08-23-2006, 08:43 PM
... Algunos compañeros caen en batalla, otros se transforman en una amenaza, otros revelan que son el enemigo cuando nadie sospechaba de ellos.
Algunas personas adoptan como satélite a alguien menor sobre el que volcar sus expectativas de futuro; las mismas personas que en los juegos de la infancia toman los papeles protagonistas y te exigen que adoptes el rol de auxiliar. Personas que no siempre logran adaptarse cuando el futuro real llega con el peso del presente, y sus sueños-fantasía se ven truncados.
El tiempo pasa para todos, y en consecuencia los cachorros y los niños crecen, abandonan el cubil, y aprenden a cazar para mantenerse a sí mismos y a las familias que crean. Entonces no puedes embaucarlos con tus cuentos, o tratarlos como juguetes. Entonces no puedes ir a abrumarles con tu lista de experiencias en la vida o problemas, porque ya las tienen propias. Entonces no puedes tratar de mantenerlos bajo tus zarpas para sentirte más alto.
No sé si es más difícil aceptar que has cometido un mismo error por tanto tiempo, o soportar que la imagen de las personas admiradas se venga abajo, una y otra vez. Como si el destino se hubiera dedicado a hacer una lista con tus referentes y los fuera tachando uno tras otro hasta dejarte solo en cada hoja de una libreta sin fin.
Sentirse engañado es lo de menos, tras muchas repeticiones te haces a la idea que es un riesgo que corres en las relaciones humanas, llega un momento en que el dolor del engaño, de la traición, es sólo un golpe seco, que corrige tu rumbo al andar para que no te desvíes del camino.
Llega un momento en el que la preocupación es aprender a orientarte hacia la verdad, trabajar por mantenerla en tu vida, y saludarla cada vez que ves tu imagen reflejada en un espejo, o en los ojos de otra persona.
Dejamos atrás un montón de caídos en la larga noche, pero lo importante son las dudas e inseguridades acerca de nosotros que también dejamos atrás, y la conciencia que ganamos y nos acompañará en adelante; pues nuestra historia debe continuar ahora.
[span style=\\\'color:red\\\']El texto completo está en defensa psi II[/span]
Algunas personas adoptan como satélite a alguien menor sobre el que volcar sus expectativas de futuro; las mismas personas que en los juegos de la infancia toman los papeles protagonistas y te exigen que adoptes el rol de auxiliar. Personas que no siempre logran adaptarse cuando el futuro real llega con el peso del presente, y sus sueños-fantasía se ven truncados.
El tiempo pasa para todos, y en consecuencia los cachorros y los niños crecen, abandonan el cubil, y aprenden a cazar para mantenerse a sí mismos y a las familias que crean. Entonces no puedes embaucarlos con tus cuentos, o tratarlos como juguetes. Entonces no puedes ir a abrumarles con tu lista de experiencias en la vida o problemas, porque ya las tienen propias. Entonces no puedes tratar de mantenerlos bajo tus zarpas para sentirte más alto.
No sé si es más difícil aceptar que has cometido un mismo error por tanto tiempo, o soportar que la imagen de las personas admiradas se venga abajo, una y otra vez. Como si el destino se hubiera dedicado a hacer una lista con tus referentes y los fuera tachando uno tras otro hasta dejarte solo en cada hoja de una libreta sin fin.
Sentirse engañado es lo de menos, tras muchas repeticiones te haces a la idea que es un riesgo que corres en las relaciones humanas, llega un momento en que el dolor del engaño, de la traición, es sólo un golpe seco, que corrige tu rumbo al andar para que no te desvíes del camino.
Llega un momento en el que la preocupación es aprender a orientarte hacia la verdad, trabajar por mantenerla en tu vida, y saludarla cada vez que ves tu imagen reflejada en un espejo, o en los ojos de otra persona.
Dejamos atrás un montón de caídos en la larga noche, pero lo importante son las dudas e inseguridades acerca de nosotros que también dejamos atrás, y la conciencia que ganamos y nos acompañará en adelante; pues nuestra historia debe continuar ahora.
[span style=\\\'color:red\\\']El texto completo está en defensa psi II[/span]
El manzano nunca pregunta al haya cómo ha de crecer; ni el león al caballo cómo ha de atrapar su presa. (W. Blake)

