01-25-2009, 12:57 PM 
		
	
	
		Mensaje 1 de 3 en la discusión 
De: Alias de MSN_Lapislázuli_ (Mensaje original) Enviado: 19/11/2004 11:02
October 27, 2004 20:27:50
 
De: uzza
 
Aloe Vera.
Desde hace cinco años que esta planta está causando furor entre los
que se acercan al mundo de las plantas medicinales, pero en realidad
no estamos haciendo otra cosa que redescubrir lo que los árabes ya
practicaban siglos atrás.
Siempre me fascinó el poder curativo de esta planta, y tras
estudiarla minuciosamente y teóricamente, decidí sembrarla en
grandes extensiones, aprovechando que no requiere riego
prácticamente. Investigué sobre esta planta en la isla de Ibiza
donde resido y supe cosas interesantes y populares. Aquí se la llama
"Atzavara vera", y era muy conocida y respetada por sus propiedades
benefactoras sobre la piel y el hígado, además de como purgante.
También se le daba a las gallinas con tal de curar epidemias como la
pigota y otras enfermedades infecciosas.
Estas mismas gentes me contaban que las embarazadas no pueden
usarla, ni tampoco las personas con hemorroides. No he comprobado
crema más sana para la cara y las manos que el gel o acíbar de esta
planta, utilizado tal cual sale de sus hojas. Aplicado sobre las
heridas, ayuda a desinfectar y cerrar la herida.
 
Nombres.
Latín: Aloe succotrina
Castellano: Zabira, zabila, zabida, zadiba, acíbar, pita zabila,
aloe vera.
Portugués: aloés, erva-babosa, babosa, azebre vegetal.
Catalán: áloe, séver, atzavara vegetal, atzavara vera.
Vasco: belarrmintza, lerdamin
Italiano: aloe.
Francés: aloés.
Inglés: aloe.
Alemán: aloe.
Familia: Liliáceas
Denominación farmacológica: Extracto: Aloes extractum. Tintura:
Aloes tinctura
 
Descripción:
Ãloe es un género de la subfamilia Asfodeloides de la Liliáceas, que
comprende más de 200 especies. Es originaria de Ãfrica Oriental y
Meridional. Alcanza entre 2 y 3 metros de altura, aunque raramente
hasta 6 metros. Las especies del género de los áloes son casi
siempre leñosas, pero con las hojas muy grandes y carnudas,
dispuestas en grandes rosetones y con una espina recia en su
extremo, armadas de otras espinas marginales más pequeñas. Las
flores son tubulosas, porque las seis piezas que forman la cubierta
floral se sueldan todas entre sí en un tubo generalmente recto o
encorvado algunas veces. Estas flores suelen tener color rojizo,
anaranjado o amarillento. Los estambres son también seis, con largos
filamentos que arrancan del fondo de la flor, debajo del pistilo. El
fruto es una cápsula de paredes inconsistentes.
 
Floración:
Según las especies, en primavera y verano; y aún en invierno en sus
respectivos países de origen. Los frutos son unas cápsulas de forma
triangular.
 
Recolección:
Las hojas, cuya savia se utiliza, son carnosas, miden unos 50 cm de
largo, 10 ó 20 cm de ancho y 5 cm de grueso. Si se las hace un corte
exudan un líquido acuoso de sabor muy amargo, acumulado en células
secretoras que rodean la región cribosa. Ya que la pared celular que
las separa es muy delgada, el jugo fluye con facilidad. Hay que
cortar las hojas de modo que la secreción pueda recogerse en un
recipiente. A continuación se condensa el líquido poniéndolo al
fuego o al baño María. Después de separar la espuma se le vierte en
otro recipiente en el que se solidificará. Así es como llega al
mercado y se elabora después en forma de preparados galénicos
(gotas, píldoras, supositorios, etc.). Es raro el empleo del áloe
puro.
 
Lugares donde se cultiva:
Se crían, en número de cerca 200 especies, en las laderas soleadas,
a menudo en lugares rocosos o pedregosos del Antiguo Mundo, en la
mayor parte de Ãfrica, en Madagascar y en algunos puntos de Asia.
Abundan, sobretodo, en la región del Cabo de Buena Esperanza. En las
provincias del litoral de nuestra Península crecen sin cultivo
diversas especies de este género, pero su cabal conocimiento
requiere a menudo la técnica especializada de un aloísta.
 
El acíbar:
En Medicina, se utiliza el jugo de su hojas cuajado en una masa
sólida de color muy oscuro y muy amarga, llamada acíbar.
Generalmente, se obtiene dejando fluir el licor que se escurre de
sus hojas cortadas transversalmente, por la cortadura de las cuales
rezuma colocadas sobre un recipiente a propósito. Este licor se deja
que se concentre y se vaya espesando al calor del sol o bien con
calor artificial, operaciones que se hacen en los respectivos países
de origen, principalmente en el Cabo.
Pero el más viejo y famoso acíbar era el de la isla Socotora, del
sur de Arabia, llamado acíbar socotrino y en latín aloe succotrina.
Cuenta Pío Font Quer que hallándose de guarnición en Tarragona con
su regimiento en donde el áloe que él llama vulgaris se cría en
abundancia, preparó el acíbar en casa de un amigo suyo, un tal Odón
Guiralt, que era perito farmacéutico.
La operación, dice, salió perfecta, tanto por la consistencia del
acíbar obtenido, como por su color, olor y sabor, y su uso produjo
los mismos efectos del que se usa en Medicina. Es por esto que el
áloe vulgar que se cría en la Península y Baleares es muy apto para
uso medicinal. Lo que no nos dice Pío Font Quer es que siglos antes
se obtuviese acíbar en la provincia de Málaga, de los extenso
zabilares que se criaban en ella, plantados por los moros.
 
1. Composición
La composición del acíbar varía según el áloe de que procede, la
época de recolección y el método para elaborarlo. Contiene del 6 al
10% de agua, y las mejores suertes de esta droga dejan alrededor del
2% de cenizas. Lo que más varía es la cantidad de resina, que oscila
entre el 40 y el 80%. Esta resina, que carece de importancia
farmacológica, es un éster del ácido paracumárico y un alcohol
resínico, el aloerresino tanol. Además el acíbar contiene el 20% de
aloínas, a las que se le atribuyó naturaleza de glucósidos.
 
2. Virtudes :
Por la emodina que dejan en libertad en el intestino, los acíbares
tienen virtudes purgantes, parecidas a las del sen, ruibardo,
frángula, etc., cuando las dosis administradas son lo suficiente
elevadas (por lo menos de 0,20 gr.). A dosis menores tienen
facultades estomacales y aperitivas. El áloe es un purgante vigoroso
de rápida acción que incide sobre el intestino grueso. Sólo en
preparados galénicos o juntamente con otras plantas medicinales es
componente de numerosos purgantes en forma de gotas, píldoras,
tabletas, grageas y supositorios. La tintura, el extracto y otros
preparados tienen cierta importancia como productos estimulantes de
la secreción biliar. El áloe es eficazmente empleado como purgante,
colagogo y aperitivo.
 
3. Uso en homeopatía:
Las diluciones a partir de la D4 se emplean en los estados de
debilidad de los órganos digestivos. Mejora las afecciones
intestinales que implican al hígado. La tintura se usa externamente
para las quemaduras (también las causadas por los rayos X) y heridas
mal cicatrizadas en forma de apósitos (diluida con agua en la
proporción 1:10).
 
4. Usos y contraindicaciones:
Se acostumbra a tomar en forma de píldora. En Medicina familiar,
cuando se puede pesar bien, se da un fragmento de acíbar, hasta de 1
gramo como dosis máxima para los adultos, envuelto en una oblea o
papelito de fumar. Tomándolo por la noche, antes de acostarse, el
efecto purgante se produce a la mañana siguiente. Determinando
congestiones abdominales, el acíbar no debe darse nunca a las
mujeres durante la menstruación y el embarazo, ni tampoco a cuantos
padecen hemorroides sanguinolentas. Tampoco se debe administrar a
los niños. El áloe puede irritar los riñones y causarles algunos
daños, si bien solamente cuando se administran dosis excesivas.
Empleado correctamente es mucho más tolerante de lo que harían
suponer las sustancias que contiene. El áloe tampoco se empleará
cuando existan tendencias a hemorragias en la región genital. Para
beneficiarse de sus cualidades tónicas y aperitivas, el acíbar
también forma parte de numerosas preparaciones farmacéuticas
actualmente bastante olvidadas, en las que entra en pequeña
cantidad. Por ejemplo la fórmula del licor estomacal de Raspail es
la siguiente:
 
Sumidades y raíz de
angélica....................................................30
gramos.
Cálamo
aromático...............................................................4"
Mirra.....................................................................2"
Canela en rama......................................................................2"
Acíbar de áloe....................................................................1"
Clavos de especia...................................................................1"
Vainilla..................................................................1 "
Nuez moscada...................................................................0,25"
Azafrán.................................................................0,25"
Todos estos ingredientes se echan en una botella y se dejan en
maceración con 1 l. de espíritu de vino durante 15 días. Luego se
filtra el alcohol, y se le añaden 500 gr. de azúcar previamente
disueltos en 0,5 l. de agua. Este licor tomado en una copita después
de las comidas, procura una buena digestión cuando el estómago se
muestra perezoso.
Historia:
El conocimiento de los áloes y del acíbar se remonta a una grande
antigüedad. A mediados del siglo XVI, según refieren Mattioli y
Laguna en los comentarios a dicho capítulo, la planta llamada áloe
era común en gran parte de Italia, y se hallaba a cada paso plantada
por los jardines y en los tiestos. En Andalucía existían grandes
plantaciones de áloes en tiempo de los árabes, entusiastas
propagadores del uso medicinal del acíbar
Etimología:
El nombre genérico aloe proviene del término árabe alloeh y de su
sinónimo hebreo hallal, que significa sustancia brillante y amarga.
La procedencia del otro nombre con el que se le conoce, sabila, y
sus variantes locales sabila, savila, zabila, zabida, zábira, y pita
zabila es atribuido a una deformación del vocablo árabe Ã?abila que
significa planta espinosa.
Descripción.
Las especies del género de los aloes son siempre leñosas, pero con
hojas típicas de las plantas suculentas, con forma de espada, duras,
gruesas, muy grandes y carnosas, dispuestas en grandes rosetones y
con una espina recia en sus extremos, armadas de otras espinas
marginales más pequeñas, las hojas pueden ser de color veteado de
verde y blanco como A. vulgaris o verde ceniza plateado. Las hojas
pueden cerrar completamente sus estomas (poros) para evitar la
pérdida de agua por evaporación durante los periodos estivales y son
capaces de reponer rápidamente la epidermis cuando se produce una
fractura o un corte en sus superficie. En la especies sin tallo, las
hojas se encuentran dispuestas en pisos sucesivos, en forma alterna
dos a dos , como en el caso del A. saponaria, var, variegata; tres a
tres como el A. barbadensis var. mitriformis, o en rosetas radiales
de cuatro o más hojas , alternando los ángulos de modo que todas
ellas puedan acceder a la luz solar, como en el caso de A. vulgaris.
En el caso de las especies con tronco o tallo, se ponen en rosetas
alternadas de 10 a 50 o 60 hojas, en los extremos libres de los
tallos. Echan uno o diversos bohordos axilares que rematan en
hermosos ramilletes.
Las flores son vistosas, tubulosas, sus corolas se componen de seis
pétalos, que forman la cubierta floral y se sueldan todas entre sí
en un tubo las más veces recto, y en otros casos algo encorvado y
bilabiado, en ocasiones
con un leve ensanchamiento en la parte de sujeción, donde se alojan
los organos sexuales de la flor. Las flores están dispuestas en
racimos que pueden ser verticales (espigas) o colgantes (umbellas o
sombrillas). Estas flores suelen tener un color rojizo, blanco,
rosa, anaranjado o amarillento. Los estambres son también seis, con
largos filamentos que arrancan del fondo de la flor, debajo del
pistilo.
El fruto es seco, con una cápsula de paredes dehiscentes ( lo que
quiere decir que las anteras de la flor y el pericarpo del fruto se
abren para dar salida, el primero al polen y el segundo a las
semillas). Las cápsulas son alargadas y las semillas son híbridas.
Además de por semillas, el aloe se propaga por: acodos (parte de la
planta se inclina sobre el suelo echando raíces propias); gajos
(trozos que se arraigan al caer); estolones (vástagos enteros que
brotan en la base del tallo y se extienden hacia afuera, echando
raíces, y dando lugar a plantas nuevas).
	
	
	
De: Alias de MSN_Lapislázuli_ (Mensaje original) Enviado: 19/11/2004 11:02
October 27, 2004 20:27:50
De: uzza
Aloe Vera.
Desde hace cinco años que esta planta está causando furor entre los
que se acercan al mundo de las plantas medicinales, pero en realidad
no estamos haciendo otra cosa que redescubrir lo que los árabes ya
practicaban siglos atrás.
Siempre me fascinó el poder curativo de esta planta, y tras
estudiarla minuciosamente y teóricamente, decidí sembrarla en
grandes extensiones, aprovechando que no requiere riego
prácticamente. Investigué sobre esta planta en la isla de Ibiza
donde resido y supe cosas interesantes y populares. Aquí se la llama
"Atzavara vera", y era muy conocida y respetada por sus propiedades
benefactoras sobre la piel y el hígado, además de como purgante.
También se le daba a las gallinas con tal de curar epidemias como la
pigota y otras enfermedades infecciosas.
Estas mismas gentes me contaban que las embarazadas no pueden
usarla, ni tampoco las personas con hemorroides. No he comprobado
crema más sana para la cara y las manos que el gel o acíbar de esta
planta, utilizado tal cual sale de sus hojas. Aplicado sobre las
heridas, ayuda a desinfectar y cerrar la herida.
Nombres.
Latín: Aloe succotrina
Castellano: Zabira, zabila, zabida, zadiba, acíbar, pita zabila,
aloe vera.
Portugués: aloés, erva-babosa, babosa, azebre vegetal.
Catalán: áloe, séver, atzavara vegetal, atzavara vera.
Vasco: belarrmintza, lerdamin
Italiano: aloe.
Francés: aloés.
Inglés: aloe.
Alemán: aloe.
Familia: Liliáceas
Denominación farmacológica: Extracto: Aloes extractum. Tintura:
Aloes tinctura
Descripción:
Ãloe es un género de la subfamilia Asfodeloides de la Liliáceas, que
comprende más de 200 especies. Es originaria de Ãfrica Oriental y
Meridional. Alcanza entre 2 y 3 metros de altura, aunque raramente
hasta 6 metros. Las especies del género de los áloes son casi
siempre leñosas, pero con las hojas muy grandes y carnudas,
dispuestas en grandes rosetones y con una espina recia en su
extremo, armadas de otras espinas marginales más pequeñas. Las
flores son tubulosas, porque las seis piezas que forman la cubierta
floral se sueldan todas entre sí en un tubo generalmente recto o
encorvado algunas veces. Estas flores suelen tener color rojizo,
anaranjado o amarillento. Los estambres son también seis, con largos
filamentos que arrancan del fondo de la flor, debajo del pistilo. El
fruto es una cápsula de paredes inconsistentes.
Floración:
Según las especies, en primavera y verano; y aún en invierno en sus
respectivos países de origen. Los frutos son unas cápsulas de forma
triangular.
Recolección:
Las hojas, cuya savia se utiliza, son carnosas, miden unos 50 cm de
largo, 10 ó 20 cm de ancho y 5 cm de grueso. Si se las hace un corte
exudan un líquido acuoso de sabor muy amargo, acumulado en células
secretoras que rodean la región cribosa. Ya que la pared celular que
las separa es muy delgada, el jugo fluye con facilidad. Hay que
cortar las hojas de modo que la secreción pueda recogerse en un
recipiente. A continuación se condensa el líquido poniéndolo al
fuego o al baño María. Después de separar la espuma se le vierte en
otro recipiente en el que se solidificará. Así es como llega al
mercado y se elabora después en forma de preparados galénicos
(gotas, píldoras, supositorios, etc.). Es raro el empleo del áloe
puro.
Lugares donde se cultiva:
Se crían, en número de cerca 200 especies, en las laderas soleadas,
a menudo en lugares rocosos o pedregosos del Antiguo Mundo, en la
mayor parte de Ãfrica, en Madagascar y en algunos puntos de Asia.
Abundan, sobretodo, en la región del Cabo de Buena Esperanza. En las
provincias del litoral de nuestra Península crecen sin cultivo
diversas especies de este género, pero su cabal conocimiento
requiere a menudo la técnica especializada de un aloísta.
El acíbar:
En Medicina, se utiliza el jugo de su hojas cuajado en una masa
sólida de color muy oscuro y muy amarga, llamada acíbar.
Generalmente, se obtiene dejando fluir el licor que se escurre de
sus hojas cortadas transversalmente, por la cortadura de las cuales
rezuma colocadas sobre un recipiente a propósito. Este licor se deja
que se concentre y se vaya espesando al calor del sol o bien con
calor artificial, operaciones que se hacen en los respectivos países
de origen, principalmente en el Cabo.
Pero el más viejo y famoso acíbar era el de la isla Socotora, del
sur de Arabia, llamado acíbar socotrino y en latín aloe succotrina.
Cuenta Pío Font Quer que hallándose de guarnición en Tarragona con
su regimiento en donde el áloe que él llama vulgaris se cría en
abundancia, preparó el acíbar en casa de un amigo suyo, un tal Odón
Guiralt, que era perito farmacéutico.
La operación, dice, salió perfecta, tanto por la consistencia del
acíbar obtenido, como por su color, olor y sabor, y su uso produjo
los mismos efectos del que se usa en Medicina. Es por esto que el
áloe vulgar que se cría en la Península y Baleares es muy apto para
uso medicinal. Lo que no nos dice Pío Font Quer es que siglos antes
se obtuviese acíbar en la provincia de Málaga, de los extenso
zabilares que se criaban en ella, plantados por los moros.
1. Composición
La composición del acíbar varía según el áloe de que procede, la
época de recolección y el método para elaborarlo. Contiene del 6 al
10% de agua, y las mejores suertes de esta droga dejan alrededor del
2% de cenizas. Lo que más varía es la cantidad de resina, que oscila
entre el 40 y el 80%. Esta resina, que carece de importancia
farmacológica, es un éster del ácido paracumárico y un alcohol
resínico, el aloerresino tanol. Además el acíbar contiene el 20% de
aloínas, a las que se le atribuyó naturaleza de glucósidos.
2. Virtudes :
Por la emodina que dejan en libertad en el intestino, los acíbares
tienen virtudes purgantes, parecidas a las del sen, ruibardo,
frángula, etc., cuando las dosis administradas son lo suficiente
elevadas (por lo menos de 0,20 gr.). A dosis menores tienen
facultades estomacales y aperitivas. El áloe es un purgante vigoroso
de rápida acción que incide sobre el intestino grueso. Sólo en
preparados galénicos o juntamente con otras plantas medicinales es
componente de numerosos purgantes en forma de gotas, píldoras,
tabletas, grageas y supositorios. La tintura, el extracto y otros
preparados tienen cierta importancia como productos estimulantes de
la secreción biliar. El áloe es eficazmente empleado como purgante,
colagogo y aperitivo.
3. Uso en homeopatía:
Las diluciones a partir de la D4 se emplean en los estados de
debilidad de los órganos digestivos. Mejora las afecciones
intestinales que implican al hígado. La tintura se usa externamente
para las quemaduras (también las causadas por los rayos X) y heridas
mal cicatrizadas en forma de apósitos (diluida con agua en la
proporción 1:10).
4. Usos y contraindicaciones:
Se acostumbra a tomar en forma de píldora. En Medicina familiar,
cuando se puede pesar bien, se da un fragmento de acíbar, hasta de 1
gramo como dosis máxima para los adultos, envuelto en una oblea o
papelito de fumar. Tomándolo por la noche, antes de acostarse, el
efecto purgante se produce a la mañana siguiente. Determinando
congestiones abdominales, el acíbar no debe darse nunca a las
mujeres durante la menstruación y el embarazo, ni tampoco a cuantos
padecen hemorroides sanguinolentas. Tampoco se debe administrar a
los niños. El áloe puede irritar los riñones y causarles algunos
daños, si bien solamente cuando se administran dosis excesivas.
Empleado correctamente es mucho más tolerante de lo que harían
suponer las sustancias que contiene. El áloe tampoco se empleará
cuando existan tendencias a hemorragias en la región genital. Para
beneficiarse de sus cualidades tónicas y aperitivas, el acíbar
también forma parte de numerosas preparaciones farmacéuticas
actualmente bastante olvidadas, en las que entra en pequeña
cantidad. Por ejemplo la fórmula del licor estomacal de Raspail es
la siguiente:
Sumidades y raíz de
angélica....................................................30
gramos.
Cálamo
aromático...............................................................4"
Mirra.....................................................................2"
Canela en rama......................................................................2"
Acíbar de áloe....................................................................1"
Clavos de especia...................................................................1"
Vainilla..................................................................1 "
Nuez moscada...................................................................0,25"
Azafrán.................................................................0,25"
Todos estos ingredientes se echan en una botella y se dejan en
maceración con 1 l. de espíritu de vino durante 15 días. Luego se
filtra el alcohol, y se le añaden 500 gr. de azúcar previamente
disueltos en 0,5 l. de agua. Este licor tomado en una copita después
de las comidas, procura una buena digestión cuando el estómago se
muestra perezoso.
Historia:
El conocimiento de los áloes y del acíbar se remonta a una grande
antigüedad. A mediados del siglo XVI, según refieren Mattioli y
Laguna en los comentarios a dicho capítulo, la planta llamada áloe
era común en gran parte de Italia, y se hallaba a cada paso plantada
por los jardines y en los tiestos. En Andalucía existían grandes
plantaciones de áloes en tiempo de los árabes, entusiastas
propagadores del uso medicinal del acíbar
Etimología:
El nombre genérico aloe proviene del término árabe alloeh y de su
sinónimo hebreo hallal, que significa sustancia brillante y amarga.
La procedencia del otro nombre con el que se le conoce, sabila, y
sus variantes locales sabila, savila, zabila, zabida, zábira, y pita
zabila es atribuido a una deformación del vocablo árabe Ã?abila que
significa planta espinosa.
Descripción.
Las especies del género de los aloes son siempre leñosas, pero con
hojas típicas de las plantas suculentas, con forma de espada, duras,
gruesas, muy grandes y carnosas, dispuestas en grandes rosetones y
con una espina recia en sus extremos, armadas de otras espinas
marginales más pequeñas, las hojas pueden ser de color veteado de
verde y blanco como A. vulgaris o verde ceniza plateado. Las hojas
pueden cerrar completamente sus estomas (poros) para evitar la
pérdida de agua por evaporación durante los periodos estivales y son
capaces de reponer rápidamente la epidermis cuando se produce una
fractura o un corte en sus superficie. En la especies sin tallo, las
hojas se encuentran dispuestas en pisos sucesivos, en forma alterna
dos a dos , como en el caso del A. saponaria, var, variegata; tres a
tres como el A. barbadensis var. mitriformis, o en rosetas radiales
de cuatro o más hojas , alternando los ángulos de modo que todas
ellas puedan acceder a la luz solar, como en el caso de A. vulgaris.
En el caso de las especies con tronco o tallo, se ponen en rosetas
alternadas de 10 a 50 o 60 hojas, en los extremos libres de los
tallos. Echan uno o diversos bohordos axilares que rematan en
hermosos ramilletes.
Las flores son vistosas, tubulosas, sus corolas se componen de seis
pétalos, que forman la cubierta floral y se sueldan todas entre sí
en un tubo las más veces recto, y en otros casos algo encorvado y
bilabiado, en ocasiones
con un leve ensanchamiento en la parte de sujeción, donde se alojan
los organos sexuales de la flor. Las flores están dispuestas en
racimos que pueden ser verticales (espigas) o colgantes (umbellas o
sombrillas). Estas flores suelen tener un color rojizo, blanco,
rosa, anaranjado o amarillento. Los estambres son también seis, con
largos filamentos que arrancan del fondo de la flor, debajo del
pistilo.
El fruto es seco, con una cápsula de paredes dehiscentes ( lo que
quiere decir que las anteras de la flor y el pericarpo del fruto se
abren para dar salida, el primero al polen y el segundo a las
semillas). Las cápsulas son alargadas y las semillas son híbridas.
Además de por semillas, el aloe se propaga por: acodos (parte de la
planta se inclina sobre el suelo echando raíces propias); gajos
(trozos que se arraigan al caer); estolones (vástagos enteros que
brotan en la base del tallo y se extienden hacia afuera, echando
raíces, y dando lugar a plantas nuevas).
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