Una situación extraña relacionada con las estructuras, es la importancia que dan estas al borreguismo. Por borreguismo me refiero a seguir solamente la dirección de la mayoría y dejar de pensar.

En el trabajo que tengo desde hace años evito esto gracias a una situación que quizá se explique mejor con dos elementos de hace varios años, y algo de background.

Una situación extraña relacionada con las estructuras, es la importancia que dan estas al borreguismo. Por borreguismo me refiero a seguir solamente la dirección de la mayoría y dejar de pensar.

En el trabajo que tengo desde hace años evito esto gracias a una situación que quizá se explique mejor con dos elementos de hace varios años, y algo de background.

1 ) El comedor asustado en Mi primer dìa de trabajo. El mismo día que me contrataron recibí un ascenso. Probablemente por el fraude que encontré ese mismo día gracias a lo que aprendí a la universidad, quizá gracias a mi ropa. Me encontraba yendo al comedor por primera vez y cuando entré un joven estaba viendo de frente, pero dando la espalda atrás (craso error) pero se veía inquieto. El estaba comiendo algo que parecía ser un sandwich muy simple. Su mirada la iba a permitir conservar la comida, pero era lo único que el conocía y sus aspiraciones lo limitaban a eso. A partir del segundo día empecé a ir al Wings o a los bisquets de obregón a comer por lo que no volví a verlo en el comedor y nunca supe su nombre.

2 ) Una dama al mismo nivel. Mi jefa directa en ese mismo trabajo, estaba de incapacidad (la conocí unos cuatro meses después de entrar). Mientras tanto una dama con experiencia en mi puesto empezó a enseñarme como manejar personal. Unos cuatro meses después, cuando regresó la jefa oficial, tanto a la dama como a mí nos ofrecieron un ascenso en otro lugar. Aceptamos juntos el ascenso y apenas lo aceptamos, madres, hubo un problema cerca de 20 minutos después y nos asignaron a un lugar donde se necesitaban dos personas con la misma capacidad que habíamos demostrado. Liderazgos extraños. Recuerdo que en ocasiones pasaba por ella su novio, que era buena persona, pero por lo general nos las arreglamos para beneficiar a todos a un horario donde yo me retiraba a las nueve después de liberar lo liberable, y ella se quedaba viendo televisón a atender las ocasionales emergencias hasta que fueran las once y pasara por ella su novio.

El primer caso mencionado la persona estaba en sueldo como la tercera parte que yo, desde mi primer día (asi como la persona que se sienta junto a mi en el trabajo tiene una licenciatura del ITAM y gana dos terceras partes que lo que yo), pero siempre ha habido una separación estructural, y recalco, ESTRUCTURAL, por la capacidad para resolver problemas. No estaba yo en la línea de mando de estas personas al hacr la observación (aunque incidentalmente yo contraté a la persona que se sienta mi derecha y ahora pertenece a una unidad de trabajo diferente).

En el segundo caso, la dama que se quedaba después de las nueve era un respeto mutuo derivado de la capacidad de hacer. No fueron grandes enseñanzas las que esa dama me dió sobre el manejo de personal, pero la calidad de mi trabajo me ganó ascensos. Solo recuerdo un roce en una ocasión que yo hice los horarios de SUS subordinados sin avisarle, pero era obligatorio por razones que después le expliqué.

Estando en el nuevo puesto, siendo yo el superior de la dama (¿por ser hombre? ¿por logros? no lo sé), una noche me desperté al salir en mis primeras vacaciones pagadas con mi propio sueldo. Salí a la ventana del hotel Marriott, y pensé, no naciste para dar ordenes a idiotas, ni para ser empleado de idiotas, ni para ser compañero de idiotas.

El amanecer me encontró sentado viendo el mar desde la terraza del hotel.

Una piedra en una pirámide si es resistente se usaba para ciertas cosas, las decorativas en otro. Habían personas como la dama, con la que daba gusto trabajar por su capacidad, pero esa ha sido una de las raras excepciones en mis 20 años de trabajar. Me he encontrado siempre en la posición de trabajador solitario, al que una empresa contrata sea por nómina o por alguna de mis empresas, para apuntalar una operación que nadie sabe como hacer. Mi labor por lo general consiste en reforzar la estructura y quizá crear andamios para facilitar el reemplazo de ciertas piezas, pero jamás en la vida laboral me he permitido pertenecer a una estructura que no se basara en la capacidad de trabajo. Por lo general he podido, salvo raras veces, evitar estar a las ordenes de idiotas o dar ordenes a idiotas, y mi tipo de trabajo me hace estar por lo general en un puesto que nadie sabe exactamente que es (lo llamen lider de proyecto, DBA, jefe de desarrollo, consultor en seguridad, etc ) así que por lo general no tengo trato sino con personas que dentro de una estructura se dejan morir por un sueldo en actividades monótonas, que es lo mas que pueden ser.

El joven que comía su sandwich simple mientras yo comía en los bisquets de obregón, teñía algo en la mirada que llamaba la atención, quería hacer las cosas por sí mismo.

Las estructuras de Castaneda , y las acciones del mismo Castaneda, le permitieron crear un supuesto linaje prehispánico pero por un hambre que era contrario a las enseñanzas de Don Juan y las cinco codornices. El joven del sandwich que buscaba como salir y como evitar ser cambiado por el mundo, tenía en su momento mayor oportunidad que el Castaneda de los 80s.

Las estructuras tratan de cambiarte. Pocas estructuras tienen como valor tu capacidad de trabajo independiente. Una estructura que no se base en la capacidad de trabajo independiente será asediada por parásitos, desde fuera y desde dentro.

No es la fama, el dinero, o e los idiotas que buscan que los sigas lo que hace al Nagualismo. El Nagualismo lo hace justamente la capacidad de trabajo independiente, que no necesita de otros ni se trata de darle solidez a cascarones vacíos de la nueva era.

Me he enterado con el paso de los años de diversos criminales o enfermos mentales que se dan títulos esotéricos o reconocimientos mutuos, pero son incapaces de perseverar en lo simple. Las estructuras creadas con los actos de los hombres y sus valores, no cambian ni cambian sus nombres. Hay personas que dicen ser maestros de artes marciales inexistentes, que dicen ser chamanes o herederos de Castaneda o sus propias fantasías mentales, pero nunca han tenido un trabajo ni han podido pensar por anticipado ni perseveran en algo.

Ellos desperdician su vida, por creer que pueden formar una estructura de aire. Buscan ser la punta de la pirámide sin entender lo que forma a una pirámide. Sin entender que una pirámide es un sepulcro y no un monumento vivo, excepto a la estupidez; sea de los que gastan su vida en mausoleos, o de los que creen que las estructuras sobreviven al tiempo y no los actos de los hombres.

En mi punto de vista particular, las personas que se la pasan preocupándose por el tamaño de sus escritorios, de sus coches, o de sus fantasías esotéricas, son exactamente iguales que la mayor parte de los lectores de Castaneda:

Buscan meterse de lleno en algo que creen que les dará poder, y no se dan cuenta que ser jefe de idiotas, compañero de idiotas o empleado de idiotas, es lo que han hecho por su vida.

¿ Y yo ?

Estoy en un coroporativo donde nadie sabe que hago para resolver ciertos problemas. Y si salgo de ese corporativo, se que seré necesario en otro lugar, pero mi vida no depende de eso.

Elegí de lleno un camino que me da como recompensa no ser jefe de idiotas, ni compañero de idiotas ni empleado de idiotas. Y seguir lo que es el Nagualismo Real.

Un MODO de vida, no un MEDIO de vida.

Que no necesita de nadie, por estar dispuesto a trabajar y reforzar lo existente.

La próxima vez terminaré con las estructuras, quizá sean dos días.