Entender el hinduismo

Ya hace un buen tiempo que se habló de Arjuna y Karna, de las diferencias entre éstos y Gautama Buda. Desde entonces dándole vueltas y vueltas al tema, para entender cosas que no me cuadraban, hasta caer en la cuenta de que budismo e hinduismo están relacionados, pero los contextos de los personajes de Arjuna y Gautama son distintos. Buda es más reciente, y supongo que el budismo que se inició con él es una rama “más joven” del hinduismo, que engloba tendencias muy diversas desde una antigüedad remota. De todos modos tengo que seguir buscando, pero encontré un texto que me parece clarificador a la hora de entender el hinduismo.

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Entender el hinduismo
Álvaro Enterría
Director de la editorial Indica Books, Benares

Es imposible comprender una civilización sin entender antes su “religión” (en el sentido más amplio de la palabra): su visión del mundo y el papel del hombre en él. No podemos pensar en comprender el antiguo Egipto sin captar mínimamente su religión, China sin intuir el sentido del confucianismo y el taoísmo, la civilización árabe sin tener en cuenta el motor del islam, la Edad Media europea sin imbuirse de la visión cristiana, el mundo moderno pasando por alto la mentalidad producida por los cambios científicos y tecnológicos. Esta filosofía básica de la vida, en torno a la cual se organizan casi todas las actividades humanas, distinta en cada pueblo, época y lugar, es la que define principalmente lo que es una civilización o cultura por oposición a las otras.

Hindú, hinduismo (así como India) no son palabras indias. Son palabras persas provenientes de “Sindhu”, el nombre del río Indo. Los indios llaman a su religión “sanátana dharma”, lo que se podría traducir aproximadamente por “ley eterna”, la naturaleza perenne del hombre y el universo. En tanto que “naturaleza”, abarca (o abarcaba antiguamente) todos los aspectos de la vida, todas las actividades del hombre, intentando encauzarlas poco a poco hacia el conocimiento espiritual, considerado como el fin último del hombre.

El hinduismo no es una religión en el sentido semítico del término. No tiene fundador, no tiene iglesia ni autoridad central, no tiene un libro único, ni siquiera tiene dogmas ni unidad de creencias o prácticas. En la India moderna, cuando se quiere hablar de “religión” en el sentido occidental del término, se usa a menudo la palabra urdu de origen árabe “mazhab”. Pues “dharma” no es una serie de creencias y reglas impuestas desde el exterior, sino la naturaleza profunda del hombre y las cosas. El dharma del fuego es quemar, el dharma del viento es soplar, el dharma del hombre es la humanidad. El sanátana dharma consiste así en la conducta y el camino para poner al hombre en armonía con su naturaleza profunda, con su ser interior, de los que su naturaleza superficial le aliena. Por eso, muchas veces se dice en la India: “el hinduismo no es una religión, es una forma de vida”. Según la escritora Rudrani Fakir [1]: ” ‘Religión’ es una terrible palabra, que en el mundo occidental ha divorciado a mucha gente de su propia religiosidad, al especializarse para designar los grandes sistemas religiosos y su maquinaria. La ‘religión’ india es el mucho más amplio dharma, el orden cósmico, natural y social que penetra hasta la más pequeña partícula de una totalidad armónica, incluyendo lo ‘profano’.” Según el estudioso español Raimon Panikkar, el hinduismo es antes una ortopraxis, una acción correcta, que una ortodoxia, una creencia correcta.

En palabras de Durga Das Basu [2]: “Si alguna religión del mundo ha sido muy mal comprendida, ésa es el hinduismo: no porque sea inexplicable, no porque sea irracional o ilógica, sino porque es tan inmensa. No prescribe ningún conjunto de dogmas o fórmulas para el ascenso espiritual, sino que ofrece un código de principios universales con múltiples deducciones a las que se ha llegado desde diferentes puntos de vista. Es como un enorme árbol baniano con miles de ramas y tallos, de manera que hay que recordar a incluso sus seguidores que una rama o tallo concretos no son el árbol.” Como el judaísmo y el islam, pero a diferencia del cristianismo y el budismo, los cuales se encontraron con una sociedad ya constituida, el hinduismo ha tenido que crear también toda la organización social sobre la que se estructura la comunidad, por lo que es inseparable del resto de la cultura o civilización.

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El hinduismo se ha formado por el desarrollo de una tradición primordial (el Veda) que ha ido asimilando y anexionándose diversos elementos exteriores. No funciona por oposición y exclusión de otras creencias, rituales y prácticas, sino por inclusión, digiriéndolas, adaptándolas e integrándolas en su inmenso vientre. Según el estudioso del tantra Mark Dyczkowski [3]: “Para intentar comprender la cantidad inmensa de datos de que disponen al estudiar la historia y la situación presente de las religiones de Asia del Sur, los estudiosos la analizan en términos de una influencia recíproca entre dos tradiciones. Estas han sido definidas de varias maneras, como por ejemplo ‘aria’ y ‘no-aria’, ‘sánscrita’ y ‘no-sánscrita’, ‘védica’ y ‘no-védica’, ‘brahmánica’ y ‘shramánica’, ‘urbana’ y ‘rural’, ‘erudita’ y ‘popular’, ‘escritural’ y ‘oral’. Se podrían añadir muchos más términos a esta lista de polaridades supuestas, lo cual ya en sí mismo testifica elocuentemente sobre la incertidumbre en que están envueltas.” En palabras de Agustín Pániker [4] “Las etiquetas ‘budismo’, ‘hinduismo’, ‘taoísmo’ y otros ‘ismos’ han sido fundamentalmente impuestas por vecinos y conquistadores. El proceso de cosificación de las tradiciones Indicas es un fenómeno reciente, indisociable de la islamización del sur de Asia (siglos XIII-XVIII) y, en especial, de la colonización europea (siglos XVIII-XX) y el desarrollo de los nacionalismos asiáticos (siglos XIX-XXI).”

Podríamos decir que el hinduismo forma una estructura y visión del mundo básica que integra en su seno a muchas religiones, filosofías, cultos y formas de vida, dándoles un sentido metafísico y una unidad, a la manera de un gran tronco del que surgen innumerables ramas. Al no poseer dogmas rígidos, es capaz de absorberlo todo. Acepta todos los caminos hacia la Divinidad, válidos cada uno en su nivel respectivo. Como dice la Bhagavad Guita (1V-11): “De cualquier manera en que los hombres Me amen, de esa misma manera encuentran Mi amor, porque muchos son los caminos de los hombres, pero todos vienen al final a Mí.” Esto explica la gran tolerancia religiosa que ha predominado en la India, y lo poco comunes que han sido el fanatismo y la intolerancia religiosa, ambiente éste que duró hasta la llegada del islam.

El hinduismo integra desde el culto más elemental hasta la más alta metafísica, y entre estos dos extremos no hay solución de continuidad. El santo o el filósofo no desprecian los niveles inferiores, pues saben que todo el mundo no puede tener la misma comprensión. La creencia en la transmigración y el sistema social de las castas hacen que no se exija ni espere lo mismo de todo el mundo.

Occidente tiende a ver como contradictorios a distintos sistemas de pensamiento o culto que dicen aparentemente cosas diferentes, pues está acostumbrado a pensar en términos excluyentes de acuerdo al principio de no-contradicción. Pero para el pensamiento hindú todas las ideas son a lo sumo aproximaciones a la verdad, y ninguna idea, ningún concepto ni símbolo pueden encerrar o limitar a la última realidad. Esta es necesariamente inexpresable, y sólo “conocible” por identificación, por experiencia directa. La mente india no se satisface con una única respuesta. Lo que es cierto a un nivel desde un punto de vista deja de serlo al contemplar las cosas desde otro punto de vista más elevado: toda enunciación depende del punto de vista. Así, parecen coexistir en el hinduismo el politeísmo, el monoteísmo, el panteísmo, el ateísmo, el dualismo y el no-dualismo, que no son aquí categorías excluyentes, sino visiones distintas de una misma realidad, dedos que señalan a la luna desde distintos lugares. “Así como los sentidos, por ser múltiples, disciernen diversos aspectos de un solo objeto, de la misma manera las diversas escrituras presentan múltiples aspectos del Supremo, que es Uno”, dice el Bhagavata Purana.

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La visión hindú de la vida es lo que se llamaría hoy “holística”. Considera que todo lo que hay constituye un todo inseparable, donde cada parte refleja a las demás. El universo no es la creación de un Dios exterior, sino la manifestación de lo inmanifestado, la Realidad Última expresándose por medio de innumerables formas, en una tragicomedia (lila) donde todas las posibilidades o potencialidades se manifiestan en innumerables universos. Detrás y más allá de todo lo que hay está pues la Divinidad, no como algo exterior, sino como la esencia más profunda, el ser real de todo lo existente, dirigiendo el universo desde dentro. Por este fuerte sentido de inmanencia, de la presencia divina en todo lo que existe, en la India todo, desde una piedra hasta un hombre, puede ser divinizado y recibir culto, pues a través suyo se intuye el espíritu eterno.

En el hinduismo se otorga una gran importancia a la experiencia espiritual. Una tradición espiritual muy desarrollada, que hunde sus raíces en una antigüedad muy remota, se ha venido transmitiendo de maestro a discípulo. Mientras que en Europa los místicos han tenido que ir a menudo a contracorriente para ser más tarde aceptados a regañadientes y santificados, en la India los místicos (las personas con experiencia espiritual) son la base misma de la tradición, y la amplitud y maleabilidad del hinduismo les han ofrecido un gran campo de acción, aunque ocasionalmente se han enfrentado a la ortodoxia sacerdotal. El santo constituye en la India la cumbre de la pirámide social.

El fin último del hombre según la visión hindú es moksha o mukti, la liberación de todas las ataduras y limitaciones de la existencia condicionada (en este mundo o en mundos celestiales) mediante la unión con la Divinidad, o mejor dicho mediante una iluminación o toma de conciencia inmediata y directa de que uno siempre ha estado unido a la Divinidad. Sin embargo, este es un ideal muy remoto para las masas hindúes, que aspiran únicamente a ascender a un mundo celestial tras la muerte o conseguir una encarnación mejor en su próximo nacimiento, y a que sus rituales y oraciones sean contestados por beneficios concretos en este mundo. Pero el pueblo indio es sinceramente religioso y posee una gran devoción. En la India da la impresión de que de alguna manera los dioses están presentes entre los humanos. Lo sagrado, ya casi totalmente desaparecido en Occidente, aún está muy presente en la vida de los indios. Pero, al contrario que en Occidente donde se separa lo sagrado de lo profano, esta división apenas existe en la India. La espiritualidad y la mundanidad, la vida diaria y lo sagrado se mezclan continuamente, lo que a menudo choca al visitante.

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En la religión hindú se pueden distinguir tres corrientes. Una es la teológico-filosófica, la ortodoxia brahmánica preservada por los pándits o brahmanes eruditos que estudian y transmiten las escrituras; esta corriente está muy debilitada hoy en día, al carecer los pándits en la sociedad moderna del prestigio del que gozaban hace una generaciones y de medios de vida dignos. La segunda está básicamente formada por los sadhus y saniasis (monjes errantes) que atesoran las enseñanzas más secretas e interiores y las transmiten por iniciación de maestro a discípulo. Ellos son quienes han conservado y conservan los conocimientos más espirituales, a pesar de que en su mundo se den también con cierta frecuencia el desvarío, el comportamiento estrafalario y el parasitismo. Y a estas dos corrientes hay que añadir el hinduismo popular, mezcla compleja donde se juntan miles de ritos, cultos, creencias y supersticiones junto con una cierta forma de vida.

La mayor fuerza del hinduismo, lo que le ha permitido perdurar y readaptarse a circunstancias muy distintas a lo largo de los siglos, es su flexibilidad y descentralización. En la India ha habido siempre una gran tolerancia en cuanto a las ideas, mientras que se exige de cada uno el comportamiento adecuado. Al contrario que en Occidente, la sociedad es bastante cerrada, mientras que siempre ha habido una gran libertad intelectual.

Apenas nunca ha habido persecuciones religiosas ni quema de libros o herejes en la India, y siempre ha existido una gran libertad de pensamiento. Los filósofos y pensadores exponían sus ideas libremente, y las únicas peleas eran dialécticas. Buddha predicó libremente su doctrina heterodoxa hasta su vejez sin que nadie se lo impidiera. En Kerala han existido desde hace siglos comunidades cristianas, judías y musulmanas a las que se dejaba total libertad de practicar su culto y seguir sus costumbres. Bajo el reinado de Shivaji, el líder maratha que luchó contra el fanatismo y la intolerancia del emperador musulmán Aurangzeb, había una iglesia cristiana y muchas mezquitas en Puna, la capital, y los creyentes de estas religiones no eran molestados en lo más mínimo.

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© 2006 Alvaro Enterría
Capítulo: “El hinduismo – Introducción”. Extracto del libro “La India por dentro. Una guía cultural para el viajero”. Editado por J.J. Olañeta e Indica Books- 2006

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[1] Rudrani Fakir: The Goddess and the Slave. The Fakir, tlw Mother and Maldevelopment. Indica Books, Varanasi, 2006.
[2] Durga Das Basu: The Essence of Hinduism, Orient Longman.
[3] Mark S. G. Dyczkowski: A Journey in the World of the Tantras. Indica Books, Varanasi, 2004.
[4] Agustín Pániker: Las tradiciones índicas. Dinámicas del hinduismo, el budismo y el jainismo hasta el periodo colonial. En Arte sagrado de las tradiciones índicas. Hinduismo, budismo, jainismo. Casa Asia, Barcelona, 2005.

4 Commentsto Entender el hinduismo

  1. Banned Chipola dice:

    Solo como nota la india es la cuna del budismo.
    En india nacio el budismo, en china florecio y en japon dio sus frutos (dicho budista).

    Antes del “budismo hinduista” no se tiene mucha informacion de las costumbres religiosas que habia, se presume que era algun tipo de Vedas.
    (decadencia de occidente)

  2. Vaelia dice:

    Aunque el budismo nació en la India, tuvo bastante más éxito fuera que dentro de ella. Se supone que el incremento de seguidores del budismo en India viene dado por los cambios sociales que afectan a las castas más bajas, y a la recepción de exiliados tibetanos.

    Ahora, respecto a lo segundo; Buda nace en el s.VI a.n.e. , los hechos de su vida y demás se transmitieron por tradición oral y no se pusieron por escrito aprox. hasta el s. I de nuestra era. El Rig Veda (el principal de los Vedas) se considera puesto por escrito (antes había sido tradición oral) como muy tarde en el s.XI a.n.e (otros autores los datan en fechas bastante más antiguas). Los Vedas son extensos y de ellos derivan muchos conocimientos, que pueden considerarse religiosos o no según se vea, que a pesar de las invasiones sufridas por la India (musulmanes primero, británicos más tarde) se conservan más o menos hasta la fecha. Los Vedas no son los únicos escritos conservados que remiten a fechas anteriores a Buda.

    No sé que tiene que ver con la decadencia de occidente, todo esto, salvo el expolio británico que sí hizo bastante daño, y las estupideces que se hacen hoy en día del tipo hacer yoga como si fuera gimnasia. Tampoco he tenido tiempo de estudiarlo en mayor profundidad, pero de todos modos por lo que parece hay material tanto escrito como vivo suficiente como para tener ideas precisas acerca de las costumbres religiosas de la India, antes del nacimiento de Gautama e independientemente de él, después. De hecho, si la tradición hinduísta anterior y posterior al budismo no estuviera clara en ciertos puntos, no se llegaría a diferenciar del mismo.

    En fin, que por eso no entendí a qué se refería la segunda parte del mensaje.

  3. Banned Chipola dice:

    Perdon, se me olvido decir que decadencia de occidente es el titulo de un libro donde hablan de…eso, de los ciclos por los que pasa toda una cultura.

    Libro muy recomendable.

  4. mastin dice:

    Vaelia,felicitaciones mil por poner un escrito tan bonito sobre el hinduismo.me ha traido a la memoria lo que lei en el libro de swami vivekananda “la via del yoga”.decia precisamente que da igual cuantas religiones o sectas pueda haber pues el dios es el mismo para todos.tenia el librito rafagas puras de tolerancia.un saludo desde aragon