10-17-2008, 08:51 AM 
		
	
	
		En el topic que se cerró respecto a lo sucedido con Nacx yo no hablaba por él, sino por todos. Llevo un tiempo observando y dándole vueltas al tema del trabajo del/en grupo, de ahí el interés en tratar la temática de administración de recursos y recursos humanos en la tarea de tipepad/drupal. Creo que es un buen momento para escribirlo de una vez; si sirve de algo, genial, sino, al menos yo digo lo que creo que tengo que decir, y con suerte consigo resolver algunas dudas. Tengo tiempo también haciendo sondeo al respecto, pero aclaro que sólo hablaré por mí. 
Las tres líneas de trabajo de una escuela real:
1- Trabajo para uno mismo.
2- Trabajo para los demás/trabajo para el grupo.
3- Trabajo para la escuela.
Por nuestra cuenta podemos hacer algunas cosas que en grupo no se puede, y a la inversa. No es lo mismo tener que entenderse con uno mismo que tener que hacerlo, además, con otras personas, con algunos principios en común, pero con vidas, necesidades y capacidades, muy diferentes.
Creo que es importante respetar esta diferencia, porque es lo que asegura que las semillas de lo que tenemos entre manos puedan sobrevivir y crecer en variedad de terrenos (y esto va para la tercera línea de trabajo). Y también creo que es importante que la segunda línea no pise la primera, porque las casas no se construyen desde el tejado. No tengo nada en contra del egoísmo y el beneficio propio: bien pensado, que el trabajo del grupo vaya bien no deja de ser un beneficio personal experimentado en simultáneo
Tenemos varias tareas en funcionamiento, y cada uno tiene también criterios a la hora de realizar y evaluar su propio trabajo. Es obvio que hay personas que anteponen la cantidad a la calidad, o a la inversa, habiendo razones para ambas prioridades, y como grupo existe la necesidad de detectar cuando es funcionalmente más apropiado anteponer una a la otra, o mantenerlas a la par.
Y como comenté con anterioridad, también por nuestras capacidades o circunstancias diferentes (cambiantes), no siempre rendimos igual en todas nuestras tareas, asumidas libremente; o bien de plano no llegamos a cumplirlas. Esto nos ha pasado a todos, sin excepción, alguna vez. Por eso se me hace más justo evaluar nuestro rendimiento particular sacando la media entre los diferentes resultados de las tareas en las que estamos; si alguien no está trabajando también se verá.
¿Cuál es el objetivo de Arjuna como grupo de trabajo? Según yo entiendo, aprender y aplicar métodos de trabajo y organización, evaluando su efectividad por medio de resultados comprobables. Y, siempre según yo, el caso dentro de un grupo es encontrar el mínimo común divisor y el máximo común múltiplo. Es decir, determinar los mínimos que todos debemos cumplir, y el máximo que se puede exigir.
Lo primero creo que se entiende más fácil, por si acaso, para lo segundo, pongo un ejemplo. Todos hemos tenido algún trabajo en el que voluntariamente, porque las circunstancias lo permitían y nos apetecía, hemos hecho de más; luego cambian las circunstancias, y ya nos exigen ese extra, por el mismo precio. Así que en nuestro próximo trabajo nos vamos a cuidar mucho de dar pie a una situación así, y aún cuando sea posible hacer temporalmente algo más, no lo haremos (y eso no beneficia a nadie).
Entiendo que algo que tenemos en común es el aprecio por el sentido común (aunque quede redundante). Estamos aquí para aprender, y dar resultados es satisfactorio, por lo que supongo que estaría bien buscar situaciones en las que todos ganan; un rango en el que todos pudieran hacer su aportación, al tiempo que cumplen los objetivos, no sólo los de las tareas particulares, sino del grupo en sí.
Sé que algunas personas aquí presentes, bien por tener mayores capacidades, bien simplemente por mayor disponibilidad de los recursos necesarios (tiempo, dinero, conexión, conocimiento concreto en un área...) pueden entrar en un estado de euforia y esperar que todos puedan seguir su paso. Pero por razones obvias, las cosas no pueden funcionar de ese modo, y el crecimiento real sólo puede ser gradual (aproximaciones sucesivas). Del mismo modo, si alguien se queda rezagado y no puede ni llegar a los mínimos, no puede pedir al grupo que se detenga a esperarlo.
Si estamos por la perseverancia, no tiene sentido tratar de llevar a los demás a nuestro ritmo, porque lo que para nosotros es paso normal, a otros puede resultar un exceso que los agote e impida cumplir objetivos, conllevando desmotivación y al fin desinterés. La otra es que no se puede pedir a las personas de paso rápido que se corten los pies o cojeen, tampoco sería justo. En mi opinión es mejor que inviertan esa energía en proyectos personales, a que se aburran o se sientan mal por creer que nadie hace nada y nos llevamos todo el peso del trabajo y se generen a causa de esto más desinterés, o problemas con el resto de integrantes. Los que no alcanzan el paso del grupo, se van, aunque sea una temporadita para recuperar fuerzas.
 
El caso es que, cuando las reglas son claras, sobran expectativas, consideraciones, explicaciones y disculpas. No hay agravios comparativos. No hay necesidad de defender a nadie, porque no estaría haciendo ningún bien, por otro lado una defensa implica un ataque, y según yo los ataques no tienen sentido  y son bastante contrarios a los objetivos- si vamos en el mismo barco.
Por suerte tenemos unas normas; si las cumples te quedas, sino te vas. No se protege a nadie, no se empuja a nadie, es algo limpio, y todos ganan: el que no pueda cumplir los requisitos se irá a un lugar en el que estará mejor, y los que se queden tendrán a cambio una versión mejorada del que se fue. Todos contentos.
Pero, como todos hemos fallado alguna vez en alguna tarea, sí es un trabajo para todo el grupo ver que se puede hacer para compensar cuando se da el caso. Hay una diferencia entre los principios o reglas, y lo que son normas funcionales.
Por ejemplo, tenemos el principio de no tolerar a los vendecursos, y debe ser inflexible e invariable, estemos en las circunstancias que estemos. Pero en nuestras tareas lo que interesa es dar resultados, así que si el método que instauramos en un principio acaba por no funcionar para la mayoría, lo lógico es pensar que es hora de cambiarlo por otro que sea más efectivo, no que de repente la mayoría se ha convertido en una bola de vagos
Y cuando es uno o minoría el afectado, se buscan formas de compensar: del mismo modo que aunque tenemos la norma de conseguir 500 puntos en rosetta, a veces llegamos y a veces no, pero fuimos capaces de instaurar una posibilidad de compensación, que no es un castigo, del mismo modo que si sacamos más de 500 no vamos a esperar un premio.
El otro asunto, más difícil de tratar, es que aunque nos guiamos por objetivos y resultados, hay un plus de subjetividad más difícil de medir, pero que también acaba afectando a la hora de trabajar. Podemos cumplir con los objetivos en un ambiente limpio o no, cómodo o no, y aunque habrá gente a la que las circunstancias adversas puedan servir de motivación - y que podrían convertir el recreo de un kinder en un campo de concentración - ; a mi en lo personal no me alienta el cargar con cosas innecesarias, además de parecerme poco inteligente, considerando que las energías que me ahorro darán más frutos si las aplico a otras cosas.
Se ha hablado de compromiso, pero pensar que porque salimos de viaje o se va la luz o se muere la compu y no tenemos conexión y por ende no podemos postear o llegar a los 500 estamos faltando a un compromiso es un poco absurdo. Nuestras tareas son un resultado, un indicador, pero no el único. Considero que si un grupo es más que la suma de sus integrantes, el trabajo del grupo es más que la suma de sus resultados.
Y hay compromisos que también están ahí, y se demuestran de otras formas, que se pueden medir de otras maneras. Como buena roja, me permito muchas cosas, pero tengo el compromiso de tratar de evitar que los demás carguen con mis traumas personales, o mis malos días; de buscar situaciones en las que todos ganen, sin tratar de imponer mis criterios. Pero también de ser lo suficientemente leal ese criterio propio como para no hacer o dejar de hacer las cosas porque busque una recompensa (sea material o no) o tema represalias. Y así cada uno tendrá los suyos, que él sabe, y deberían ser respetados.
Cada uno sirve para lo que sirve, y le mueve lo que le mueve; el mundo es grande y hay diferentes tipos de trabajos que se pueden hacer, igualmente válidos, según sea la persona. Rojo Intenso no es el único grupo de trabajo (ni siquiera de los que tienen a Alfonso al frente), por un lado, y por otro, puede sobrevivirnos a todos. Una cosa es sentirse orgulloso - o descontento- con uno mismo respecto al grupo, y otra perder la perspectiva, y acabar olvidando la primera línea de trabajo.
Siempre según yo, sí creo que podemos trabajar cada uno en la medida de sus posibilidades (que NO es lo mismo que hacerse vago) y dar resultados, compartirlos con los compañeros/as, enseñarles algo de lo que nosotros sabemos, y aprender de lo que ellos saben... sin por ello sentirnos como mártires de la productividad, o caer en competencias como si esto fuera una nueva entrega de Los Inmortales (sólo puede quedar uno)...
Pero cada uno es libre de escoger el modo en el que va a trabajar, y a mi no me importa, ya tomé mis decisiones a futuro antes de llegar a México.
	
	
Las tres líneas de trabajo de una escuela real:
1- Trabajo para uno mismo.
2- Trabajo para los demás/trabajo para el grupo.
3- Trabajo para la escuela.
Por nuestra cuenta podemos hacer algunas cosas que en grupo no se puede, y a la inversa. No es lo mismo tener que entenderse con uno mismo que tener que hacerlo, además, con otras personas, con algunos principios en común, pero con vidas, necesidades y capacidades, muy diferentes.
Creo que es importante respetar esta diferencia, porque es lo que asegura que las semillas de lo que tenemos entre manos puedan sobrevivir y crecer en variedad de terrenos (y esto va para la tercera línea de trabajo). Y también creo que es importante que la segunda línea no pise la primera, porque las casas no se construyen desde el tejado. No tengo nada en contra del egoísmo y el beneficio propio: bien pensado, que el trabajo del grupo vaya bien no deja de ser un beneficio personal experimentado en simultáneo
Tenemos varias tareas en funcionamiento, y cada uno tiene también criterios a la hora de realizar y evaluar su propio trabajo. Es obvio que hay personas que anteponen la cantidad a la calidad, o a la inversa, habiendo razones para ambas prioridades, y como grupo existe la necesidad de detectar cuando es funcionalmente más apropiado anteponer una a la otra, o mantenerlas a la par.
Y como comenté con anterioridad, también por nuestras capacidades o circunstancias diferentes (cambiantes), no siempre rendimos igual en todas nuestras tareas, asumidas libremente; o bien de plano no llegamos a cumplirlas. Esto nos ha pasado a todos, sin excepción, alguna vez. Por eso se me hace más justo evaluar nuestro rendimiento particular sacando la media entre los diferentes resultados de las tareas en las que estamos; si alguien no está trabajando también se verá.
¿Cuál es el objetivo de Arjuna como grupo de trabajo? Según yo entiendo, aprender y aplicar métodos de trabajo y organización, evaluando su efectividad por medio de resultados comprobables. Y, siempre según yo, el caso dentro de un grupo es encontrar el mínimo común divisor y el máximo común múltiplo. Es decir, determinar los mínimos que todos debemos cumplir, y el máximo que se puede exigir.
Lo primero creo que se entiende más fácil, por si acaso, para lo segundo, pongo un ejemplo. Todos hemos tenido algún trabajo en el que voluntariamente, porque las circunstancias lo permitían y nos apetecía, hemos hecho de más; luego cambian las circunstancias, y ya nos exigen ese extra, por el mismo precio. Así que en nuestro próximo trabajo nos vamos a cuidar mucho de dar pie a una situación así, y aún cuando sea posible hacer temporalmente algo más, no lo haremos (y eso no beneficia a nadie).
Entiendo que algo que tenemos en común es el aprecio por el sentido común (aunque quede redundante). Estamos aquí para aprender, y dar resultados es satisfactorio, por lo que supongo que estaría bien buscar situaciones en las que todos ganan; un rango en el que todos pudieran hacer su aportación, al tiempo que cumplen los objetivos, no sólo los de las tareas particulares, sino del grupo en sí.
Sé que algunas personas aquí presentes, bien por tener mayores capacidades, bien simplemente por mayor disponibilidad de los recursos necesarios (tiempo, dinero, conexión, conocimiento concreto en un área...) pueden entrar en un estado de euforia y esperar que todos puedan seguir su paso. Pero por razones obvias, las cosas no pueden funcionar de ese modo, y el crecimiento real sólo puede ser gradual (aproximaciones sucesivas). Del mismo modo, si alguien se queda rezagado y no puede ni llegar a los mínimos, no puede pedir al grupo que se detenga a esperarlo.
Si estamos por la perseverancia, no tiene sentido tratar de llevar a los demás a nuestro ritmo, porque lo que para nosotros es paso normal, a otros puede resultar un exceso que los agote e impida cumplir objetivos, conllevando desmotivación y al fin desinterés. La otra es que no se puede pedir a las personas de paso rápido que se corten los pies o cojeen, tampoco sería justo. En mi opinión es mejor que inviertan esa energía en proyectos personales, a que se aburran o se sientan mal por creer que nadie hace nada y nos llevamos todo el peso del trabajo y se generen a causa de esto más desinterés, o problemas con el resto de integrantes. Los que no alcanzan el paso del grupo, se van, aunque sea una temporadita para recuperar fuerzas.
El caso es que, cuando las reglas son claras, sobran expectativas, consideraciones, explicaciones y disculpas. No hay agravios comparativos. No hay necesidad de defender a nadie, porque no estaría haciendo ningún bien, por otro lado una defensa implica un ataque, y según yo los ataques no tienen sentido  y son bastante contrarios a los objetivos- si vamos en el mismo barco.
Por suerte tenemos unas normas; si las cumples te quedas, sino te vas. No se protege a nadie, no se empuja a nadie, es algo limpio, y todos ganan: el que no pueda cumplir los requisitos se irá a un lugar en el que estará mejor, y los que se queden tendrán a cambio una versión mejorada del que se fue. Todos contentos.
Pero, como todos hemos fallado alguna vez en alguna tarea, sí es un trabajo para todo el grupo ver que se puede hacer para compensar cuando se da el caso. Hay una diferencia entre los principios o reglas, y lo que son normas funcionales.
Por ejemplo, tenemos el principio de no tolerar a los vendecursos, y debe ser inflexible e invariable, estemos en las circunstancias que estemos. Pero en nuestras tareas lo que interesa es dar resultados, así que si el método que instauramos en un principio acaba por no funcionar para la mayoría, lo lógico es pensar que es hora de cambiarlo por otro que sea más efectivo, no que de repente la mayoría se ha convertido en una bola de vagos
Y cuando es uno o minoría el afectado, se buscan formas de compensar: del mismo modo que aunque tenemos la norma de conseguir 500 puntos en rosetta, a veces llegamos y a veces no, pero fuimos capaces de instaurar una posibilidad de compensación, que no es un castigo, del mismo modo que si sacamos más de 500 no vamos a esperar un premio.
El otro asunto, más difícil de tratar, es que aunque nos guiamos por objetivos y resultados, hay un plus de subjetividad más difícil de medir, pero que también acaba afectando a la hora de trabajar. Podemos cumplir con los objetivos en un ambiente limpio o no, cómodo o no, y aunque habrá gente a la que las circunstancias adversas puedan servir de motivación - y que podrían convertir el recreo de un kinder en un campo de concentración - ; a mi en lo personal no me alienta el cargar con cosas innecesarias, además de parecerme poco inteligente, considerando que las energías que me ahorro darán más frutos si las aplico a otras cosas.
Se ha hablado de compromiso, pero pensar que porque salimos de viaje o se va la luz o se muere la compu y no tenemos conexión y por ende no podemos postear o llegar a los 500 estamos faltando a un compromiso es un poco absurdo. Nuestras tareas son un resultado, un indicador, pero no el único. Considero que si un grupo es más que la suma de sus integrantes, el trabajo del grupo es más que la suma de sus resultados.
Y hay compromisos que también están ahí, y se demuestran de otras formas, que se pueden medir de otras maneras. Como buena roja, me permito muchas cosas, pero tengo el compromiso de tratar de evitar que los demás carguen con mis traumas personales, o mis malos días; de buscar situaciones en las que todos ganen, sin tratar de imponer mis criterios. Pero también de ser lo suficientemente leal ese criterio propio como para no hacer o dejar de hacer las cosas porque busque una recompensa (sea material o no) o tema represalias. Y así cada uno tendrá los suyos, que él sabe, y deberían ser respetados.
Cada uno sirve para lo que sirve, y le mueve lo que le mueve; el mundo es grande y hay diferentes tipos de trabajos que se pueden hacer, igualmente válidos, según sea la persona. Rojo Intenso no es el único grupo de trabajo (ni siquiera de los que tienen a Alfonso al frente), por un lado, y por otro, puede sobrevivirnos a todos. Una cosa es sentirse orgulloso - o descontento- con uno mismo respecto al grupo, y otra perder la perspectiva, y acabar olvidando la primera línea de trabajo.
Siempre según yo, sí creo que podemos trabajar cada uno en la medida de sus posibilidades (que NO es lo mismo que hacerse vago) y dar resultados, compartirlos con los compañeros/as, enseñarles algo de lo que nosotros sabemos, y aprender de lo que ellos saben... sin por ello sentirnos como mártires de la productividad, o caer en competencias como si esto fuera una nueva entrega de Los Inmortales (sólo puede quedar uno)...
Pero cada uno es libre de escoger el modo en el que va a trabajar, y a mi no me importa, ya tomé mis decisiones a futuro antes de llegar a México.
El manzano nunca pregunta al haya cómo ha de crecer; ni el león al caballo cómo ha de atrapar su presa. (W. Blake)

     