El Sendero de las lágrimas 2/4

Una vez le pregunté a uno de mis maestros tradicionales cual era el problema principal de las personas comunes.

Esperaba que me dijera que era conformismo, miedo, o el “mañanismo” (mañana lo arreglo), pero su respuesta tenía que ver con dos palabras: Cortesía y prudencia.


Una vez le pregunté a uno de mis maestros tradicionales cual era el problema principal de las personas comunes.

Esperaba que me dijera que era conformismo, miedo, o el “mañanismo” (mañana lo arreglo), pero su respuesta tenía que ver con dos palabras: Cortesía y prudencia.

Yo pensaba que el problema del ser humano por lo general, es el conformarse con restos y no trabajar. El Nagual me dijo que el problema era que el ser humano normal se metía en la vida de otros, o dejaba que otros se metieran en su vida. Así que la mayor parte de las veces, el sendero de las lágrimas era provocado por los que, incapaces de ganar su propio sustento, trataban de meterse en vidas ajenas; el sendero de las lágrimas era al mismo tiempo seguido por los flojos que se sentían prudentes, y los buenos para nada que agrediendo trataban de evitar trabajar.

Pero, en general, el problema para los dispuestos a trabajar, Y CAPACES DE HACERLO, era la falta de cortesía y prudencia.

Pensando en situaciones familiares, siempre me vienen a la mente esas dos palabras.

Tanto en matrimonios como en padres e hijos.

En el año 1991 me cambié a vivir solo. Tenía entonces 19 años. Era en su momento la solución mas prudente, y la mas cortés. Mi padre viajaba mucho, estaba en asuntos personales que no eran mios(por tener el exceso de prudencia), y yo , que entonces ganaba unos seis salarios mínimos, me daba cuenta que era mejor estar solo (aunque la decisión de moverme cerca de mi padre era por sentido común).

Uno de los puntos importantes en la vida de mi señor padre, del que me enteré sin verlo, fue que un imbécil de 16 años le echó encima el coche a mi padre, que venía acompañado, por lo que se. Mi padre tenía entonces unos 52 años, pero la fuerza suficiente para sacar al idiota por la ventana de la camioneta que casi lo atropella. Era correcto ? Por el contexto sí, pero no prudente.

Otro asunto familiar del que sé.

Una mujer, esposa de un funcionario menor de coca cola Mexico, estaba algo cansada de los compromisos familiares de las juntas de padres de familia de sus cuatro hijos, además del futbol americano, etc. Le pidieron que organizara sin presupuesto un desayuno/graduación/fin de curso para los niños de sexto año de primaria. Cuando se negó le dijeron, por favor, que sea en un lugar bonito. Es a lo mejor el único lugar bonito al que van a ir muchos de esos niños en su vida. La mujer organizó un desayuno en el hotel de México, donado por el hotel. Ya pasaron 30 años. Fue prudente la mujer en un inicio al negarse, pero su solución fue cortés y prudente.

Me comentaba un joven en proceso de trámites de servicio social de medicina hace unos año que se sentía culpable porque no podía hacer el servicio social (por una serie de cosas que no vienen al caso, acababa en medio de hospitales corruptos). Esto afectaba el esfuerzo de sus padres en darle la carrera de medicina y como se sentía el. Lo que hicieron los padres al darle la carrera era tanto cortés como prudente. El no sabía como ser cortés con sus padres, pero su actitud al no permitirse estar en lugares corruptos, era prudente.

la cortesía y la prudencia como tal pueden resolver la mayor parte de las situaciones familiares. Si no eres cortés y prudente, tienes problemas. Sin embargo, a veces es necesario sacar a alguien por la ventana del automóvil, o golpear a un ladrón. Quizá no sea cortés, pero puede ser prudente.

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