Poco después del mediodía, en plena carretera a Chapala y a 500 metros del Aeropuerto Internacional de Guadalajara, donde suele haber constante vigilancia policiaca, un grupo de hombres armados secuestró a siete personas que había llegado a la ciudad en un vuelo procedente de Monterrey, tras bajarlas de un taxi.

Hasta anoche, ni la Policía de Tlajomulco, municipio donde ocurrió el “levantón”, ni la Procuraduría de Justicia de Jalisco, habían aventurado una explicación sobre los motivos del secuestro. Cuatro fueron identificados: Eulalio Ruvalcaba, Alfredo Ruffe, Carlos Ruiz y Juan Macario.

Todo ocurrió entre las 14:30 y las 15:00 horas. Por reportes de policía, se supo que las víctimas de secuestro habían llegado desde Monterrey, Nuevo León, en un vuelo al Aeropuerto tapatío. Al parecer se trataba de un grupo de trabajadores de un mismo negocio o empresa, pues solicitaron una camioneta de las llamadas van-taxi para viajar juntos hacia Guadalajara.

Ya en el taxi colectivo, el chofer salió del Aeropuerto, enfiló hacia la carretera a Chapala, avanzó unos 500 metros hacia la ciudad y, entonces, dos camionetas le cerraron el paso, una por delante y otra por detrás, que impedían que el conductor de la van maniobrara de cualquiera manera.

Testigos describirían más tarde, según información no confirmada por autoridades, que se trataba de una camioneta tipo Durango y otra tipo Lobo, y que el acorralamiento ocurrió en un punto muy transitado de la carretera.

De ambos vehículos bajaron entre siete y nueve hombres con armas cortas y largas, que amagaron al chofer y lo obligaron a detener el motor y a bajarse. Igualmente, obligaron a los siete viajeros a descender y los subieron a las camionetas. Al chofer lo sometieron en el mismo sitio y lo amenazaron para que se quedara callado y no volteara a ver por dónde se iban.

Luego de que los hombres huyeron, el chofer reportó lo ocurrido a su base, la cual dio aviso a las autoridades.

La denuncia movilizó a la Policía de Tlajomulco, a la Policía Federal división de Caminos y a elementos de la Procuraduría de Justicia de Jalisco. Más tarde incluso se vería a personal militar por la zona. Hasta el cierre de esta edición, ninguna autoridad había obtenido pistas sobre el paradero de los secuestradores o sobre las víctimas.

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