunca pregunta al haya cómo ha de crecer; ni el león al caballo cómo ha de atrapar su presa. (W. Blake)

