La negativa al llamado

Nota previa; el autor pone como ejemplo para estas líneas el ejemplo del mítico rey de Creta, Minos. Cuando luchaba con sus hermanos por el derecho al trono, Minos pidió al dios Poseidón que enviara como señal de su derecho un toro divino, que sería sacrificado como ofrenda y símbolo de servidumbre. Poseidón envió al toro del mar, pero al ver el expléndido ejemplar, Minos decidió guardárselo para sí y sacrificar en su lugar uno de los que ya tenía, pensando que el dios no lo tomaría en cuenta.
El impero de Minos creció y prosperó, pero en venganza por su ofensa, Poseidón inspiró a la reina Pasífae el amor por el toro divino que su esposo le había robado, de modo que de la unión de la reina y el toro nació el Minotauro que Minos se encargaría de encerrar en el laberinto.

Fuente : Joseph Campbell, “El Héroe de las Mil caras”, Ed.Fondo de Cultura Econónima, México D.F., 2000

pp.21

“De acuerdo con la antigua leyenda, la falta original no fue de la reina sino del rey, y él no pudo culparla, porque recordaba lo que había hecho. Había convertido un asunto público en un negocio personal, sin tener en cuenta qye el sentido de su investidura como rey implicaba que ya no era meramente una persona privada. La devolución del toro debería haber simbolizado su absoluta sumisión a las funciones de su dignidad. El haberlo retenido significaba, en cambio, un impulso de engrandecimiento egocéntrico. Así el rey elegido “por la gracias de Dios”, se convirtió en un tirano acaparador. Así como los ritos tradicionales de iniciación enseñaban al individuo a morir para el pasado y renacer para el futuro, los grandes ceremoniales de investidura lo desposeían de su carácter privado y lo investían con el manto de la vocación. Ese era el ideal, ya se tratara de un artesano o de un rey”

pp.61-62

A menudo en la vida actual y no poco frecuentemente en los mitos y cuentos populares, encontramos el triste caso de la llamada que no se responde; porque siempre es posible volver el oído a otros intereses. La llamada no atendida convierte la aventura en una negativa. Encerrado en el fastidio, en el trabajo duo, o en la “cultura”, el individuo pierde el poder de la significante acción afirmativa y se convierte en una víctima que debe ser salvada. Su mundo floreciente se convierte en un desierto de piedras resecas, y su vida pierde todo significado, aún cuando, como el rey Minos, pueda tener éxito a través de un esfuerzo titánico en la formación de un imperio de renombre. Pero toda casa que construya será la casa de la muerte, un laberinto de paredes ciclópeas para esconder a su vista su propio Minotauro. Todo lo que puede hacer es crear nuevos problemas para sí mismo y esperar la aproximación gradual de su desintegración.

(…)

Los mitos y cuentos populares de todo el mundo ponen en claro que la negativa es esencialmente una negativa a renunciar a lo que cada quien considera como su propio interés. El futuro se ve no en los términos de una serie de inevitables muertes y nacimientos, sino como un sistema concreto de ideales, virtudes y finalidades de uno y como si se establecieran y se aseguraran ventajas. El rey Minos retuvo al toro divino cuando el sacrificio hubiera significado sumisión a la voluntad del dios de su sociedad; porque prefirió aquello que concibió era su provecho económico. Por eso fracasó en el papel vital que había asumido, ya hemos visto con qué terribles efectos. La divinidad misma se convierte en objeto de terror, porque obviamentem si uno es el dios de sí mismo, entonces Dios mismo, la voluntad de Dios, la fuerza que ha de destruir nuestro sistema egocéntrico, se convierte en un monstruo.

(…)

El individuo es hostigado, de día y de noche, por el ser divino que es la imagen del yo vivo dentro del laberinto cerrado de nuestra propia psique desorientada. Los senderos que llevan a las puertas se han perdido; no hay salida.

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9 Commentsto La negativa al llamado

  1. TATANKA dice:

    Suena un poco a JIhad…no?

  2. Vaelia dice:

    Es obvio que las mitologías y cuentos convierten a los personajes del mundo exterior en agentes externos, como dioses, demonios, doncellas, monstruos, etc.

    En este caso concreto el pacto era con un dios (Poseidón), pero lo importante es que Minos falta a su palabra, ofende a lo que se ha consagrado, rompe un compromiso con su deber para con su pueblo, establecido además por voluntad propia.

    Y está fallando a su deber por el propio interés, que es lo que no se perdona al héroe, o al iniciado, en ningún caso. Por ahí se accede a la espiral descendente de la miseria del alma. Y sí, es triste, pero también es real: aunque tengamos en ocasiones algunas oportunidades, no siempre se puede volver atrás y hay finales desgraciados.

    El Juez personal de cada uno está en su interior ( me refiero a el juez en el sentido noble de de la palabra; no una figura tirana, o castradora), y por más que trates de callarlo, ahí queda, y por más que trates de esconderte nada puede ocultarte a sus ojos.

    En resumen, se trata de ser capaz de verse al espejo, o no.

  3. TATANKA dice:

    Hay jueces que deben destruirse, otros también deben juzgarse…lo digo en el sentido que mencionas, de las figuras de cuentos como rasgos psicológicos de lo humano. Si, hay que mirarse al espejo, pero quien te hereda el espejo? a veces son los padres, maestros o personas que admiramos… el espejo ni siquiera es nuestro muchas veces…entonces ahí si que hay que re-evaluar muchas cosas. Por lo general el juez interior es un mecanismo de supervivencia, al cual pocas veces agradecemos, pero si no te deja vivir, bueno, hay que destruir dioses muchas veces…

  4. admin dice:

    [color=#00FF00]Este es el correo que no podia poner Vaelia.

    En la línea de Campbell, el héroe está al servicio de las fuerzas de la Vida, un regenerador, que combate aquellas otras figuras que estancan o desvian estas fuerzas del lugar donde deben llegar.

    En este sentido, el héroe es lo vigente frente a lo caduco, lo vivo contra lo que empeza a descomponerse. El héroe no es un conservador , porque aunque la paz lograda por sus hazañas pueda durar 1000 años, no es eterna; tarde o temprano el mundo envejece y es necesario iniciar de nuevo la batalla.

    No se encarga de preservar las formas, sino las esencias; como oí decir a un maestro hindú, en el origen de todas las tradiciones hay un significado, pero pasado el tiempo, es posible que pervivan las costumbres, por ser útiles, pero se olvida este significado original, y ya no son expresiones válidas para su cometido original.

    Tenemos historias que hablan de nuevos dioses contra viejos dioses – que son en este contxto más que la consecuencia lógica de la sucesión de estratos culturales – , como el enfrentamiento de los Olímpico contra los Titanes, o las aventuras en las que los dioses son burlados para traer algún beneficio al hombre, como el robo del fuego por parte de Prometeo.
    Sin embargo la historia de Minos no es la de un héroe, sino la del tirano que debe ser combatido por éste. Tal vez no está fuera de lugar comentar que la función de un monarca de la antigüedad es tanto de poder político y militar como religioso y, en cualquier caso, la función del humano que ostenta el poder es la responsabilidad de emplearlo en beneficio de su comunidad. Pero Minos emplea los privilegios de su posición en su propio beneficio y en detrimento de la comunidad a la que debe servir.

    La ofensa no es al dios Poseidon, porque éste sea dios (es una circunstancia secundaria en el tema que nos ocupa), como a la función real, y a sus congéneneres. Minos trae la desgracia a sí mismo y a los suyos, y el castigo de Poseidón, el nacimiento del Minotauro, no es sinó un medio para que la situación alcance la gravedad suficiente para que el secreto de la falta cometida Minos – hasta el momento nadie sabe de ella- sea algo evidente y crítico (pues por más que lo esconda en el laberinto debe alimentarlo con los hijos y las hijas de la misma comunidad) y haga su aparición el héroe de esta historia, que es Teseo.

    Aferrado al poder, apropiándose de lo que no es suyo, Minos rompe su promesa, y faltando a su deber, pervirtiendo la función que le ha sido otorgada. La historia de Minos cuenta el modo en que las cosas se estancan y empiezan a podrirse, cuando ya no son útiles y molestan a las fuerzas de la vida, el punto en el que empieza la espiral descendente de la descomposición. Es la historia también de aquellos que faltan a su compromiso, y en lugar de tratar * al menos * de enmendar la falta cometida, reúsan su responsabilidad y se aferran a un falso orgullo, a su ambición, a las apariencias que les han vencido al dejar de lado lo esencial de su cargo.

    Los mitos tienen muchas lecturas. Tienen la carga ideológica y doctrinal de las sociedades, los lugares y tiempos en los que fueron escritos; del mismo modo que, al reencontrarlos hoy en día, por primera vez, les aplicamos nuestra propia carga ( a mi siempre me ha caído mejor el Minotauro que Teseo). Liberándolo – y liberándonos – de estas cargas, es posible localizar el núcleo que va más allá de estas capas más o menos superficiales, y guarda relación con la transmisión de un conocimento humano que es también más profundo que las reglas de una sociedad restringida en una época y un enclave geográfico determinados.

    Quien nos lega el espejo en el que somos o no capaces de vernos, recibe nombres diversos según la tradición que hable del tema, y pervive en cada uno de nosotros formemos o no parte de una tradición. … En cualquier caso anda bastante lejos de los condicionamientos sociales o familiares, así como del resto de las deformaciones que se quieran añadir a la visión de uno mismo y el mundo. Ahí está la cuestión.

    Sólo hay un espejo válido para cada uno, y está claro que es su tarea localizarlo.
    Estamos en paz con él cuando somos íntegros, y hacemos lo que debemos hacer, le parezca bien o mal a nuestra familia, a la sociedad, a la tradición, a los libros sagrados o a quien sea. Estamos en paz con él así desterremos a un viejo ídolo, o burlemos a un Dios, o señalemos que el traje nuevo del emperador es una patraña y ese hombre va desnudo. En el Ciclo del héroe, no pocas historias presentan a un héroe que, para cumplir su misión, tiene que salir corriendo con el tesoro robado, o aquel otro que, terminadas sus tareas, regresa a un lugar en el que no son reconocidos sus méritos, y se ve despreciado y rechazado.

    Sin embargo, si fallamos a lo que respetamos, si nos fallamos a nosotros mismos, a nuestro compromiso y responsabilidad, entonces aunque el mundo que ignora nuestra falta o incluso es su cómplice nos aplauda, el estruendo de las ovaciones no logrará acallar el susurro de esa conciencia que observa que hemos hecho algo mal. No importa si no se la quiere escuchar o se ignora directamente; de todos modos andará incordiando de alguna manera, con las mismas armas que tiene nuestro subconsciente para llamar la atención, in crescendo. Y así, como en Macbeth, algunos que se empecinan en ocultar o justificar con variadas e inservibles excusas la falta cometida, enloquecen y se desquician, y tratan de lavar a escondidas una y otra vez una manos manchadas de sangre que nadie, sino ellos mismos, ven.

  5. TATANKA dice:

    Por una parte es interesante lo que comentas…por otro, es muy difícil continuar universalizando a los griegos basándonos en un mito que está enclavado en el contexto donde se origina (la cultura griega, 600 o 700Ad *?).

    De los arquetipos que indicó Jung, hay que entender que son creaciones sociales localizables en tiempo y espacio, no necesariamente “divinas” y mucho menos “naturales” (eso si, muy creativas)…los espejos, por ejemplo, son grabados y pulidos con sangre, generación tras generación… y digo con sangre por que el otro lado del espejo no es la identidad propia, o la buena o mala conciencia (ejercida por nosotros o hacia nosotros) sino que el espejo es ademas la lente con la que se mira “lo real” : lo que funciona para la supervivencia para una generación debe ser pasado a la otra, mediante mecanismos que van desde los mas pedagógicos y civilizados hasta los mas crueles.

    Por otro lado podríamos hablar de los memes, que son esas unidades de información cultural (parecidos a los genes, pero a nivel cultural) que hace que la gente le tenga miedo a las ratas o a los insectos dadas las muchas epidemias que estos animales han esparcido en el pasado a nuestros congéneres, creando así una especie de situación “general natural” de repudio a las ratas o las cucarachas, pero que fue en realidad forjada socialmente, no divinamente creada, ni como un “chip incorporado” dado por la naturaleza: simple creación social.

    La version griega del pecado es la “hybris”, que por un lado puede entenderse como orgullo y por otro- en otras escuelas filosóficas- como el libre albedrío o la capacidad del hombre para crear valores por encima del devenir y de los dioses. La historia de Minos habla de la hybris, de como el hombre-rey deja de estar sujeto a los dioses por voluntad propia…en ese sentido puede tener un significado oculto, no el simple algoritmo: premio-castigo.

    Triste o no, de todas las escuelas filosóficas griegas la única que ha sobrevivido es la escuela lógica socratica y platónica (lógica que funciona en la representación de apariencias) , estos veían en la “hybris” -esa capacidad de oponerse a los dioses y al destino- algo “desagradable, feo, innoble” . Es esa dialectica (la socratica-platonica) con la que aun construimos nuestros algoritmos lingüísticos modernos, de modo que “nuestro” concepto de “realidad” sea simplemente un asunto dual: luz y sombra o premio-castigo. Quizás por eso, entender los mitos griegos bajo una óptica socratica resulte ser un acto simplemente bárbaro.

    Valga decir que la razón dialéctica no esta a favor de la fuerza de la vida, sino todo lo contrario (daría ejemplos, pero son demasiado extensos e hiper-conocidos).

    Por otro lado nos hemos acostumbrado a ver a los griegos como un pueblo universal: desde el nombre que damos a planetas y constelaciones, hasta conceptos como “el complejo de Edipo” acuñado por Freud. Pienso que hace falta hacer una revisión en este punto.

    De alguna manera puedo entrever que aunque el tópico es el mismo, estamos discutiendo por vías y con miradas diferentes: tu reiteras la idea de “corrupción del alma” como consecuencia a una promesa rota y yo lo veo como algo que tiene que ver con un bagaje histórico que permitió la creación de las leyes judiciales (interiorizadas) en un momento y geografía determinadas.

    Me refiero aquí al concepto de “deuda” y como esa deuda, por lo general en occidente, esta ligada al “escarnio”.

    Podríamos también hablar en términos mas morales de “culpa y pecado” que sin duda también son conceptos occidentales y que se han aplicado a la sociedad moderna de forma visible: cárceles, manicomios e instituciones que llevan a cabo el “castigo contra los deudores” o aquellos que “rompieron la ley”. Particularmente, no veo un momento en donde se pueda sustraer este estado de cosas a lo que conforman nuestra imaginación mítica o mística si se quiere. Me resulta difícil pensar en un “espejo” que se da de forma natural y que es impermeable a los castigos y dolores que desde la infancia se infligen por manos de quienes actúan como emisarios del dios en version laica (leáse: padres, maestros, instituciones penales, etc.) Seria más romántico pensar que el espejo donde nos reflejamos nos lo dan las hadas, eso si. Pero el espejo también es mutable, no es el mismo a los 5 años de edad que a los 45…entonces, la idea del espejo como eso inmobil también tendría que revaluarse como imagen…es un espejo que crece, cambia de textura y profundidad a medida que tu lo haces? o es acaso una especie de tabla de la ley? un espejo de piedra?

    Intento entender como la idea de “corrupción del alma”, es una idea de fondo a favor de las fuerzas vitales y no lo consigo…en un estado “legalista” esta claro que los procesos de expiación, castigo y mortificación han sido taladrados en la psiquis de las personas al punto en que hoy vivimos con cámaras de seguridad rastreando cada una de nuestras acciones….¿por el bien de la vida?

    Reitero la idea de que los griegos no son un pueblo universal ni mucho menos… valdría anotar como otros pueblos se mueven alrededor de estas ideas pero cuyo precio no es: “la corrupción del alma, el pecado, el escarnio y la expiación de la falta”. Como ejemplo muy claro, están los samurais que simplemente se quitaban la vida -“harakiri”- cuando rompían o no cumplían con sus “promesas” en un estadio muy anterior al de corromperse…
    Otro buen ejemplo, más ilustrativo, sobre las transgresiones de un rey podría ser la de Rabinal-Achi (pueblo de origen Maya) en este caso el rey al trasgredir las normas divinas de territorio es juzgado y sacrificado, pero antes se le concede el deseo de bailar con la mujer mas bella de la tribu. En este caso, no hay “corrupción del alma” ni “expiación” ni “pecado” como condimento a las transgresiones del héroe.

    Además, la lectura que yo le doy al la historia del rey Minos, es más política que mística: tiene relación con un ejercicio de gobierno (obsesión griega, pre-democrática). Por otro lado es una historia aristocrática donde la posición del rey es incuestionable por su pueblo…En una version hipotética , el pueblo (personaje olvidado y mudo) bien podría oponerse al rey, destronarlo y hacer su voluntad. En ese sentido político, la historia de Minos, es una historia hipócrita que divulga la premisa de: “los dioses se ocupan de castigar al rey, su alma esta enferma y su corazón triste, luego, no es necesario una rebelión…” actitud pasiva y parasitaria, esperar un juicio divino antes que ir a la acción…bajo esta óptica, la historia de Minos tiene un trasfondo conservador del estado, del status quo, en la que el pueblo es castigado por el rey y llevado a ser devorado por la bestia del laberinto, pero el rey solo es ajusticiado por los dioses, en ese sentido continua siendo intocable.

    Y ni que decir de las historias donde son los dioses quienes engañan al los hombres…eso ya es otro tema.

  6. Vaelia dice:

    De alguna manera puedo entrever que aunque el tópico es el mismo, estamos discutiendo por vías y con miradas diferentes: tu reiteras la idea de “corrupción del alma” como consecuencia a una promesa rota y yo lo veo como algo que tiene que ver con un bagaje histórico que permitió la creación de las leyes judiciales (interiorizadas) en un momento y geografía determinadas.

    Sí, desde luego, yo estoy tratando de hablar del Ciclo del Héroe y lo que pensaba el hombre que escribió sobre él, y tu te dedicas a hacer, de un modo muy inspirado, el cuestionamiento concepto por concepto , de modo que, por poner un ejemplo simple, si yo digo que “el queso se hace con leche”, tu harás una intervención del tipo “pero… podemos llamar realmente leche a eso que llamas leche?” XD

    Lo cual es interesante, dado que es aportación de calidad, pero también es offtopic.

    Por mi parte, creo que he expresado con suficiente claridad lo que tenía que transmitir con ese mensaje, que es algo bastante sencillo y para lo que algunos de aquí tenemos en nuestras mentes ejemplos de personas que han pasado por ese proceso degenerativo.

    Sólo me queda anotar, para futuros lectores de Campbell, y por hacer justicia al autor, que su obra no está en absoluto centrada en el ámbito griego, ni pretende en ningún momento hacer un trabajo de universalización de éste; en ella se encuentran al mismo nivel que la de Minos historias procedentes de diferentes épocas y lugares repartidos en los cinco continentes, procedentes de culturas muy diversas.

  7. TATANKA dice:

    Pues en parte creo que no esta del todo off-topic, cuando en realidad me refería al concepto matriz que expones de “degeneración del alma”.
    Yo no digo que la leche no sea leche, más bien que hay leches adulteradas y otras con fecha de vencimiento que ya expiraron…(no por haber sido leche sigue siendo leche).

    Doble off topic. Saludos.

  8. Ernesto dice:

    Voy a meter mi cuchara con pocas líneas.

    En mi opinión, el mensaje del mito, y si no me equivoco lo que trataba de decir Vae es lo siguiente.
    Las personas (en este caso el héroe, bien podría ser el rey, el mago, el santo, o el hombre medicina), en su camino en determinado momento hacen un compromiso con LA LEY, Dios, los Dioses, el Gran Espíritu o como le quieras llamar, en base a una serie de principios o valores (los cuales seguramente serán, lo ideales de buenos valores de su determinada cultura).
    Se comprometen a seguir esos valores, defenderlos y promulgarlos, a cambio de eso se obtiene algo, podrá ser el alma, la sabiduría, el reino, la capacidad de curar, etc.
    Entre mejor sea el desempeño del sujeto en ese compromiso, más grande y noble es lo que obtiene.
    Entonces, que sucede cuando si ese hombre, traiciona los principios a los que juró ser fiel, si traiciona LA LEY, LEY en base a la cual obtuvo todos sus éxitos, luego de haber obtenido una serie de cosas?

    Es similar a la historia de salomón (que no es griega) y de varios de los personajes de la biblia, que en cuanto traicionaron la ley que juraron obedecer (y que en base a su fidelidad obtuvieron su exito), recayó la desgracia sobre ellos.

    Trasladandolo al ambito nativo americano.

    Si no me equivoco, para ser portador de la pipa, el hombre medicina debe regirse por una serie de reglas, es decir, hay cosas que puede hacer y otras que no, porque hizo un compromiso con el Gran Espíritu, compromiso y reglas que al seguirlas le han facultado a que pueda hacer lo que hace con la pipa.
    ¿Qué sucede cuando el portador de la pipa quebranta esas reglas, cuando hace algo que se supone no debería hacer?

    Ya me hice bolas, y creo que soy bastante mas burdo que ustedes en expresar las cosas pero creo que de eso trata el asunto.

    Ernesto

  9. TATANKA dice:

    Seria irresponsable dar una respuesta detallada sobre lo que dices, a sabiendas de la caza de información de este tipo que buscan otras personas, eso sin mencionar que es muy off topic. Pero si voy a decir una cosa que es bueno tener en cuenta y que creo que es bueno no dejar sin señalar en este espacio ya que lo comentas, para no dejarlo en el aire:

    1. tener una pipa no es ser chaman. Y básicamente, por norma general el consumo de drogas seria lo que daña el compromiso de quien cuida de una pipa.
    2. también es posible ver a los “hombres-santos” que continuamente se sienten indignos, sucios, degenerados ante la deidad a la mas mínima infracción como comer carne de cerdo o tocar a una mujer…(es el otro extremo y ya lo sabemos, los extremos no son buenos).

    Por otro lado, me refería más a como en un espacio publico hablar de “degeneración espiritual” salta algunas alarmas, ya que es una palabra que en algunos sentidos se ha usado para señalar la intolerancia hacia minorías étnicas, de genero, políticas y hasta filosóficas…ejemplos: las cazas de brujas o los llamados artistas degenerados en la Alemania de los años del 3er Reich o la intolerancia hacia los movimientos reinvindicativos de la mujer en el espacio del siglo 19.

    Por otra parte, digamos que cuando alguien comete errores siendo un caminante serio, ya de por si, tiene a su disposición los medios para enmendar sus equivocaciones, sacudir el polvo y seguir adelante…
    Y las personas que en mi experiencia se han “degenerado” en el campo de la espiritualidad por ejemplo, son personas que nunca fueron serios para comenzar y no han aprendido los medios para equilibrar todo aquello que hacen mal.