01-25-2009, 01:09 PM 
		
	
	
		 Mensaje 1 de 5 en la discusión 
De: Alias de MSN_Lapislázuli_ (Mensaje original) Enviado: 19/11/2004 12:41
October 21, 2004 15:36:41
 
De: uzza
    
Concepciones cosmogsnicas en la antigua Mesopotamia
 
               
Mesopotamia
El drenaje de las marismas situadas entre los rmos Tigris y
Ezfrates, permitis el cultivo sistematico de cereales y legumbres,
el crecimiento demografico, la proliferacisn de ciudades y el
mantenimiento de individuos dedicados a tareas no productivas tales
como la plasmacisn en tablillas de las creencias de sus
contemporaneos, algunas de ellas expresadas en poemas de gran
belleza lmrica.
Mesopotamia se convirtis en una floreciente regisn, tanto desde
el punto de vista econsmico, como desde el punto de vista cultural.
Cuna de nuestra civilizacisn, atrajo a multitud de gentes a sus
tierras. Y fue en estas tierras donde sumerios, acadios y babilonios
se asentaron y desarrollaron sus esplindidas culturas. Las
creencias, las practicas rituales y las divinidades de estos tres
pueblos parecen estar vinculadas entre sm y remitirnos a una misma
visisn cosmogsnica, o por lo menos una concepcisn del mundo similar.
El desciframiento de las escrituras sumeria y acadia, y los
mitodos de datacisn de las tablillas encontradas, han permitido una
reconstruccisn bastante aproximada del universo mitolsgico
mesopotamico y de su evolucisn a lo largo de los milenios tercero y
segundo a.C.
En las primeras tablillas el dios principal era Anu,
responsable del destino y de mantener en su sitio al +cielo; (en
sumerio, +an
, entendiendo como tal tanto la bsveda azulada que
domina el dma como el negro manto tachonado de estrellas que define
la noche.
Por debajo del cielo, y jerarquicamente en un segundo plano, se
situaba Enlil, la personificacisn de la tierra, pero tambiin de la
tormenta, de la violencia descontrolada que rasga la noche con su
rayo, que ensordece con su trueno y que con sus vientos huracanados
arrasa cuanto halla a su paso.
El tercero en importancia era Enki (en acadio, Ea), el agua que
fertiliza la tierra.
Los astros mas conspicuos tambiin disponman de un lugar en el
pantesn mesopotamico.
De entre ellos destacaba, evidentemente, el Sol, Utu para los
sumerios y Samas para los acadios, que ademas personificaba la
justicia.
La Luna era llamada Nanna por los sumerios y Sin por los
acadios.
Tambiin tenman identificado al planeta Venus, que los sumerios
llamaban Inanna y los acadios Istar.
Dumuzi era el dios mortal de la vegetacisn, que era ritualmente
enterrado en la ipoca de la siembra, en otoqo, para volver a
resucitar en la siguiente primavera.
Personificadas las fuerzas elementales de la naturaleza, el
siguiente paso consistma en integrarlos en un todo coherente, en un
mito o +teorma; que los relacionara y permitiera explicar el devenir
de los fensmenos naturales.
Uno de los primeros pasos en esa direccisn viene representado
por el ritual de apareamiento primaveral entre Dumuzi, la
vegetacisn, personificado en el rey o seqor principal de la ciudad,
e Inana o Istar, encarnada en la gran sacerdotisa del culto a esa
diosa. Dichas nupcias ejercman el papel de catalizador de la
gigantesca reaccisn cssmica que permitma la renovacisn estacional de
la fertilidad de los campos y del mantenimiento de la vida de los
humanos que los poblaban.
Los poemas cosmogsnicos mesopotamicos
El Poema de Atrahasis
La relacisn entre las fuerzas de la naturaleza fue ganando en
complejidad, hasta cristalizar literariamente en el poema acadio
Atrahasis, escrito a principios del segundo milenio a.C. El poema
comienza evocando el inicio de los tiempos, cuando los dioses
menores, bajo la direccisn del violento Enlil, tenman que excavar
los canales, levantar los diques, reparar ambos y labrar la tierra.
Cansados del arduo trabajo de drenar las marismas, represar las
aguas y arar los campos con el fin de cultivar lo necesario para
alimentarse a sm mismos y a los dioses mayores, quemaron sus picos y
palas, renunciaron a trabajar y amenazaron a Enlil, el capataz.
Los tres maximos dioses, Anu, Enlil y Ea, es decir, el cielo,
la tierra y las aguas, se reunieron con urgencia para tratar no sslo
de resolver el conflicto, sino de sentar las bases para que no
volviera a presentarse.
Ea, el mas astuto de ellos, propuso la ingeniosa solucisn de
crear unos seres, los humanos, que trabajaran en lugar de los dioses
y para ellos, entregandoles parte del alimento que produjeran.
Esos nuevos seres habrman de ser formados a partir de arcilla
mezclada con la sangre de uno de los dioses menores, el que habma
encabezado la rebelisn.
A partir de la masa original de arcilla y sangre se crearon
siete hombres y siete mujeres, que fueron el inicio del linaje de
los humanos.
A partir de entonces los dioses no tuvieron que trabajar mas,
limitandose a vivir de las ofrendas de los humanos.
Sin embargo, tanto trabajaban estos, tanto alimento producman,
que se multiplicaron con rapidez, y doce siglos despuis de su
creacisn eran ya tan numerosos que el ruido que hacman resultaba
insoportable a los dioses.
El violento Enlil, irritado, reunis a los grandes dioses y con
su consentimiento envis una epidemia que causs estragos entre los
humanos, amenazando acabar con ellos.
El sagaz Ea, preocupado por la suerte de sus criaturas, les
hizo saber que debman dirigir sus plegarias al dios de la muerte,
Namtar, que finalmente se apiads de ellos y acabs con la plaga.
Los supervivientes volvieron a multiplicarse y, transcurridos
otros mil doscientos aqos, importunaron con sus gritos a Enlil, que
de nuevo les castigs, secando todas las fuentes.
Aconsejados por Ea, su protector, los humanos dirigieron sus
plegarias al dios de la lluvia torrencial, Adad, que llegs a tiempo
para salvar a algunos familicos representantes del ginero humano.
Por tercera vez volvieron los humanos a molestar a los dioses,
y ahora Enlil decidis usar al mismo Adad para provocar un diluvio de
tal magnitud que ahogara definitivamente a los humanos.
Esta vez Ea sslo pudo salvar a una familia, la de Atrahasis
(quien da nombre al poema), el mas sabio y bondadoso de los humanos.
Aconsejado a tiempo de la conspiracisn de los otros dioses,
Atrahasis construys un barco e introdujo en il a su familia (en el
sentido extenso: mujer, hijos y parientes prsximos), y con ellos
diferentes parejas de animales, tanto domisticos como salvajes.
Mientras en las anteriores ocasiones los dioses habman seguido
recibiendo alimento de quienes no enfermaban ni enflaquecman en
exceso, ahora pasaron hambre, ya que sslo sobrevivman los pasajeros
de la barca, incapaces de cultivar la tierra.
Ante la perspectiva de tener que volver a trabajar se
replantearon la magnitud de sus castigos y llegaron a un punto de
equilibrio, en el que aceptarman la existencia de humanos, pero
limitando su nzmero mediante las siguientes disposiciones: crearon
un demonio cuya misisn serma la de incrementar la mortalidad
infantil tras los partos, parte de las mujeres serma estiril y otra
fraccisn de las mismas renunciarma a tener hijos, asumiendo la
virginidad como un valor reconocido socialmente con el cargo de
sacerdotisas de determinadas diosas.
De esa forma, la mortalidad neonatal (y en su caso el
infanticidio), la esterilidad y la virginidad eran no sslo
reconocidas como mecanismos de control demografico, sino que,
situadas en la esfera de las decisiones divinas, permitman
transferir a estos la responsabilidad de aquellas acciones y
fensmenos.
El Enuma Elis
A mediados del segundo milenio a.C. se habman producido
variaciones sustanciales en la situacisn polmtica de la zona, regida
ahora de manera indiscutible por Babilonia, cuyo dios Marduk, pass
evidentemente a tener un papel preponderante en la cosmogonma
mesopotamica.
	
	
De: Alias de MSN_Lapislázuli_ (Mensaje original) Enviado: 19/11/2004 12:41
October 21, 2004 15:36:41
De: uzza
Concepciones cosmogsnicas en la antigua Mesopotamia
Mesopotamia
El drenaje de las marismas situadas entre los rmos Tigris y
Ezfrates, permitis el cultivo sistematico de cereales y legumbres,
el crecimiento demografico, la proliferacisn de ciudades y el
mantenimiento de individuos dedicados a tareas no productivas tales
como la plasmacisn en tablillas de las creencias de sus
contemporaneos, algunas de ellas expresadas en poemas de gran
belleza lmrica.
Mesopotamia se convirtis en una floreciente regisn, tanto desde
el punto de vista econsmico, como desde el punto de vista cultural.
Cuna de nuestra civilizacisn, atrajo a multitud de gentes a sus
tierras. Y fue en estas tierras donde sumerios, acadios y babilonios
se asentaron y desarrollaron sus esplindidas culturas. Las
creencias, las practicas rituales y las divinidades de estos tres
pueblos parecen estar vinculadas entre sm y remitirnos a una misma
visisn cosmogsnica, o por lo menos una concepcisn del mundo similar.
El desciframiento de las escrituras sumeria y acadia, y los
mitodos de datacisn de las tablillas encontradas, han permitido una
reconstruccisn bastante aproximada del universo mitolsgico
mesopotamico y de su evolucisn a lo largo de los milenios tercero y
segundo a.C.
En las primeras tablillas el dios principal era Anu,
responsable del destino y de mantener en su sitio al +cielo; (en
sumerio, +an
, entendiendo como tal tanto la bsveda azulada quedomina el dma como el negro manto tachonado de estrellas que define
la noche.
Por debajo del cielo, y jerarquicamente en un segundo plano, se
situaba Enlil, la personificacisn de la tierra, pero tambiin de la
tormenta, de la violencia descontrolada que rasga la noche con su
rayo, que ensordece con su trueno y que con sus vientos huracanados
arrasa cuanto halla a su paso.
El tercero en importancia era Enki (en acadio, Ea), el agua que
fertiliza la tierra.
Los astros mas conspicuos tambiin disponman de un lugar en el
pantesn mesopotamico.
De entre ellos destacaba, evidentemente, el Sol, Utu para los
sumerios y Samas para los acadios, que ademas personificaba la
justicia.
La Luna era llamada Nanna por los sumerios y Sin por los
acadios.
Tambiin tenman identificado al planeta Venus, que los sumerios
llamaban Inanna y los acadios Istar.
Dumuzi era el dios mortal de la vegetacisn, que era ritualmente
enterrado en la ipoca de la siembra, en otoqo, para volver a
resucitar en la siguiente primavera.
Personificadas las fuerzas elementales de la naturaleza, el
siguiente paso consistma en integrarlos en un todo coherente, en un
mito o +teorma; que los relacionara y permitiera explicar el devenir
de los fensmenos naturales.
Uno de los primeros pasos en esa direccisn viene representado
por el ritual de apareamiento primaveral entre Dumuzi, la
vegetacisn, personificado en el rey o seqor principal de la ciudad,
e Inana o Istar, encarnada en la gran sacerdotisa del culto a esa
diosa. Dichas nupcias ejercman el papel de catalizador de la
gigantesca reaccisn cssmica que permitma la renovacisn estacional de
la fertilidad de los campos y del mantenimiento de la vida de los
humanos que los poblaban.
Los poemas cosmogsnicos mesopotamicos
El Poema de Atrahasis
La relacisn entre las fuerzas de la naturaleza fue ganando en
complejidad, hasta cristalizar literariamente en el poema acadio
Atrahasis, escrito a principios del segundo milenio a.C. El poema
comienza evocando el inicio de los tiempos, cuando los dioses
menores, bajo la direccisn del violento Enlil, tenman que excavar
los canales, levantar los diques, reparar ambos y labrar la tierra.
Cansados del arduo trabajo de drenar las marismas, represar las
aguas y arar los campos con el fin de cultivar lo necesario para
alimentarse a sm mismos y a los dioses mayores, quemaron sus picos y
palas, renunciaron a trabajar y amenazaron a Enlil, el capataz.
Los tres maximos dioses, Anu, Enlil y Ea, es decir, el cielo,
la tierra y las aguas, se reunieron con urgencia para tratar no sslo
de resolver el conflicto, sino de sentar las bases para que no
volviera a presentarse.
Ea, el mas astuto de ellos, propuso la ingeniosa solucisn de
crear unos seres, los humanos, que trabajaran en lugar de los dioses
y para ellos, entregandoles parte del alimento que produjeran.
Esos nuevos seres habrman de ser formados a partir de arcilla
mezclada con la sangre de uno de los dioses menores, el que habma
encabezado la rebelisn.
A partir de la masa original de arcilla y sangre se crearon
siete hombres y siete mujeres, que fueron el inicio del linaje de
los humanos.
A partir de entonces los dioses no tuvieron que trabajar mas,
limitandose a vivir de las ofrendas de los humanos.
Sin embargo, tanto trabajaban estos, tanto alimento producman,
que se multiplicaron con rapidez, y doce siglos despuis de su
creacisn eran ya tan numerosos que el ruido que hacman resultaba
insoportable a los dioses.
El violento Enlil, irritado, reunis a los grandes dioses y con
su consentimiento envis una epidemia que causs estragos entre los
humanos, amenazando acabar con ellos.
El sagaz Ea, preocupado por la suerte de sus criaturas, les
hizo saber que debman dirigir sus plegarias al dios de la muerte,
Namtar, que finalmente se apiads de ellos y acabs con la plaga.
Los supervivientes volvieron a multiplicarse y, transcurridos
otros mil doscientos aqos, importunaron con sus gritos a Enlil, que
de nuevo les castigs, secando todas las fuentes.
Aconsejados por Ea, su protector, los humanos dirigieron sus
plegarias al dios de la lluvia torrencial, Adad, que llegs a tiempo
para salvar a algunos familicos representantes del ginero humano.
Por tercera vez volvieron los humanos a molestar a los dioses,
y ahora Enlil decidis usar al mismo Adad para provocar un diluvio de
tal magnitud que ahogara definitivamente a los humanos.
Esta vez Ea sslo pudo salvar a una familia, la de Atrahasis
(quien da nombre al poema), el mas sabio y bondadoso de los humanos.
Aconsejado a tiempo de la conspiracisn de los otros dioses,
Atrahasis construys un barco e introdujo en il a su familia (en el
sentido extenso: mujer, hijos y parientes prsximos), y con ellos
diferentes parejas de animales, tanto domisticos como salvajes.
Mientras en las anteriores ocasiones los dioses habman seguido
recibiendo alimento de quienes no enfermaban ni enflaquecman en
exceso, ahora pasaron hambre, ya que sslo sobrevivman los pasajeros
de la barca, incapaces de cultivar la tierra.
Ante la perspectiva de tener que volver a trabajar se
replantearon la magnitud de sus castigos y llegaron a un punto de
equilibrio, en el que aceptarman la existencia de humanos, pero
limitando su nzmero mediante las siguientes disposiciones: crearon
un demonio cuya misisn serma la de incrementar la mortalidad
infantil tras los partos, parte de las mujeres serma estiril y otra
fraccisn de las mismas renunciarma a tener hijos, asumiendo la
virginidad como un valor reconocido socialmente con el cargo de
sacerdotisas de determinadas diosas.
De esa forma, la mortalidad neonatal (y en su caso el
infanticidio), la esterilidad y la virginidad eran no sslo
reconocidas como mecanismos de control demografico, sino que,
situadas en la esfera de las decisiones divinas, permitman
transferir a estos la responsabilidad de aquellas acciones y
fensmenos.
El Enuma Elis
A mediados del segundo milenio a.C. se habman producido
variaciones sustanciales en la situacisn polmtica de la zona, regida
ahora de manera indiscutible por Babilonia, cuyo dios Marduk, pass
evidentemente a tener un papel preponderante en la cosmogonma
mesopotamica.
El usuario Arjuna es el resultado de mezclar usuarios temporales usados para respaldar foros. No corresponde a una persona individual sino a un esfuerzo conjunto de usuarios del foro Rojo Intenso.

     