El Nagual y lo desconocido 2/2

Hay cosas que conocemos y cosas que no podemos conocer, pero a final de cuentas, casi todo es posible enfocando en ello nuestra atención. Podemos, por ejemplo, a través de una serie de investigaciones y viajes, conocer la lista de alumnos que estaban con nosotros cuando teníamos diez años en la escuela. No es útil. No es práctico. Es un desperdicio de poder.

Lo desconocido puede ser un desperdicio de poder. Los acercamientos a lo desconocido suelen ser por obsesión(pensar en lo mismo sin necesidad) por sentido común, por sobrevivencia o por azar.


Hay cosas que conocemos y cosas que no podemos conocer, pero a final de cuentas, casi todo es posible enfocando en ello nuestra atención. Podemos, por ejemplo, a través de una serie de investigaciones y viajes, conocer la lista de alumnos que estaban con nosotros cuando teníamos diez años en la escuela. No es útil. No es práctico. Es un desperdicio de poder.

Lo desconocido puede ser un desperdicio de poder. Los acercamientos a lo desconocido suelen ser por obsesión(pensar en lo mismo sin necesidad) por sentido común, por sobrevivencia o por azar.

Hace unos años leí que puedes conocer a un hombre por el tipo de problemas que le gusta resolver. En lo personal, prefiero considerar los problemas que tiene experiencia en resolver. Cuando contrato programadores, me importa en parte su experiencia, pero si no pueden resolver un Altas-Bajas cambios en una hora, no me sirven. A lo largo de los años de leer a Castaneda, ni siquiera intenta resolver problemas, toda su vida y la vida de Don Juan es una situación desesperada y desconocida, de la que ellos no pueden elegir.

Hay demasiadas cosas desconocidas, y una de ellas es la cordura. No sabemos que tanto se necesita, ni de qué, para cambiar de realidad, para activar el primer anillo de poder o el segundo, pero es evidente que muchas personas no viven sobre esta tierra y eso no es señal de un problema nuestro. Por ejemplo, la realidad de los políticos es una, la de las personas que leen el periódico es otra. Hay realidades a nuestro alcance que no por ello son razonables, valiosas o interesantes. Cualquiera que ha caminado por las calles de una ciudad lejana, o que se ha metido en el metro en un momento dado, ve que hay similitudes de espacio tiempo, pero también hay diferencias insondables. ¿Para qué quieres la comprensión o el conocimiento? ¿De qué te sirve el poder?

En los caminos de magia ceremonial, El segundo grado de conocimiento es que hacer con él. Sea la que sea la fuente (conozco tres), es una idea razonable por donde se vea, y si bien el origen es desconocido, es simple, clara y fuerte.

No puedes esperar que un camino de conocimiento, sea el nagualismo o cualquier otro, pelee tus batallas por ti, ni estás hecho para pelear batallas del sistema de conocimiento. No debe importar que haces, tus batallas y tus triunfos son para ti y no para ofrendarlas al nombre de un dios de barro.

Idealizar no sirve de nada, aunque la claridad mental, lo que te hace humano, puede mostrarte que el ser humano, valioso o no, suele pelear por premisas equivocadas, lo que según Ayn Rand, significa que hay un problema adicional. Así como no tiene sentido lamentarte del destino, a lo Don Juan, tampoco es tu destino, ni el destino de tu cerebro, buscar las boletas de tus diez años, ni resucitar pueblos muertos.

No es tu problema.

No es tu batalla.

Y si enfocas tu mirada en algo que no sirve de nada a nadie, canibalizándote a ti mismo en el proceso, no sigues un camino de conocimiento. Hay que considerar que no puedes resolver ciertos problemas, y las probabilidades van en tu contra, suponiendo que sea una batalla que vaya en tu contra; tratar de eliminar el hambre del mundo lleva a muchos estudiar biología marina o estudiar formas de distribución de alimentos. Pero el hambre sigue y seguirá una vez que mueras, aunque hayas ganado una batalla imposible.

El trabajo de un hombre es resolver problemas, no echar perlas a los cerdos. Hace unos años hablando con un maestro de primaria, me decía que en los últimos años la calidad educativa ha fallado entre otras cosas porque no puede reprobar a aquellos que son incapaces de aprender las tablas de multiplicar. Y lo entiendo, es desconocida la razón por la que el mismo método que nos enseñó a multiplicar ya no funciona en un porcentaje más amplio de alumnos. Pero hay que poner un alto.

El camino del conocimiento es un camino de desigualdad. No todos pueden ser hombres. Si los premios de asistencia en una empresa son por llegar puntuales, y no llegas puntual, eso genera una serie de problemas para ti. No para los otros treinta sesenta o cien. Y el que paga merece el tiempo completo. Es desconocido porque alguien sigue sus objetivos y otros no, pero es claro que puedes saber de un hombre por el problema que sabe resolver y por lo que ha hecho los últimos meses años.

Pero buscar lo desconocido, porque sí, a veces tiene sentido. Me toca por mi trabajo contestar preguntas altamente técnicas, y cuando lo hago ciertas personas no tienen la menor idea de que les contesté. Dominio las cuestiones tecnológicas porque es un problema que me gusta resolver y tengo experiencia en ello. Pero la mayoría de las personas, no saben qué hacer al encontrar un problema con abogados, por ejemplo, o con sitios web, al darme cuenta que nadie iba a pelear por mi mis batallas, decidí entrar en ciertos terrenos: No soy un abogado pero tengo más idea del derecho y procedimientos que varios; quizá el problema principal es el que la gente no se compromete con una idea razonable, y que busca algo a que entregar su vida, sea un dios de barro o una idealización más genérica. Pero, sí como despido a un abogado que me deja plantado en el ministerio público porque se le olvidó que había audiencia, igual entiendo que no todos pueden ser hombre o mujeres.

Según el conocimiento tradicional, es el compromiso lo que te permite realizar el cambio a la bestia; el compromiso es lo que hace que puedas usar la tona, la bestia, como un as bajo la manga. Sin embargo, el hecho de tener un compañero animal no hace que el pelee tu batallas excepto que la mayoría de los humanos actuamos como animales, y que si necesitamos que otro pelee nuestras batallas significa que hay problemas en el mundo real. El compañero animal va ligado a nuestro nivel de ser y a nuestro compromiso con el mundo real.

Ser hombres, es algo más que idealizar soluciones. Se trata de resolver problemas a los que te enfrentas, y lo que cuenta es si sales victorioso de ese problema, y si le sirve de algo a alguien. Hay cosas absurdas por ejemplo, alguien puede reportar que uno de mis programas de gestión no funciona, y al ver en server pudo ver que es problema de la máquina que ejecuta; levanto una computadora propia y funciona bien, veo con el usuario y el problema es que no tiene espacio en su disco duro. No es mi trabajo liberar espacio o arreglarle la conexión de internet. Creo, sinceramente, que el Nagual como líder de partida que muestra el camino del nagualismo tiene la responsabilidad de dar un servicio libre de errores, es su responsabilidad proveer los medios de comunicación con el potencial de cada hombre, pero eso no indica llevar cargando a los aprendices. Es decir, no puedes considerarte que estas en el camino del conocimiento, sea el que sea, si no eres autosuficiente.

No es tu problema que el cliente principal, o tu jefe, o tu empleado, nunca sepas donde están , pero si no ves resultados, es evidente que el cliente y el jefe se autodestruirán, y así como ves que las empresas y religiones caen, no tienes porqué permitir que un parásito desconocido o conocido te destruya.

Hace unas semanas me enteré de un problema de una empresa de sistemas que usa estudiantes universitarios de 500 USD mensuales, lo cual no está mal, pero teniendo cinco estudiantes de esos, puede ser peor que tener a alguien que sepa pagándole 2500 usd.

He aprendido que obtienes aquello por lo que pagas con tu compromiso, puedes buscar baratijas de dioses antiguos, o sentarte a meditar y decidir qué vas a hacer, pero a final de cuentas, el enfrentarse a lo desconocido se hace con los ojos abiertos, descansado, con tus armas listas, y sobre todo, aceptando lo que eres y sin dar cuartel a tu juramento. Hacer lo que debes hacer, es algo que se aplica a lo conocido y a lo desconocido. Dejar que otros pierdan su tiempo preparándose para no hacer nada: en lugar de eso, si tu compromiso te pide la batalla, prepara tu línea de suministros, levántate y pelea.

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