Hace unos veinte años, tuve una discusión con una persona acerca de las posibilidades en el espacio. Probablemente fue antes de venir a México o con una de las compañeras de facultad. En esa época me encontraba releyendo por segunda vez “A puerta cerrada” de Sartre, en donde está la frase “el infierno es el otro”. ( http://es.wikipedia.org/wiki/A_puerta_cerrada_(obra) )

Hace unos veinte años, tuve una discusión con una persona acerca de las posibilidades en el espacio. Probablemente fue antes de venir a México o con una de las compañeras de facultad. En esa época me encontraba releyendo por segunda vez “A puerta cerrada” de Sartre, en donde está la frase “el infierno es el otro”. ( http://es.wikipedia.org/wiki/A_puerta_cerrada_(obra) )

El argumento es de una persona que es encerrado en un cuarto con dos mujeres, el se da cuenta que al final, estar con ellas es el infierno. Pero no sale cuando la puerta se abre.

Esta historia me llevó a una discusión con aquella compañera sobre el problema que nos daban otros seres humanos. Castaneda se refiere a eso como “los pinches tiranos”. Vamos a tratar de usar estas dos ideas y a explicar porqué en el nagualismo real, no se pierde el tiempo con amigos o enemigos imaginarios.
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En un viaje en el espacio como los de las cápsulas Géminis, iban dos personas en una cápsula. En el programa Apolo eran Tres. La tecnología no era avanzada, pero incluso en épocas modernas, en situaciones extremas, se necesita de otros para sobrevivir. En el espacio, los astronautas ponen su vida n manos unos de otros, o en el control de tierra. Es conocida la historia del Apolo 13 y “Houston, tenemos un problema” que no se hubiera podido resolver sin inventiva y cooperación. El logro era de ellos. No individual o del hombre como especie. Felicitarse por los logros de un astronauta con pantalones, es igual de idiota que festejar la victoria de un equipo de fútbol.

En situaciones extremas junto con otros, como las descritas, el Nagualismo no sirve de nada. La razón es que si una persona fuera suficientemente capaz por sí misma, el mismo sería el control de tierra. En el caso de un coche, alguien puede comprarlo e ir a lugares remotos como el desierto del Sahara sabiendo de mecánica lo suficiente para arreglarlo y de la dinámica de su cuerpo, por un logro personal. Un atleta olímpico puede a veces prepararse solo y ganar medallas. Puede tener un maestro que le enseñe , y con la COOPERACION MUTUA, llegar a obtener medalla de oro. En ese caso el mérito es de ambos, y el logro es mas cercano al nagualismo que el encontrar como salir de una cápsula.

¿Qué estoy haciendo aquí?

Es la primera pregunta que debe hacerse alguien que se encuentre en el desierto del sahara o en una cápsula en el espacio. Sea solo, como Yuri Gagarin, o acompañado.

No hay razones abstractas ni concretas , ni siquiera el autocontrol o “voluntad” para estar “perdidos en el espacio” y dependientes de otros. Para muchos, puede ser una situación de fantasía para huir de la realidad. El atleta que gana medallas por si solo o con su maestro, está cooperando. Los otros, que ponen su vida en riesgo, necesitan de aliados, porque no son los suficientemente APTOS para hacer las cosas solos.

La mayor parte de las veces, Los aliados son para los débiles, o para quien quiera pelear batallas ajenas.