Cosmovisión Amazónica: Curanderos y espíritus madres en la Medicina tradicional.

Cosmovisión Amazónica: Curanderos y espíritus madres en la Medicina tradicional.

En Madre de Dios, como en los demas lugares de la amazonia, los chamanes son los maestros del saber cosmologico. Para ellos, el universo esta poblado de seres fabulosos con la cuales es necesario intercambiar sabiduria para el bien de la comunidad.
Para, columbrar todo este mundo de los seres animados e inanimados, se requiere tener un don especial y este don especial la tienen unicamente los llamados chamanes. Al respecto, el curandero Felipe Collantes nos dice: “…habemos pocos chamanes, porque somos personas que nacemos para hacer eso, al chaman no se le hace, el chaman nace para ser chaman, es como un médico, nace para ser médico, un carpintero nació para ser carpintero, un mecánico nació para eso, un niño nació para ser profesor, eso es su trabajo desde su nacimiento”.
Según esta concepción, la parte fundamental de todo curandero es que no se hace, sino que vino al mundo con esos dotes desde su nacimiento, es decir que su poder lo adquirió desde su nacimiento y que los “espíritus del bosque”, las demás divinidades o las “Plantas maestras” lo único que hicieron fue encaminarlos, orientarlos para que nos traiga salud a quien lo necesita.Por eso, los curanderos son considerados como personas visionarias, que pueden entrar en un profundo estado modificado de su mente sin perder la conciencia, que caminan por mundos desconocidos para cualquier persona normal y viajando por estos mundos desconocidos no solamente adquieren poder, sino también traen nuevos conocimientos que permiten ayudar a la gente enferma de la comunidad.
Ahora bien, es costumbre o ya se ha hecho costumbre que en Madre de Dios a estos curanderos lo llamen shamanes, denominación que no es la adecuada, por cuanto de que las investigaciones en las Ciencias Sociales nos dicen que esta denominación nos importaron desde el noreste de Asía y es originario del Tungùsico Saman y del Manchù, que significa “el que está agitado, conmovido, inspirado”.
Haciendo una comparación del Ande y la Amazonía, observamos que en los Andes a los curanderos en la época prehispánica lo conocieron con el nombre de Willac Umu, luego después de la llegada de los españoles, los curanderos se denominaron de acuerdo a su categoría en Pampamisayuq y Altomisayuq.
En la amazonía, las denominaciones también fueron acorde a su espacio geográfico. Así, los Matsigenka llaman a sus curanderos como Seripigari, los aguarunas de Iwishin y los de la Comunidad de Infierno llaman a sus curanderos como los EYAMITEKUA, que son los mediadores entre los Edosikiana y los hombres.
Ahora bien, el Eyamitekua que ha sido escogido por Edosikiana tiene poderes especiales para comunicarse con los demás Espíritus y Plantas maestras. Estos espíritus del monte, le ayudaran a realizar tareas que incluyen descubrir la causa de la enfermedad, la desgracia de las personas y prescribirá una cura adecuada.
Como se sabe, dentro de la cosmovisión amazónica, el universo esta totalmente animado. Todo esta vivo, todo tiene espíritu, las plantas tienen un espíritu “madre”, las cochas, igual que los fenómenos, el rayo y la lluvia. Con todos estos seres invisibles que habitan el monte, se puede tener relaciones a través de intermediarios que son los curanderos, quienes mediante alucinógenos pueden acudir a la memoria de las “plantas maestras” a fin de que les suministre sabiduría e información sobre la forma como deben curar y utilizar los medicamentos naturales.
Al respecto, los curanderos que tienen mucha experiencia en tomar la ayahuasca nos dicen, que el tabaco tiene su madre que son dos mellizos, la madre del Piripiri se presenta siempre en forma de un animal fantasma, la madre de la Mucura es un enano o una viejita, con el pelo amarrado sobre la cabeza, la madre del Toè es una persona que parece no tener huesos, la madre de la Ayahuasca es una ancianita y el padre de la ayahuasca es un hombre chiquito con sombrerito, el cuerpo cubierto de soga, etc.
Estos espíritus o madres de las “plantas maestras” tienen su mundo. El investigador Ochoa Abaurre, Juan Carlos, en su trabajo doctoral intitulado “ Mito y chamanismo: El mito de la tierra sin mal en los Tupi-cocama de la Amazonia peruana”, nos dice que existen varios mundos: el mundo acuático de ríos y cochas (lagos) está habitado por espíritus o gente del agua llamado Yacumama que pueden ser buenos y malos. El Yacumama es la Madre (espíritu) del agua, o espíritu protector de la fauna y flora acuática, y se representa por una boa gigante.
El monte (selva) mundo terrestre de plantas y animales, en la que existen seres de orden mágico ligado al mal y al bien. Aquí, también las plantas tienen madre (sachamama) o espíritus protectores.
En tercer lugar, esta el mundo del aire habitado por espíritus mágicos. El nombre genérico de este espíritu es el de Tunchi y hace referencia a espíritus de personas muertas que se aparecen durante la noche para bien o para mal. En el aire se encuentra además, los espíritus de los pájaros, conocidos con el nombre de Ayaymama, que tiene una función premonitoria sobre la vida humana.
Y en cuarto lugar, esta el mundo del cielo, donde residen los espíritus sobrenaturales del sol, la luna, las estrellas, las tormentas y del rayo y que propiamente constituyen el mundo de las fuerzas superiores y creadores de la naturaleza, pues gobiernan y rigen el devenir del mundo terrestre y de sus acontecimientos, razón por la que son considerados como seres divinos. (Ochoa. 2002)
El curandero en este mundo animista ocupa un lugar primordial, es la figura representativa del conocimiento y del contacto con el mundo mágico, espiritual y religioso. Por eso, su principal función es la conservación y restauración del equilibrio físico, psíquico y espiritual.
En consecuencia, de acuerdo a esta cosmovisión la salud es entendida como el producto de la relación armónica existente entre la naturaleza, los seres humanos y el mundo espiritual. Al romperse alguna de estos tres nexos, el cuerpo se enferma, afectando tanto al individuo como a la familia entera.
Este desequilibrio ente la naturaleza-hombre- sobrenatural, debe ser restaurado por el curandero, por cuanto de que es el guía espiritual que media entre el hombre, la naturaleza y las deidades. Pero para tener ese status y poder, debe reunir una serie de requisitos, la misma que pasamos a analizar.

1.-ORIGEN Y SELECCIÓN DE LOS CURANDEROS.

Los curanderos llamados Altumisayuq en el área andina se selecciona por fenómenos sobrenaturales como es por ejemplo el rayo que es enviado por el Apu (espíritu de las montañas) que se convierten en los protectores de los curanderos andinos. Esta elección ocurre en lugares aislados, donde se dice que la primera descarga lo mata, la segunda reduce su cuerpo a trizas y la tercera vuelve a armar su cuerpo. Por eso, el curandero es considerado algo “especial”, ya que por medio del rayo, muere y luego resucita con un poder especial.
En el caso de la amazonía, fundamentalmente en el área de nuestra investigación que es la comunidad de Infierno y de acuerdo a las entrevistas que se tiene a los principales curanderos se sabe, que el camino para convertirse en Eyamitekua son las siguientes:
a).- La primera forma de iniciación, se tiene dentro del proceso de curación con la ayahuasca y a causa de una grave enfermedad. Al respecto tenemos el caso del señor Néstor López que en una entrevista concertada nos informa de la manera siguiente: “en una oportunidad, estaba retornando a mi chacra de noche y a pie, en eso me sentí fatigado, apenas llegué a mi casa, al día siguiente note que todo el cuerpo me dolía, los días siguientes se agravaba mi situación, por eso mis familiares me llevaron donde el curandero Felipe Collantes. Allí me curaron en un año. Allí es donde aprendí a tomar ayahuasca. En una oportunidad, cuando tomé ayahuasca, se me apareció Jesús y María. En esa visión, observé que ellos no son rubios, son como los habitantes de la época de los israelitas. Allí, me dijo que por lo que era una persona buena, me iban a conceder esa virtud de ser un curandero.
Me sorprendí y le dije que no quería ser curandero y no me gustaba esa oferta, sólo estaba para que me curen del mal que venía padeciendo..En las siguientes tomas de ayahuasca, nuevamente se me presentó Jesús y María y me dicen que en él habían visto a una persona honesta, justo, que no era maldadoso y me siguieron insistiendo que sea curandero y que debía curar a las personas enfermas.
Cuando se me pasó los efectos de la ayahuasca, empecé a meditar y reflexionar, sacando la conclusión de que podía al mismo tiempo curarme y ayudar a los demás enfermos curándolos. Así empecé a curar. No tuve maestros que me enseñen los secretos de la curación, por si solo aprendí, yo tengo mi propio canto diferente a los demás curanderos. Mi primera curación empecé cuando uno de los curanderos me encomendó a que le ayude a atender a un paciente. El primer efecto que sentí desde el momento en que tome en mis manos la pipa, fue una profunda tensión en todo mi cuerpo, quise retroceder pero continué en la tarea. Fue una experiencia interesante para mí, ya que desde el momento en que uno agarra la pipa, un buen curandero ya esta sintiendo los efectos de la maldad o la enfermedad que padece el enfermo. Si es maldad, los espíritus malos siempre tienen que defenderse con todo, por eso es que a veces cuando el curandero es débil empieza a vomitar o se desmaya, luego abandona su deseo de ser curandero. Actualmente, yo curo a los enfermos más desahuciados por los demás curanderos”.
.- La segunda forma de iniciación se tiene, cuando las personas tienen ciertos dotes innatas para curar. Así, el curandero de mucha experiencia Felipe Collantes nos dice, “…que empecé a curar cuando tenía mis ensueños, “soñaba a las plantas maestras, soñaba a unos señores grandes, gordos, con vestidos lindísimos. Me decían, yo soy el médico, quieres aprender esto yo te enseño, despertaba al día siguiente y me ponía a pensar, que es lo que tenía por dentro, sentía en mi cuerpo y mente, se ampliaba más mis conocimientos y más me gustaba eso…”.
Igual forma de iniciación se tiene del curandero Ignacio Duri que nos dice: “Yo curé después de un año, me encaminó un tal Ricardo Caypo, era de aquí, ese era mi maestro, después del viejito que me invitó por primera vez la ayahuasca”. En este caso, sus dotes fueron descubiertos por un “maestro”, quién lo convierte en su aprendiz.

Otro curandero que tuvo “maestro”, ha sido Pedro Mishaca, que nos dice: que “…curo poco y estoy aprendiendo, mi maestro a sido mi hermano, estoy aprendiendo poco a poco”.
c).- También hemos podido encontrar otra tercera forma de iniciarse como curandera, donde el origen es de carácter de transmisión hereditaria, en la que la coexistencia y la convivencia entre padres curanderos ha hecho que aprenda esta sabiduría de la curación. En la comunidad de Infierno, Roxana Guillermina Venero nos decía: “…mi papá curaba y hacía otras cosas más, lo que pedía la gente de la sierra…mi papá, no es de aquí, mi papá se llamaba Julián Venero Ferro, era de Calca… mas o menos hemos aprendido las dos hermanas, por que siempre parábamos con mi papá, nos enseñaba sus cosas y le ayudábamos a hacer sus cosas”.
d).- La cuarta vía de adquirir el “chamanismo” se viene observando fundamentalmente no con los indígenas de la comunidad nativa de infierno, sino por profesionales fundamentalmente biólogos, antropólogos y profesionales en Turismo que visitan constantemente a la comunidad con el objeto de aprender de los “maestros” los secretos de las “plantas maestras”. Al respecto, se sabe que el maestro Duri, al no tener a su heredero en las artes del chamanismo, tuvo que aceptar como su alumno a un “gringo” y le viene enseñando los secretos de las Plantas maestras. Esta situación, se incrementa en la medida de que el Turismo esotérico viene desarrollándose como nueva opción de atractivo turísticos en la zona.

2.- JERARQUIA Y ESPECIALIDAD DE LOS CURANDEROS.

Dentro de la jerarquía y especialidad de los curanderos en la amazonia, existen diferencias. Así, en la zona de Iquitos, la jerarquía empieza con los llamados Bancos, luego le sigue los Muraya y finalmente Sumè. El Banco recibe en su encima a los espíritus del monte, por eso se le llama Banco, el Muraya cura con los vegetales y el Sumè que viene a ser el último grado, puede vivir en el agua, volar y salir donde quiera.
En la Comunidad nativa de Infierno, nos informan que antes los Eyametekuas (curanderos) eran elegidos por los Edosikianas. Estos Eyametekuas al obtener su último grado de Chihuan, ya no requerían tomar ayahuasca para sanar a los enfermos, pero ahora ya no queda nada de estos curanderos. Sin embargo, se tiene información que en Palma Real existe un Ese Eja con este grado de chihuan.
El concepto de Edosikiana, para la investigadora María C Chavaría (2002) conlleva la noción de pluralidad. De tal modo, su traducción sería “los espíritus del monte”, o los “espíritus de la naturaleza”. En cambio, el Eyametekua tiene la función de mediador por excelencia entre los Edosikianas y los hombres. Ñape por ejemplo fue un Eyametekua escogido por Sha el shihuango.
Los relatos respecto a la existencia de los Edosikianas, todavía pervive en la comunidad nativa de Infierno. El curandero Pedro Mishaca, nos informa al respecto de la forma como se le apareció el espíritu de un Edosikiana de la manera siguiente: “… el espíritu del monte, que es como nosotros, se parece al hombre, yo he visto, nos hemos encontrado frente a frente, me quedé mirando pensando que era mi compañero, pero no era, le miro de pies a cabezas y no era, me escondí entre los árboles, tenía flechas, le miro bonito, tenia sus plumajes, pintado su cara, luego entre mi vista se perdió, eso era el Edosikiana, es la madre del monte, el que observa, son los que cuidan el bosque, tiene mucho poder, hace tiempo tenía un abuelo, que era un curandero y ese ya era un Eyametekua, que tenia dos poderes, primero igual que de Edosikiana y segundo tenia poder de chihuan, o sea tenia dos poderes, podía cazar fácilmente los animales, el no tenia cartuchos, ni fulminantes, se perdía en el bosque, al poco ratito regresaba con animales de caza y tenía para su consumo, el antiguo curandero de aquí se llamaba Ñape, era el segundo chaman, el primer chaman era me olvide su nombre, curaba sin hacer doler, operaba sin usar cuchillo y al otro día estabas caminando normal, eso ya estamos perdiendo, los Ese Eje, no podemos recuperar, ya vamos a la Posta para curarnos de las enfermedades”.
Según esta versión, los de mayor jerarquía son los llamados chihuan. El primer Eyametekua fue Ñape y en honor a ello los habitantes de la comunidad de Infierno, a su Centro de Plantas medicinales lo denominaron “Ñape”. Luego están las demás especialistas, que toman la Ayahuasca y los que diagnostican el mal a través del tabaco y las llamados “oracionistas” o “rezanderas” que son requeridos mayormente para atender sustos y otras cosas sencillas y mayormente son mujeres de acuerdo a la información que nos ha proporcionado José Mishaja.

3.- CURANDEROS QUE SÒLO HACEN EL BIEN

Por los fines que persigue un curandero, podemos encontrar a los que solamente hacen el bien. Los que están en la “gracia de dios”, por tanto están convencidos que pueden curar hasta las enfermedades “más difíciles”. El curandero Nestor López nos dice : “yo curo a los enfermos mas graves, los mas desahuciados por los demás curanderos. Los demás curanderos no han podido curarlo, por que no son muy inteligentes. Para curar uno tiene que tener esa habilidad de la inteligencia. Yo no curo con rodeos, siempre ataco el fondo de la enfermedad, en una sola curación puedo saber de que tipo de enfermedad padece, luego en dos a tres curaciones lo sano. En cambio, los demás curanderos, se pasan una semana haciendo el diagnóstico de la enfermedad, luego empiezan a tratar el mal pero con mucha calma, en medio año o un año, donde en algunas oportunidades, el espíritu malo puede salir vencedor y lo mata al enfermo en otros casos, el curandero vence pero en un lapso de curación muy largo. Su objetivo de estos curanderos, es en verdad mantener a los enfermos por mucho tiempo, para de esta manera seguir cobrando. Es decir, con la curación de estos ayahuasquero, en muchos casos el enfermo sólo se alivia de manera temporal y pasado el tiempo puede volver el mal y recurre nuevamente al curanderos, convirtiéndose en una cadena hasta su curación definitiva o la muerte del que sufrió el mal”.
Como se puede apreciar, el mal puede ser diagnosticado ya sea recurriendo a la toma de la ayahuasca o mediante el tabaco. Es más, estos curanderos nunca pueden hacer la maldad, por ende no toman la ayahuasca negra.
Al respecto, nos informan el curandero José Mishaja que en la comunidad de Infierno sólo existen en número de aproximadamente cinco, las mismas que son considerados como los curanderos que sólo hacen el bien. En ese sentido, nos dice que “ellos no puede tomar la ayahuasca negra, por que eso solamente lo toman los curanderos “maleros” para hacer el mal”.
Como se sabe, la Ayahuasca presenta coloración que es necesario distinguir para los fines de la curación. Hay la ayahuasca blanca, la amarilla, la rosadita y la negra. Según los curanderos, la ayahuasca amarilla es la mejor para diagnosticar los diferentes tipos de enfermedad, en cambio con la negra sólo sirve para hacer la maldad.
Como se tiene dicho, los métodos para diagnosticar el mal es a través de la ayahuasca o el tabaco. Los espíritus, en el primer caso son los que señalan las pautas de la forma como uno debe curar al enfermo. Felipe Collantes nos dice: que cuando uno toma ayahuasca, la ayahuasca misma no lo cura sino “hay que dirigirle, de acuerdo como esta, cuando uno toma se ve, entonces de acuerdo a eso se cura, la ayahuasca te indica, te da las pautas para poder entrar en ese tratamiento…”. Luego nos dice que por los efectos de la ayahuasca uno ve espíritus y ellos te indican como debes curar, “… los espíritus que aparecen son de las plantas medicinales, de acuerdo a las que has de utilizar, como por ejemplo de los árboles fuertes tenemos el chihuahuaco, el tahuari, la catahua, el oje, la manchinga, el pino, ellos aparecen, de acuerdo al mal, para poder dar fuerza. El oje, por ejemplo se aparece, cuando uno tiene ulceras estomacales y te dice como debes curar, de dar solamente gotas de la resina o cuantas cucharadas debes tomar, o sólo dar como laxantes o una toma de curación general.
Según la encuesta realizada en la comunidad de Infierno, el 100% de los encuestados nos responden que los curanderos de esa localidad se dedican a curar las diferentes enfermedades, sea de naturaleza física o “daño”, recurriendo a la ayahuasca y el tabaco.
Ahora bien, el otro método para diagnosticar la enfermedad es a través del tabaco. El tabaco, a fin de que pueda tener sus efectos curativos se tiene que “icarar” (oracionar), y con ello se empieza a diagnosticar el mal. Nestor Lopez nos dice de la manera siguiente: “Ya como hemos dicho anteriormente, desde el momento en que uno toma en sus manos la pipa, uno ya siente la tensión en todo el cuerpo. Luego los silbidos o cánticos, cumplen una función específica de invocar a los espíritus a fin de que le ayuden en la curación. El cigarro también a uno ya le dice desde el inicio sobre la gravedad de la enfermedad. Así, cuando uno esta enfermo es amargo y en la medida en que le va curando se torna dulce. Un buen curandero, observa que en la medida que va curando el cigarro se pone de amargo a dulce, en esta etapa el curandero también sufre los efectos de la enfermedad, ya que de acuerdo a la gravedad el curandero puede fácilmente agotarse, sudar, al final termina totalmente agotado, en esos cinco minutos o diez minutos de curación existe un desgaste física, es como haber trabajado todo el día en la chacra con un machete.
Existen diferentes tipos de enfermedad-nos sigue diciendo- casi parecidos, pero que no son iguales. Todo esto uno lo siente mediante el cigarro. Cuando una persona esta sumamente grave, el cigarro es amargo, en otros caso el cigarro tiene un sabor a cadáver, esto por que el enfermo le han hecho daño con cadáveres del cementerio, en fin la maldad tiene diferentes formas de manifestación Al tabaco siempre nosotros lo icaramos con respeto, ya que a través de ello invocamos a los espíritus a fin de que a uno le ayude para curar”.
El problema en este tipo de curación es que al utilizar el sexto sentido mental para adentro del organismo (según el mismo informe de los curanderos) es un poco cansado, que cuando tomas el ayahuasca, que te pone directamente como en televisión, entonces se dice que ya no trabaja mucho el cerebro.

4.- CURANDEROS QUE SÒLO HACEN EL MAL

En los andes se les conoce como los “layqas” que son los practicantes de la magia negra, tienen poder a partir de lo subterráneo o trabajan con el “saqra” que es el diablo.
En la Comunidad de Infierno, de acuerdo al trabajo de campo realizado, se tiene información en el sentido de que actualmente la mayoría de ellos vienen practicando la magia negra. Tanto hombres como mujeres han aprendido la magia negra, por cuanto nos dicen que es “muy fácil de aprender”.
En la medida como viene penetrando el llamado “turismo de naturaleza”, la gente también entra en constante conflicto, todos quieren trabajar en las “empresas turísticas”. Esta situación genera enemistades y odios entre “colonos” y “nativos”. Para resolver esta situación en muchos de los casos recurren a la magia negra. Nadie puede mostrar “progreso”, ni movilidad social. Cuando se detecta esta situación de inmediato funciona la “maldad”. Así, por ejemplo nos decían muchos de los pobladores de la comunidad de Infierno, que cuando su tío mejoró su agricultura, de inmediato su “enemigo” le hizo la maldad y ahora su chacra no produce nada, las plantas se secaron. De igual manera, por el poder de curación existe “guerra” entre los mismos curanderos. Antes había más curanderos, incluso con el grado de Edocikuiana y chihuan. Ahora ya no hay, se van muriendo poco a poco, sin dejar a sus “sucesores”.
Al respecto nuestros informantes, José Luìs Yucra Salas y José Víctor Castañon nos cuenta, el de como uno de los curanderos adquirió poder de curación de manera sobrenatural, pero sus enemigos para evitar “competencia le cortaron el Poder. Nos dice: que “a Fermín Mishaca, un día le jaló el Yacu Runa, cuando se fue a bañar, se lo llevó dentro del agua, allí dice que había agricultura, había agricultores. En el fondo del río le interrogaron el de porque era mujeriego y si no contestaba no lo soltarían. Después de tres días recién lo soltaron. Desde entonces, se convirtió en el mejor curandero, ganaba bien. Pero sus enemigos, por que ganaba bien le cortaron el poder.
Otro caso, es el de Manuel Campana, que era uno de los mejores curanderos, que conocía las virtudes de las plantas, pero que hace tres años murió por rayo. Este rayo fue enviado por uno de sus enemigos que tiene la facilidad no solamente de dominar la naturaleza, sino que también se transformaba en felino.
De acuerdo a la encuesta realizada en la Comunidad de Infierno, sin embargo la gente en un 52% sigue creyendo que los mejores chamanes no están desapareciendo, pero el 48% si cree que los mejores chamanes de la comunidad si ya están desapareciendo.
Ahora bien, esta lucha de poder, entre los curanderos en esta comunidad es fuerte. Felipe Collantes nos informa sobre la forma como debe un curandero tener más Poder de curación y defensa frente a sus enemigos curanderos en el sentido de que cuanto más idiomas uno domina, más poder tiene. Por eso “En el tratamiento cuando uno hace. Si sabes cuatro, cinco seis, siete idiomas o dialectos, de acuerdo a la enfermedad que hay, por que hay diferentes tipos de enfermedades con diferentes tipos de lenguas también hechos el mal, entonces te queda fácil cuando tu conoces ese tipo de lengua, porque con esa misma lengua lo trabajas entonces mas rápido lo recupera el paciente, y cuando no sabes ninguna lengua nativa, es difícil entrar, uno hace esfuerzo, pero no lo puede levantar, no puedes penetrar, entonces que hace la parte contraria, con mayor gusto te agarra, entonces amaneces enfermo junto con el enfermo, ha veces mas graves que el paciente”.
Estos “shamanes” “maleros” para hacer el mal, recurren también a tomar la ayahuasca pero de una variedad que es la negra. Con esta variedad, el “shaman malero”, puede vengarse de sus enemigos por un lado y por la otra, puede tener muchos clientes que recurren a sus servicios para pedirle que castiguen a sus enemigos mediante el “mal” y solicitan que “amarren su ánima” para que muera secándose el cuerpo, o pedir al brujo que su alma se entregue a otros espíritus malos, quienes deben encargarse en matarlo.
Muchos investigadores sociales, al respecto nos dicen que estas “mesas negras”, se constituyen en un verdadero asesinato ritual, que indudablemente no son sancionados en nuestra legislación vigente, ni nadie podría creer sobre esta situación.
Estas practicas, de generar “maldad” a sus enemigos, ahora se viene extendiendo a la Población de Puerto Maldonado. Nestor Lòpez nos informa que; “En Madre de Dios, los curanderos actúan a través de las diferentes escuelas. Ellos no están solos, para demostrar su poder tienen que estar vinculados en una determinada escuela o tienen que pertenecer a una escuela de brujos. Así tenemos, por ejemplo, la escuela de los norteños y la de los curanderos de la sierra, luego tenemos la escuela de los curanderos o brujos de Brasil y finalmente la escuela de Madre de Dios. Los brujos, al realizar la maldad lo hacen en nombre de la escuela, por eso cuando uno tiene que asumir la curación tiene que vencer a toda la escuela y esto es un poco difícil. Los mas poderosos son la de la escuela brasileña.
En Madre de Dios- nos sigue diciendo- existen muchos curanderos que toman ayahuasca. La ayahuasca es una planta que sólo se usa para hacer el bien, para curar a los enfermos. No se puede utilizar esta planta para hacer maldades. Muchos ayahuascareros de esta zona, toman a veces ayahuasca para curar, pero al mismo tiempo para hacer maldad. En este caso, el brujo a fin de que la ayahuasca no lo mate por su maldad, toma en pequeña porción nada mas. En algunas oportunidad se observa que el ayahuascarero, le hace la maldad, luego lo tiene como su cliente y aparenta curarlo. Pero le cura lentamente, su objetivo es convertirlo en su eterno cliente”. (enfermo cautivo).
Luego finaliza, diciéndonos que “muchos llamados curanderos en Madre de Dios, venidos de la sierra y la costa, por necesidad de dinero ahora ya están haciendo mucha maldad, para convertirse en un brujo no se necesita mucha disciplina como se requiera para ser un curandero, que se internan al bosque por dos a tras meses, en donde no debe ver a una mujer, debe estar en ayunas, etc, El brujo malero lo hace por dinero, son como los sicarios que matan a la gente y cuando quieren tomar ayahuasca, simulan tomar la copa completa, pero en verdad sólo toman un poquito, por que si tomaran como es debido la ayahuasca lo castigaría por estar haciendo la maldad, por eso por miedo sólo toman la porción necesaria”.

5.- CURANDEROS QUE HACEN EL BIEN Y EL MAL

Tal conforme nos informa el curandero Néstor López, ahora muchos de los curanderos que antes solamente hacían el bien, por situaciones de necesidad, por falta de dinero, se vienen dedicando a hacer no solamente el bien, sino también el mal. Es más según la información recolectada sabemos que a muchos de los pacientes lo convierten en “clientes cautivos”, ya que de acuerdo a su condición económica lo mantienen en tratamiento por dos, seis, un año de curación. Luego cuando, ven por conveniente le dan de “alta sin decirle que ya esta sano” y como nos dice López, después de un año la enfermedad que es una “maldad” regresa o lo mata al paciente.
Ahora bien, en la comunidad de infierno, las constantes imputaciones de acusarse que es un curandero malero, que “ya no hace solo el bien, sino también el mal” es constante. Así, en la entrevista realizada a los principales curanderos que se dice que sólo hacían el bien, existen mutuas acusaciones de señalar que el “uno ya no hace el bien, se ha dedicado por dinero ha hacer el mal”.
Por eso, existe entre ellos, desconfianza, recelo. Cuando un curandero se enferma o algún enemigo del curandero se enferma o muere, de inmediato se señala que lo “enfermó o lo mató tal persona”. Por estas razones es que en dicho sector las fuerzas se han dividido entre familias, donde cada cuál quiere mostrar su poder.
Como quiera, que estos curanderos ya no están dentro de la “gracia de Dios” por conveniencias pueden tomar tanto la ayahuasca amarilla y también la ayahuasca negra. Depende de las circunstancias y la solicitud de sus clientes. Cuando se les pregunta si la “madre ayahuasca por este atrevimiento puede castigarlos”, algunos nos respondieron en el sentido de que “les puede matar”, por eso toman poco, no la copa completa. En cambio otros nos respondieron en el sentido de que no los mata, solamente los castiga, al extremo que lo deja mareado, con vómitos, los deja trapos.

6.- RITUALIDAD Y CEREMONIAS DE CURACIÓN.

Según las investigaciones realizadas por los antropólogos de la cosmovisión andina, se sabe que la ritualidad puede tener un carácter individual, como también colectivo. La curación ritual individual es para devolverle la salud individual, que ha sido generado por la infracción a la naturaleza o las deidades que gobiernan la naturaleza. En cambio las curaciones colectivas se realizan a los apus, a las deidades que existen en los ríos lagunas, etc, con el objeto de lograr el bienestar de la comunidad.
De la misma manera se sabe que dentro de esta ritualidad andina se distinguen tres áreas que son: 1.- La mesa blanca, mesa que agrupa todos los rituales de la medicina andina orientadas a suplicar por salud y bienestar, tanto curativo como profiláctico; 2.- Mesa gris, en la que se expulsa un mal, desgracia, embrujo, entre otras, echándolo de la víctima para sanarlo y salvarlo, 3.- La mesa negra.
El ritual del Kutichi (hacer regresar), consiste en devolver el “daño” al lugar de donde vino. El Kutichi, según los antropólogos es una mesa negra, por cuanto de que por eso de la llamada “teoría de la reciprocidad”, al que le hizo el mal se le debe devolver la misma maldad para que sufra con la misma intensidad.
Dentro de la mesa negra, también esta la que se llama el “Asesinato ritual”, en la que el enemigo es castigado con la muerte. Entonces, las ritualidades pueden ser de protección, de sus pacientes, ceremonia que pertenece a la mesa blanca, donde se suplican por la salud de su paciente, la mesa gris que es de carácter profiláctica de expulsión respectivamente.
Esta situación de las ritualidades en la amazonía, funciona de diferente manera. Las curaciones de un “daño” por ejemplo se puede realizar únicamente “icarando” al tabaco o mediante la “toma de la Ayahuasca. Aquí no se utilizan los llamados Despachos a la tierra, menos a los Apus. El trato es directo con los espíritus del bosque, ellos se encargan de curar y expulsar el “daño” .
Los curanderos o los mal llamados “shamanes” al ser escogidos por las deidades o los espíritus del bosque tienen que conservar su poder “dietando”. El pago a los espíritus de los ríos, de los árboles, entre otras es con el tabaco. Esto quiere decir que la teoría de la reciprocidad funciona acorde al medio ambiente donde funciona estas ritualidades de curación.
Nuestros informantes, José Luìs Yucra y José Víctor Castañon, nos cuenta “que en Puerto Capitanía existía un curandero, que logró trabajar con Yacu Runa y como pago al poder que le dio le entregaba tabacos en una lata de atún. El tabaco ofrendado a Yacu Runa era de su agrado, esto se notaba cuando de la lata no quedaba nada, se lo consumía todo el tabaco. Luego nos dijo, que los Yacu Runas, cuando quieren generar derrumbe, chupan el barro de abajo, luego se genera el derrumbe y por eso se le debe respetar a los yacu Runas”.
Sin embargo, debemos señalar que los cinco curanderos de la Comunidad de Infierno no tienen como práctica, mucho menor ritual constante ese pago a los espíritus del monte con el tabaco. Esto quiere decir, que la toma de la ayahuasca que se hace para satisfacer la curiosidad de los turistas hace que ya no se practique en forma constante, el ritual del llamado “pago a los espíritus con el tabaco”.
De igual manera, en la Comunidad de Infierno ha desaparecido la ritualidad de tomar la ayahuasca y luego tocar una pequeña flauta hecha de sanganga, que es una especie de carrizo, que florece o “ resucita” cada dos a tres años. Nos cuenta los pobladores que el sonido que genera es extremadamente melodioso, por eso los antiguos curanderos utilizaban esta flauta hecha de sanganga. A la fecha, solo se oraciona con silbidos o canciones.
Finalmente, debemos señalar que las áreas que se distinguen en los andes, no se observan con mucha nitidez en la comunidad de Infierno. Consideramos que esta situación debe ser estudiada con mayor tiempo de permanencia, ya que cuando una persona ”extraña”, les pregunta sobre quienes podrían ayudar a vengarse de su enemigo, de inmediato se despiden o se disimulan. Nosotros nunca participamos en los rituales de sesiones de “toma de ayahuasca negra para hacer la maldad”, sólo participamos en rituales de sesiones de ayahuasca para real

Maximiliano Ochante Sauñe.

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