[color=#00FF00] La sinceridad respecto a las influencias desintegradoras es peligrosa.

En el año 1997 me encontraba en cierto momento en una situación común: Como parte de los problemas corporativos, varias personas estaban tratando de usar mi trabajo para promoverse.

En aquella época me encargué de hacer varios ajustes a un proyecto: En 1995 me dieron la tesis de una persona y en tres meses convertí la tesis en un sistema funcional. Con red: Cientos de usuarios simultaneos.

1997.

El sistema lleva dos años funcionando. Me piden explicarle a dos programadores novatos que estaba haciendo yo. Me entero de la tecnología que piensan usar, y digo :

Eso no va a funcionar. El limite son 5 al mismo tiempo.

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Se decide en un comité donde hay representantes de las planta, la gerencia y de Coopers and Lybrand, que yo tengo voz pero no voto. Básicamente porque yo voy a hacer el trabajo y otros opinarán. Comité de doce personas tratando de decidir algo, sin ver lo obvio. Tres del comité son de sistemas. Uno de ellos es reemplazado dos años después por alguien que recontratan despues que yo lo corrí.

Mi defensa entonces es : Apoyo lo que estan diciendo. Solo pido para que no haya malos entendidos de cosas tecnicas, que ocasionalmente cuando yo lo pida, en la minuta de la junta se anoten comentarios tecnicos, de maximo tres frases, que haré.

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Una de esas frases decía en 1997 : Alfonso Orozco comenta que le tecnología RDO no es la adecuada para el sistema, y que segun su conocimiento, Usar Access como motor de bases de datos, de manera separada o junta a RDO, reduce el maximo de usuarios a 5.

Año 2000.

El fruto de tres años de trabajo del comité , son alrededor de 2200 cambios menores que yo implanté en mi propia versión del software. Es un exito.

Me dicen, gracias y me indican que mi trabajo es a partir de ese momento hacerle cambios al sistema, pero solo hacer cambios si lo pide el comité, literal.

En ese momento, entra el nuevo sistema que tres programadores, incluyendo el que yo corrí y alguien recontrató. No dura al aire ni medio día.

Siguieron con la tecnología de 1997. Lo que les dije que no usaran y que no servía.

Y no consideraron los cambios … 2200 cambios que pidió el comité.

¿Que carajos hizo el comité?

Tres o cuatro semanas después llega el director general de Celaya. Se cierra el área, me toca liquidarla.

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1990.

Me encuentro en San Luis Potosí. Hemos tenido una tarde pesadísima dos personas que fuimos a hacer un encargo de mi maestro. Nos encontramos en un lugar a alguien que se corrió del grupo secundario (no el de las 11 de la mañana, sino el otro), por el excesivo interés en las “plantas de poder”. Está tan drogado que no nos reconoce. Vuelvo a ver esa mirada en Julio Diana el dia que lo detienen en los azulejos al tratar de suplantarnos, el 5 de julio del 2008.

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¿De que sirven las drogas?

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Podríamos decir que una cosa es estar consciente de los peligros, y otra cosa es ser suicida y hacer pendejadas.

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Hay un peligro implícito en ignorar las reglas. No me refiero a algo tan prosaico como los límites de velocidad. Me refiero a las reglas del sentido común.

Cuando existe un mensaje que claramente dice “no anuncios” y entra alguien al foro a poner un mensaje de promoción de novelas rosas, o firmas de saunas, se les Bloquea y se sacan del entorno.
¿Porqué?

El principio es el mismo. Básicamente aquellos que piensan que todo está permitido, empiezan a confundir la realidad con las fantasías. No es posible que alguien diga hacer Reiki Tolteca , o tecnología espiritual tolteca, y espere que otros no piensen que su vida está desintegrada.

A esas personas , que anuncian novelas rosas, o libros que dicen que hicieron un invento espiritual, les resulta fácil confundir la sinceridad con su deseo de ser alguien.

Si fueran sinceros, se darían un balazo.

para ellos es peligroso aceptar lo que son. Ser sinceros, para ellos, es suicida.

Es no comer.
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Hace unos meses me comentaron que el ladrón Marco Antonio Arenas Chipola escribió en un blog que segun el yo no he tenido nunca un trabajo honesto. El argumento es estúpido. Por un lado tenemos que el sujeto en cuestión siempre gorreó todo lo posible, que no tenía nada que ver con mi trabajo, que era normal por el 2003-2005 que se hicieran reuniones extra los sabados para comer kibbe por las oficinas de mi trabajo, etc . ¿Y los links sobre que estaba yo autorizado para ciertos procesos de Semarnat? Por otra parte, es tan facil como mostrar mis recibos de nómina de los ultimos 20 años en empresas grandes y corporativos.

Supongo que el hecho que yo tenga trabajo especializado desde hace 20 años, es una influencia desintegradora. No es mi culpa que mi vida normal haga que sus triunfos parezcan miserables.

El problema de las influencias desintegradoras es el mismo que en su momento le hizo perder a su esposa, que lo abandonó en la noche de bodas. El permitió que esa persona se acercara a el, que su jefe se acercara a la novia, o si el, Chipola fue culpable de algo, Ana Laura permitió que el ladrón entrara a su vida.

Y en la boda, la novia se desmaya por exceso de tequila. El padrino vomitando en el baño…. antes de irse con la flamante novia.

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Asi que , como la sinceridad es peligrosa, otros prefieren salir con cuentos chinos…. y permitir que otros se vayan de luna de miel con la esposa.

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La sinceridad y el ser brutalmente honesto es la unica manera de conservar el alma.

Si la tienes…

y si puedes demostrar de lo que hablas.

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Reiki Tolteca, Access y/o RDO para un sistema multiusuario en doce ciudades, inventar antecedentes penales… son sintomas de lo mismo.

Incapacidad de verse en el espejo.

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Año 2011.

Llevo meses hablando de continuidad de negocio en el trabajo, de servers. Se proyectan y piensan que saben de servers. COmento problemas de una base de datos, y de un diseño que alteraron, y hay proyecciones. Es decir, creen que ellos son los que hicieron que algo funcione.

Preguntas:

Quien avisó en el 2010 de los pasos de continuidad de negocio , antes que otros entraran ?

Quien ha reportado los problemas de temporales de 23 gb en el server ?
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En lo personal, he puesto las bases para que al igual que en 1997, cuando algo falle se note que yo avisé de las influencias desintegradoras presentes.

Ignorar las influencias desintegradoras es una estupidez.

Es una forma de perder el alma.

No necesitamos hacer otra cosa que decir SI, una sola vez, y el alma se pierde.

Dejemos pues, que aquellos idiotas codiciosos vivan sus fantasías, cambien el pasado, y pierdan su posibilidad de tener un alma.

Ver el peligro no es malo.

Lo idiota es creer que las drogas, o tus fantasías, haran que un programa de computadora, un grupo de reglas, cambien.

Si alguien en el trabajo llega dos horas tarde, o no se entera de 2000 cambios, es una influencia desintegradora.

Si alguien llega, y corteja a tu novuiam y se va de luna de miel con ella, es una influencia desintegradora.

Si te crees nagual de no libros, pero tus libros se usaron para demostrar que te dices heredero de 141 hechiceros, y en el mismo dices haber estado en una escuela de retrasados mentales, te aplicas el candado solo.

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La palabra sagrada, antes las influencias desintegradoras, es NO.

Explicar con cuentos chinos porque las drogas son buenas y otros son los culpables, es destruir tu propia mente. Hacer el trabajo a otros, proyectarte como agnte del Cisen, como experto en sistemas, como experto en Nahuatl, o en artes marciales sin haber podido ganar un torneo que signifique algo, es hacer un favor a la gente decente.

Toda negación de influencias desintegradoras, señalando a otros con el dedo, puede ser solo un reflejo. Que se interesen en mi patrimonio, mi vida personal, o mi trabajo, es algo de esperarse de idiotas que no tienen vida propia.

Que me encarguen en el trabajo proyectos con los que otros se adornarán, es normal. Por algo llevo mas de veinte años y hago en 20 minutos lo a que varios les toma semanas.

Sienten que dominan las influencias desintegradoras: siendo solamente comediantes de su propio ideal.

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No hay competencia.

En el lecho de muerte, algunos echan la culpa. Otros, se rien ante los cadaveres de los suicidas.

Por la ley y para siempre.