El adversario digno 2/4

Otro de los problemas creados por el mito del oponente digno, es que se supone que se busca algo que otra persona quiere.

No es así.

Cada persona tiene intereses diferentes. No me perjudica en ningun modo que alguien quiera crear de cero una serie de toltecas inexistentes en base a comentarios hechos por un supuesto indio yaqui inexistente.

No me interesa que alguien diga que en las drogas/el ensueño ve la solución a sus problemas… o que alguien diga que en el ensueño o en la segunda atención esta tal objeto de poder.

Me es indiferente que alguien cree un grupo en Facebook sobre “tratamientos médicos” con equinoterapia y se invente títulos de medicina.

Son cosas que en mayor o menor grado indican la PREFERENCIA de otros, pero que no tienen mucho sentido en mi entorno.

Si un drogadicto trata de organizar reuniones donde yo las hago o crea identidades falsas para decir pestes de mi en “redes sociales” a personas que no me interesan, o trata de atacarme en la calle (para a través de un asalto conseguir dinero para drogas), no es un adversario.

Es un parásito, vándalo, criminal.

E Idiota.

Por lo general es lo que sucede cuando comerciantes o psicópatas que son incapaces de trabajar, se transforman en idiotas codiciosos.

Trabajo en consultoría de sistemas y programación desde hace unos 20 años. Mi trabajo actual es especializado. Detectar intentos de intrusiones a servidores corporativos, rastrear correos anónimos, modificar cierto software para que se adapte a la marca de clientes.

Nadie mas puede hacer lo mismo en el corporativo.

¿Tengo adversarios en el trabajo?

Nop.

¿En que PODIAN ser adversarios la Catalina y Don Juan, de haber existido?

Evidentemente Castaneda no se puso a pensarlo.

Lo maravilloso de la idea del “Adversario digno” es que varios psicópatas piensan que cuando tratan de robar identidades , o se crean identidades dobles, están “combatiendo”. O que toman drogas para “enfrentarse al mundo”.

Evidentemente si yo tengo un servidor de buena calidad, hackers o spammers van a tratar de entrar. Si creo un grupo de trabajo para rescate de las tradiciones orales mesoamericanas, se van a acercar personas que tratan de sacar provecho de eso.

¿y?

Revisando los logs o bitácoras de acceso pulo los puntos débiles que aparezcan en los servers. Usando reglas claras, se identifican solos a los parásitos.

Si un aliado es un poder que tenga una regla, los verdaderos adversarios deben tener poder, deben tener una regla.

Una regla de la que no pueden desviarse.

Y que no exista solamente para justificar sus problemas económicos e incapacidad de tener un trabajo.

Que no sea acumulativa.

Así que, por lógica elemental, un adversario digno debe tener poder. Debe tener algo que nosotros queremos. Si no nos interesa nada de ese adversario, y a el le interesa lo que nosotros tenemos, es una situación de parásito contra un organismo sano. Si el quiere algo que nosotros tenemos, y que no queremos o podemos dar no es adversario, es un parásito. Revisa si te interesa algo del contrario.

Dije al principio : Otro de los problemas creados por el mito del oponente digno, es que se supone que se busca algo que otra persona quiere.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *