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Karma y Toradh

Mensaje 1 de 5 en la discusión
De: Áuryn-  (Mensaje original)
Enviado: 17/01/2006 18:54

Muchas veces me he quejado de que, en el espíritu de tolerancia que rige a la wicca, tomamos palabras de otras tradiciones para nombrar determinados conceptos, sabiendo o sin saber que muchas veces el concepto original que designaba esa palabra es muy diferente, y estamos hablando con el mismo nombre de cosas que poco o nada tienen que ver.

El ejemplo más claro me parece que es el uso de la palabra karma. El concepto de karma es puramente oriental, basado en una filosofía muy concreta, y su significado original tiene unas connotaciones que personalmente no me agradan. Como muchos wiccanos, yo empleaba la palabra karma para hablar de la ley de retribución, por pura comodidad, puesto que creía que, sin ser del todo correcto, era una palabra similar, y desde luego es más fácil decir “karma” que “ley de retribución universal”.

Sin embargo, hace un tiempo, en otro grupo wiccano, alguien hizo referencia a que no entendía el uso de la palabra karma, existiendo una palabra de tradición occidental que encajaba más con el concepto wiccano de retribución.

Pregunté, interesada, y aunque esa persona no respondió, tuve la suerte de que otro miembro del grupo, con amplios conocimientos al respecto, me ilustrase sobre el concepto celta de “Toradh”. Como me pareció importante, pedí permiso para publicarlo aquí, y así contribuir a aclarar la diferencia entre estos conceptos.

El texto que pongo a continuación es un copia-pega de los mensajes publicados en ese grupo. He eliminado las referencias directas a mis preguntas para hacer la lectura más cómoda, pero el resto está tal cual su autor lo escribió, para preservar sus derechos.

Espero que os resulte tan interesante como a mí.

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Mensaje 2 de 5 en la discusión   
Enviado: 17/01/2006 19:02

Este mensaje ha sido eliminado por el autor.

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Mensaje 3 de 5 en la discusión   
De: Áuryn- Enviado: 17/01/2006 19:17

Mi mayor reconocimiento al autor del texto, no sólo por aportarme el concepto, sino también por permitirme compartirlo.

Autor: Andras Corban Arthen

http://www.earthspirit.com/espagnol/andras_sp.html

Hay indicaciones de que por lo menos los celtas tenían una creencia muy similar a la esencia de la “karmaâ?, o sea, causa y efecto. Entre los gaelos escoceses, por ejemplo, hasta hace unas pocas décadas era muy común el concepto de “toradhâ?, palabra gaélica que simplemente significa “frutaâ?. En este caso, viene a ser una abreviación de “toradh do ghnìomharanâ?, que se refiere a los efectos o consecuencias (“el frutoâ?) de las acciones o conducta de uno; en otras palabras, “las semillas que plantas serán el fruto de tu cosecha.â?


En el gaélico, los sonidos de las vocales se asemejan más al inglés que al castellano — en vez de un sonido singular y claro, cada vocal tiene varios sonidos diferentes y, para el oído hispano, imprecisos, así que lo que te pueda sugerir es solo un aproximado. “Toradhâ? se pronuncia algo así como “tór ” agâ?, con la “gâ? insinuada, casi completamente silente (piensa en ella, pero no la vocalizes…;-)) En “toradh do ghnìomharanâ?, la primera palabra se pronuncia como te acabo de explicar, y la segunda es casi idéntica al castellano (como en “do, re, miâ?¦â?) La tercera es más complicada, ya que está en el plural genitivo: “jrí ” varanâ?, en la cual comienzas con el sonido gutural de la jota castellana, pero en vez de seguirla con una vocal
como sería lo normal, la sigues inmediatamente con una consonante, como si pronunciaras la “triâ? en “trigoâ? con una “jâ? en vez de una “tâ?; el resto es muy similar al castellano.

“Toradhâ? tiene tres significados principales entre los gaelos de Escocia, que, aunque diferentes, están relacionados y comparten el sentido fundamental de “frutoâ?. El primer significado se refiere específicamente al fruto de un árbol, como una pera o un durazno; el segundo se refiere a la “esencia vitalâ? de cualquier cosa, significado que también conlleva un sentido de “suerteâ?, “destinoâ? o “fortunaâ?; y el tercero, a ese principio de “causa y efectoâ? comparable al concepto hindú del “karmaâ?.
Ese tercer significado de “toradhâ? es probablemente el equivalente más cercano que se encuentra, entre las brujas tradicionales del Reino Unido, al “Redeâ? de la Wicca moderna. Para mis maestros (como para mi), por ejemplo, el Rede wiccano (“siempre que no dañe a nadie, haz tu voluntadâ?) no tiene mucho sentido, especialmente como una guía o código moral uniforme para los practicantes de esa senda (como generalmente se toma), porque aunque aparentemente expresa una buena intención, no define lo que constituye ese “dañoâ?, ni tampoco quién tiene el derecho de definirlo, o cómo. En otras palabras, en la Wicca ese concepto de daño es en actualidad algo extremadamente relativo e incierto, lo que quiere decir que todos los wiccanos al fin y al cabo tienen que juzgar por si mismos si cualquier acción suya es dañina o no. Eso en sí no es problema; es más, probablemente refleja lo que la mayoría de la gente que no se adhiere a religiones o filosofías absolutistas hace todos los días. Pero sí hay un problema en esa ilusión engañosa que les hace creer a los wiccanos que están unidos bajo un código moral uniforme, cuando en realidad no lo están; y hay otro problema diferente cuando tantos wiccanos perpetúan erróneamente la noción de que el Rede es “celta.â?
No conozco de escritos extensos que describan o analicen ese concepto de “toradhâ? — más bien, es una premisa cultural que la gente adquiere desde la niñez y que se mantiene por sentido común, aunque a menudo se refiere a ella a través de dichos y proverbios (alguien — se me olvida quién — hace años escribió que “los gaelos son un pueblo que no se rige por leyes, sino por proverbiosâ?); por ejemplo: “el sembrador de ortigas no cosechará manzanasâ?, o “el que quiera comer fruta, no debe estropear la flor.â? O sea, que cada acto, cada pensamiento, cada deseo nuestro tiene consecuencias — tanto directas como indirectas, tanto obvias como invisibles — por las que somos responsables, y de las que recibiremos los frutos apropiados. No tiene nada que ver con el bien o el mal, con hacer daño o no — es simplemente una cuestión de causa y efecto.
Mis maestros decían: “Todo lo que haces tiene consecuencias; antes de hacer algo, piensa bien si de veras estás dispuesto a aceptar esas consecuencias.â? Eso implica que, si no puedes ver claramente los resultados más probables de un acto, quizás no debas hacerlo hasta que lo entiendas mejor. Pero, por mucho que lo “entendamosâ?, nunca podremos ver todas las consecuencias de antemano, así que con cualquier cosa que hagamos, por insignificante que parezca, nos tomamos un riesgo; por supuesto, el no actuar también tiene sus consecuencias y riesgos.
Y el tener “buenas intencionesâ? no nos absuelve de responsabilidad por nuestros actos (como se cree en el cristianismo, por ejemplo); en el mundo natural, las cosas no son así. Por ejemplo, si, pensando que voy a hacer “el bienâ? de salvar una especie botánica que está amenazada con la extinción, siembro su semilla al borde de un bosque, y lo que resulta es que esa planta crece y se propaga como un cáncer hasta que destruye el bosque entero, mi “buenaâ? intención no cambia las cosas, y no me quita responsabilidad ni por mi ignorancia ni por el hecho de que mi acto causó la destrucción del bosque — es el fruto que cosecho, ya fuera esa mi intención o no, ya me guste o no, ya lo acepte o no. Y esa cosecha tendrá sus propias consecuencias en mi vida, ya bien las comprenda yo o no.

Sobre esa “Ley de Tresâ?, allá para principios de los setentas eso tenía un significado bastante diferente. Por un lado, entre los wiccanos se conocía entonces como la “Regla de Tresâ?, con el sentido de “reglaâ? que significa un principio o un postulado. Quizás ésto parezca como simplemente un juego de semántica, pero no lo veo así. Creo que “leyâ? es una palabra mucho más fuerte, que tiene el sentido de algo fijo e inmutable, comparable al sentido moderno de el “Redeâ? como ley o código moral; mientras que “reglaâ? es algo más flexible e inexacto, es una guía más que un edicto, comparable al significado original del “Redeâ? como “consejoâ?. Creo que este es un ejemplo bastante bueno de como las religiones tienden a calcificarse y codificarse a través del tiempo — en menos de veinte años, una guía o consejo se convierte en “ley.â?
Por otra parte, esa “Regla de Tresâ? se aplicaba exclusivamente a la magia, no a la vida en general. O sea, que las consecuencias de cualquier acto específicamente mágico te regresarían tres veces — el intento era subrayar que la magia incrementa e intensifica los resultados de nuestros actos, porque añade una fuerza concentrada de energía síquica que por lo general no está presente en nuestras acciones ordinarias, y por lo tanto eso conlleva una sugerencia (otro de esos “consejosâ?) de que se debe tener mucho cuidado con cualquier cosa que se haga a través de la magia, porque las consecuencias son más fuertes. Irónicamente, esa “Ley de Tresâ? moderna destruye el sentido original, porque borra la distinción entre actos mágicos y actos ordinarios.

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Mensaje 4 de 5 en la discusión   
De: Áuryn- Enviado: 17/01/2006 19:20

Postdata:

Msn Grupos es un auténtico coñazo a la hora de copiar textos. Acabo de sudar sangre para colgar esto, y ahora al menos se lee, aunque no ha quedado precisamente bonito.

Lapis… si estás dispuesta a meterte con lo de la página web y hacer un foro en superforos, me comprometo a ayudarte con todo lo que tenga. Acaba de terminárseme la paciencia.

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Mensaje 5 de 5 en la discusión   

De: NATURE_68
Enviado: 20/01/2006 21:35

ola, solo para decir que esta buenisimo el articulo,la verdad

es muy interesante y sobre todo porque me informa de cosas que yo no sabia, porque no sabia que existia una palabra celta en lugar de utilizar el karma.
pero es muy bueno
que bueno que tuviste paciencia para ponerlo
atte
pam

Origen Pagano de la Navidad

Mensaje 1 de 1 en la discusión
De: glormun  (Mensaje original)
Enviado: 12/12/2005 21:57

Secretos de la Navidad.
Lo que llamamos “Navidad” es el resultado de una mezcla de tradiciones paganas muy coloridas e interesantes. Para empezar, no fue Jesús El Cristo el único que nació del seno de una virgen, pues nacer de virgen era, en muchos pueblos, uno de los signos a través de los cuales se manifestaban los “elegidos”.
También Krishna nació de una virgen llamada Devaki, en un establo de Nanden; y en igual forma Horus, que nació de la virgen Isis; Osiris, que nació de la virgen Neith; y según las tradiciones de muchos pueblos, lo mismo sucedió con otros personajes como Quetzalcoatl, Zoroastro, Buda, Apolonio, Huitzilopochtli, Pitágoras, Escipión El Viejo, Platón,
Karna, Alejandro El Grande.
En algunos casos, la fecundación era un hecho digno de la mejor poesía. Para poner unos cuantos ejemplos: Buda, convertido en un elefante blanco, se engendró a sí mismo en el sueño de su madre; Coatlicue, la madre de Huitzilopochtli, el “Guerrero del Sur” de los aztecas, fue embarazada por la pluma de un pájaro sagrado que cayó
sobre su regazo;
Shotoko Taishi, príncipe que dio al budismo un lugar destacado en Japón, fue concebido cuando Boddisattva, “Salvador del Mundo”, entró de un salto por la boca de quien más tarde sería su madre, mientras esta bebía de un pozo;
el héroe mítico Maleiwa, del pueblo Wayuú, fue concebido luego de que a su madre la embarazara un trueno;el héroe irlandés Cucchulain fue engendrado tres veces y las tres veces su madre volvió a ser virgen tan pronto este salió al mundo.
Pero sigamos: en los albores de la era cristiana nadie estaba seguro de la fecha en que había nacido Jesús. Era evidente que en diciembre y enero se daban -y se dan- las temperaturas más bajas (hasta 0,1 bajo cero, en grados Celsius) y las precipitaciones más altas (hasta 187 milímetros) en Tierra Santa, de tal manera que resultaba imposible que los pastores durmieran a cielo descubierto mientras cuidaban el ganado, según escribió san Lucas -médico sirio convertido al cristianismo muchos años después de la desaparición de Jesús-, pues durante esta época, incluido febrero, hombres y ganado pernotaban bajo techo.
Era entonces absurdo que el censo de población decretado por Quirino, gobernador de Siria (todo parece indicar que Jesús nació 6 años antes de su nacimiento oficial, pues los censos se llevaban a cabo cada 14 años y el último había sido en el 20 AC), se llevara a cabo durante estas fechas, en medio del frío y la lluvia, pues los caminos anegados y resbaladizos habrían hecho imposible el desplazamiento de los miles de peregrinos que se dirigían a sus lugares de origen, como era el caso de José y María.
Así pues, se comenzó a especular con las fechas: 16 o 20 de mayo, 9, 19 o 20 de abril, 29 de marzo o 29 de septiembre hasta que en el año 334, el Papa Julio I dictaminó que Jesús había nacido el 25 de diciembre, y punto.
No era por supuesto una fecha escogida al azar pues coincidía con las festividades que se realizaban en muchos pueblos durante el solsticio de invierno, esto es durante el retorno del sol en el hemisferio norte.
En esta misma época, los antiguos egipcios celebraban el nacimiento del dios solar Horus, los celtas encendían fogatas en las colinas para honrar al dios-sol Baal, y con igual propósito se llevaban a cabo las ceremonias vikingas en honor de Odín, las Saturnalias romanas, y el nacimiento del dios Indo-iraní Mithra.

Fue de esta forma que el nacimiento del Jesús El Cristo fue fácilmente asimilado al retorno del sol, al regreso de la LUZ (El Cristo dice (Juan 8,12; 9,5): “Yo soy la luz del mundo, el que me sigue no andar en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”; y más adelante: “Entre tanto que estoy en el mundo, luz soy del mundo”.
Es sabido además que durante la Edad Media fue llamado “Sol Justitiae” y “Sol Invictus”).
Puestos a desentrañar “coincidencias”, cabe decir que a ésta se sumó otra pues -según antiguas tradiciones esotéricas- la fecha de la muerte de El Cristo se calculó de acuerdo con las posiciones del sol y la luna durante el equinoccio de primavera, que es cuando muchas religiones de la antigüedad celebraban la muerte y resurrección de sus dioses: entre los más conocidos la del dios egipcio Osiris, que solía representarse con los brazos extendidos,como si estuviera crucificado.
Pero sigamos nuestro viaje: otro elemento pagano de la Navidad es el árbol. Muchos pueblos les han rendido culto a un puñado de árboles considerados sagrados por distintos motivos. El más común, desde Grecia hasta Noruega, era
el roble, los antiguos griegos solían celebrar sus compromisos más importantes bajo la sombra de un roble, árbol sagrado que era considerado representante del dios Zeus: de ahí proviene la costumbre de “tocar madera” para protegerse de algún “mal”, pero con el devenir del cristianismo se cambió al macizo roble por el abeto pues, según los misioneros, la forma triangular de la enramada correspondía al Padre, el Hijo y el Espíritu Santo (los hindúes ya hablan mucho antes de Brahma, Shiva y Vishnú como de la trinidad celestial).

Este “tres” mágico caló muy bien en todas partes ya que era un número venerado por muchos pueblos, miles de años antes de la venida de Jesús. De esta manera bastante singular, se impuso el abeto y con el correr de los siglos el pino de plástico.
Durante esta época se había convertido en una costumbre milenaria adornarlos con piedras pintadas y telas de colores, con el doble propósito de “vestir” a los árboles que se habían quedado “desnudos” tras el otoño, esto es sin su respectivo “espíritu”, y por otro lado lograr que el “espíritu” que había escapado de los árboles regresara a dar sus frutos en primavera, como efectivamente sucedía para regocijo de todos.
De ahí surge toda esa parafernalia alrededor del arbolito de navidad que parpadea hipnóticamente durante las fechas navideñas y guarda bajo su “sombra” los famosos regalos.
Y ya que entramos al tema de los regalos, otro elemento pagano es, por supuesto, Papá Noel, que en un principio se trataba del Abuelo Invierno al que los vikingos agasajaban para que fuera benévolo, y llegado el momento, partiera sin resentimiento con el fin de dar paso a la nueva vida.
Una vez cristianizados -pero siguiendo la costumbre vikinga- los bretones lo denominaron Viejo Padre Navidad: uno de ellos se disfrazaba del personaje y con gran alegría el pueblo entero le ofrecía de comer y de beber en abundancia hasta su partida (algo muy parecido sucede con el Taita Carnaval
entre las poblaciones indígenas de los Andes ecuatorianos.
Este Taita -agente de abundancia y fertilidad- está asociado con la llegada de las lluvias y, aunque de origen ancestral, su presencia mítica se “mezcló” con la celebración del carnaval que trajeron los españoles a estas tierras).
Con el tiempo, el mítico Padre Invierno o Papá Noel, se confundió con la imagen de Nicolás, un hombre sumamente rico nacido en lo que hoy es Turquía y famoso por su generosidad con los más pobres, en especial con los niños.
Pues bien, este Nicolás que más tarde se transformó en obispo, y luego en santo, no solo ha sido durante siglos el santo más querido de los originarios del pueblo de Bari, Italia (¿se acuerdan de Nicola di Bari?) sino también “nadie sabe por qué- de los holandeses, quienes lo llamaron en su lengua Sinter Klaas (San Nicolás), y con este nombre pasó a América, más específicamente a Nueva Amsterdam, que luego los ingleses bautizaron como Nueva York. Con el tiempo y las aguas navideñas, Sinter Klaas se transformó en el famoso Santa Claus (jo jo jo), es decir en Papá
Noel, esto es, en el Padre Invierno…
A propósito de lo anterior, los lapones solían constatar cómo cada vez que estaba por llegar el invierno, los renos empezaban a bajar en manadas desde las montañas hasta los valles menos azotados por los vientos gélidos: puesto en metáfora, los renos precedían al (Padre) invierno.
Sabedor de esta creencia -o al menos así lo supone Desmond Morris-, el poeta norteamericano Clement Moore incorporó renos a su famoso poema “Una visita de San Nicolás”, allá por 1824.
Desde entonces los renos han precedido el carruaje de Papá Noel, y se teme que Rodolfo el reno, que tenía la nariz roja como un tomate, se sumó al séquito inspirado por el poema de Moore.
Los habitantes de este lado de América, a duras penas si hemos contribuimos a la Navidad con el pavo -del que los aztecas tenían grandes criaderos-. Una vez introducido en Inglaterra por David Strickland, éste obtuvo el derecho a poner como centro de su escudo familiar un pavo macho. Pese este pasaje kitch de la historia inglesa, durante años –
confundiendo el pavo de América con la gallina de Guinea- se creyó que habían sido los turcos quienes habían introducido el pavo en Inglaterra, de ahí su nombre en inglés: turckey (turco).
Al parecer, lo único cristiano de la Navidad es Jesús “El Cristo”, y de alguna manera el pesebre, que en el año 1224 fue incorporado por Francisco de Asís, con animales vivos y personajes disfrazados, para imitar la forma en que se celebraba la Navidad en Tierra Santa. Desde esa fecha, muchas casas nobles de Europa empezaron a competir entre ellas para diseñar el mejor pesebre cada año, hasta llegar a excesos verdaderamente surrealistas.
Luego esta costumbre se trasladó a América en donde se incorporaron figurillas de alpacas, cóndores, tapires y caimanes, amén de indios pastores, ángeles negros, ídolos precolombinos, así como chamanes amazónicos o emperadores incas en sustitución de algún Rey Mago, por lo general Gaspar.
Y ya que entramos en el tema de los Reyes Magos, precisemos que Melchor (soberano persa), Gaspar (rey de la India) y Baltazar (jeque de Arabia), fueron “interpretados” por el ecumenismo de la Edad Media, como Melchor (europeo: a caballo), Gaspar (asiático: sobre un camello) y Baltazar (africano: a lomo de elefante) con el propósito de que “cada rey representara a una parte de la Tierra hasta entonces conocida”, según señala el antropólogo Segundo Moreno.
De esta manera, señoras y señores, queda demostrado cómo la Navidad, fiesta especialmente diseñada para ser disfrutada por los niños, es una verdadero popurrí de tradiciones, mitos y ceremonias paganas. No olvidemos, sin embargo su sentido profundo, esto es el retorno arquetípico de la LUZ ESENCIAL: expresión de las fuerzas uránicas fecundantes, símbolo de la llegada cíclica del orden en medio del caos, pero sobre todo de la oportunidad que todos tenemos de una vida plena a todo nivel- tras el reinado de las sombras.

(Fuente: Revista Pagana , Chile Diciembre 2005)

El Juego de la Oca: Los orígenes

Mensaje 1 de 3 en la discusión
  (Mensaje original) Enviado: 11/11/2005 15:21
Este mensaje ha sido eliminado por el autor.

Mensaje 2 de 3 en la discusión
De: Alias de MSNVaeliaBjalfi Enviado: 11/11/2005 15:24

Bueno, hecha la investigación correspondiente vía google, la verdad es que el tema de mucho de sí.  De los orígenes del juego, se dan al menos tres explicaciones; una, que es una invención de un nieto de Poseidón que se aburría en el asedio de Troya.

Rastreando esta leyenda, nos encontramos con el, posiblemente, más antiguo tablero conocido para el juego de la Oca, el “Disco de Phaistos”, descubierto en Creta en 1.908, y fechado hacia el año 2.000 a. de C. Consiste en un disco plano de arcilla, de unos 20 cm de diámetro, con una línea en espiral con 31 casillas en una cara y 30 en la otra. Ya en este disco aparecen en 8 casillas pájaros de gran tamaño. ¿Ocas? [1] 

La otra explicación es que el juego tuviera sus orígenes en el área germánica, sobre el s.XI, pero hay pocos datos al respecto.

Otra explicación, es que tuviera origen en Florencia, y Federico de Médici se lo regalara a Felipe II un ejemplar. La novedad fue todo un éxito, y desde allí se fue difundiendo por Europa.

Por otro lado, también se atribuye la creación, o la interpretación del Juego de la Oca a los caballeros Templarios, y se la pone en relación con el Camino de Santiago. Los tableros de la Oca tienen un número determinado de casillas, y los elementos simbólicos, las casillas determinantes que hacen avanzar o retroceder (esto es; las ocas, la posada, el laberinto, el pozo, la muerte, los dados y el puente), se encuentran también dispuestos en un orden determinado que debe hacer las delicias de los  aficionados a la numerología. El tablero dispuesto en espiral y la Oca en sí son símbolos importantes; los seguidores de esta teoría remarcan que tanto la pata de oca como la espiral eran “marcas” del gremio de constructores, en estrecha colaboración con los Caballeros del Temple[2] .

El sistema del tablero puede emplearse  para representar y recordar los puntos clave, las ayudas y los escollos de la peregrinación; tanto como ruta terrestre en el peregrinaje físico, como en lo referente a la vía iniciática, y a la búsqueda interna.

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[1] http://www.nueva-acropolis.es/gandia/pagina.asp?art=797

[2] Realmente, no sé mucho más sobre el Camino de Santiago que el hecho de ser un mismo recorrido destacado, además de por los creyentes cristianos, por varias culturas a lo largo de los tiempos y diversas escuelas de conocimiento.  Lo es en Magia Ceremonial. Y lo fue para los pueblos Celtas que hacían el recorrido completo, hasta Finisterre… incluso pudiera ser que tuviera sus remotos orígenes en la prehistoria, pues el mismo recorrido se puede trazar siguiendo las muestras de intercambio de conchas del tipo atlántico y mediterráneo hallados en los yacimientos.  ¿A dónde vamos con esto? Bueno, en realidad  sólo es una excusa para decir que sin ser amigos de los Templarios, sin pretender ofender a nadie, podemos ver la utilidad y entender el significado ulterior de los símbolos representados, tal cual.

Recomendar   Mensaje 3 de 3 en la discusión   
De: VaeliaBjalfi Enviado: 11/11/2005 22:49

Adjunto el doc completo de la oca, se ve muy mal con los signos que aparecen cuando copias desde el word!!

Perdón por las molestias.
Vae.

El Juego de la Oca: las reglas y sus significados

De: VaeliaBjalfi  (Mensaje original) Enviado: 11/11/2005 22:27
Recordemos las reglas del juego[1]:

El tablero está compuesto por 63 casillas numeradas y dispuestas en espiral,

cada una con un dibujo diferente.

Hay 24 casillas especiales, iguales en todos los tableros:

– Quince de ellas, incluidas la primera y la última, tienen representadas ocas.

– En las número 6 y 12 hay puentes.

– En la 19, una posada.

– En la 26 y 53, dados.

– En la 31, un pozo.

– En la 42, un laberinto.

– En la 52, una cárcel.

– Y en la 58, la muerte.

Si la ficha de un jugador cae en una casilla “Ocaâ? salta a la “ocaâ? inmediatamente siguiente y vuelva a tirar. El jugador acostumbra decir: “De oca a oca y tiro por que me tocaâ?. Si cae en otra de las casillas especiales, el jugador puede perder uno o más turnos, o avanzar o retroceder un número determinado de espacios.

Así,

– si cae en las casillas número 6 o 12 (“los puentesâ?) avanza o retrocede hasta

el puente siguiente o anterior, al tiempo que dice: “De puente a puente y tiro

porque me lleva la corriente�, y vuelve a tirar.

– si cae en la casilla 19 (“la posadaâ?) pierde dos turnos.

– si cae en la casilla 26 o 53 (“los dadosâ?) avanza o retrocede hasta la

siguiente o anterior, al tiempo que dice: “De dado a dado y tiro porque me ha

tocado�, y vuelve a tirar.

– si cae en la 31 (“el pozoâ?), debe esperar a que otro jugador caiga en la

misma para poder reincorporarse a la casilla que éste acaba de abandonar.

– si cae en la casilla 42 (“el laberintoâ?) deberá estar dos turnos sin tirar.

– si cae en la casilla 52 (“la cárcelâ?) deberá estar tres turnos sin tirar.

– si cae en la casilla 58 (“la muerteâ?) deberá situarse en la casilla número 1 y

comenzar de nuevo a recorrer el tablero cuando le llegue su turno.

La casilla final (63) sólo puede ser alcanzada con una tirada exacta. Si un jugador tira el dado y saca un número mayor al de casillas que le faltan para llegar a la final, deberá avanzar hasta llegar a ésta y después retroceder hasta completar el número de puntos de la tirada.

La Oca es como un laberinto complejo, con trampas, pero también con ayudas. Vale la pena incidir en que, siendo el recorrido en  espiral, avanzar significa profundizar, acercarse al centro, y retroceder es alejarse del mismo. No obstante, podemos darnos cuenta de que en este juego ningún jugador queda descalificado. Por otro lado, en ocasiones, este recorrido espiral forma una imagen ovoide. La “Gran Ocaâ? central es a la vez la suma y el origen de los aspectos de las “ocasâ? que encontramos en el recorrido; lo cual por una parte nos da la idea que estos aspectos deben ser recuperados para conseguir la integridad del centro, del verdadero ser, al que se le da la fuerza necesaria para salir del huevo y nacer a la realización. Y entonces, volver a empezar[2].

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[1] http://64.233.161.104/search?q=cache:v4mXJ3K2vWsJ:redgeomatica.rediris.es/elenza/materiales/pdf_materiales/reglas_oca.pdf+Juego+de+la+Oca,+casillas&hl=es

[2] Casi todos los tableros sitúan el nº1 en la casilla más exterior, y el 63 (la “Gran Ocaâ? o el “Jardín de las Ocasâ?) en la central. Curiosamente, el único tablero que he visto dispuesto en espiral inversa  (el 63 exterior) es un grabado en linóleo, pero obra de un artista moderno, que emula un tablero de la Oca para apuestas económicas.

De: VaeliaBjalfi Enviado: 11/11/2005 22:29
Por otro lado, la posada, el laberinto, el pozo y la cárcel representan cuatro motivos por los que usualmente nos quedamos “bloqueadosâ? en nuestra búsqueda interna.

La posada… la posada es un descanso para recuperar fuerzas, necesario porque estamos agotados física, mental o emocionalmente. Por otro lado también puede señalar una distracción o un desvío de la ruta interna para dedicarnos a tareas más fáciles, o placenteras. El laberinto es una búsqueda dentro de la búsqueda, tal vez un exceso de complicación, o una parálisis de actuación, en un momento en el que es necesario tomar las decisiones adecuadas para “salirâ? del problema y seguir avanzando. O tal vez algo que debe pensarse dos veces. El pozo: Cuando uno pierde el ánimo, se suele decir que “está en un pozoâ?, del mismo modo que se dice que caemos en una depresión. La cárcel, puede simbolizar una consecuencia negativa de nuestras propias acciones, pero también de un bloqueo o represión, por causas externas, o internas.

En lo referente a la Muerte, ésta en ningún caso es el fin del juego, sino una vuelta a empezar. Oportunidades infinitas. La muerte puede significar que la persona no ha sido capaz de llegar al final del camino y debe volver a aprender todas las lecciones pendientes, pero también, en ocasiones, puede significar una pérdida energética, una ruptura brusca, un sacrificio, o una tontería muy grande, como, por ejemplo, traicionarse a sí mismo, las mil formas de autoengaño, o el “hacerse tonto soloâ?.

Las casillas del puente y los dados, conllevan avance o retroceso sobre un mismo tema, tal como sucede con las lecciones concretas que recibimos a lo largo de la vida. Depende de cómo las afrontemos será una proyección, y depende como, una repetición de lo mismo. Como sus nombres indican, puede tratarse de un enlace lógico, del tipo causa-efecto, o raíz-desenlace (puente), o bien de una cuestión de “suerteâ? o, mejor dicho “destinoâ? (dados). También se emplean dados para decidir el avance del jugador. Constituyen en sí mismos un juego de azar, y son empleados en ocasiones como una herramienta de adivinación. Del mismo modo que el juego de la Oca fue empleado como juego de azar; también algunos autores lo ponen en relación con antiguas prácticas adivinatorias[1].

Y para llegar a la casilla final, a la “Gran Ocaâ?, o como algunos lo llaman “El jardín de la Ocaâ?[2], hay que entrar con el número exacto. De modo que podemos tenerla a dos pasos, y vernos retrocediendo (porque los pasos que marcan los dados hay que hacerlos, aunque sea de rebote) hasta la Muerte, y estar obligados a volver a empezar de cero. Gran metáfora, desde luego.

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[1] http://www.funjdiaz.net/fich442.cfm?ID_Exposicion=51

[2] En algunos tableros se representa como un jardín, con una fuente o lago en el que nadan las ocas en su Paraíso particular.. O, tal vez, es sólo que el tablero de “La Ocaâ? que mejor recuerdo es uno que tenía por centro las fuentes del Parque de la Ciudadela y sus ocas; y que el claustro de la Catedral de la misma ciudad también tiene un jardín con ocas, y una fuentecita de pila en la que en por Pascua hacen bailar un huevo. En la tradición ceremonial, el Camino de Santiago corresponde al Agua, y los peregrinos llevan como símbolo sus Vieyras. Algunos autores identifican el símbolo de la Pata de Oca, entre otros, con el Tridente de Poseidón y la Flor de Lys. http://64.233.161.104/search?q=cache:TW400DE88eQJ:www.accionchilena.cl/Mitos%2520y%2520Mistica/santiago_de_compostela.htm+La+Oca+s%C3%ADmbolo&hl=es&lr=lang_es

De: VaeliaBjalfi Enviado: 11/11/2005 22:41
Una vez dicho esto, vamos a los usos prácticos.

-         “Visión acrecentadaâ?. No me gusta hablar de adivinación, por aquello de que uno es el responsable de su vida. Que lo importante no es lo que te llegue, sino lo que haces con ello. Y que el destino no es más que la expresión de la más íntima voluntad. Pero puede ayudar a aclarar situaciones, y a tener una cierta idea de lo que puede acontecer a raíz de la situación presente, o de cómo hemos llegado a ella. Podemos usar un tablero común, o crear un tablero para este propósito, con símbolos que tengan un significado concreto para nosotros y añadiendo o quitando casillas si no somos quisquillosos con la numerología.

-         Trabajo personal. Recapitulación. Ideal para zanjar el ciclo que dejamos atrás. Igual que antes,  podemos crear con nuestros propios símbolos, o simplemente recorrer un tablero, en función de nuestras vivencias durante el ciclo que nos ha llevado al momento presente. Ver en cada casilla una representación de aquello que ha sido importante, pensar que ha sido nuestra posada, o nuestro pozo particular; qué puentes hemos cruzado avanzando o retrocediendo, cómo nos han tratado los dados; si hemos logrado llegar a la Gran Oca, o qué muerte nos ha obligado empezar de cero, y en qué punto estamos ahora.

Y bien… casi lo dejamos aquí que ya llevo 4 páginas.

Sólo, por último os dejo un link con el tablero de Oca que me ha parecido más útil de la red;

en la página original ya indica que es una versión descargable J

Besos,

Vaelia.

http://talisman.clift.org/sam/sca/articles.htm y

http://talisman.clift.org/sam/sca/classes_and_articles/GooseBoard.jpg

Ritual con laberinto (para Samhain)

De: Áuryn-  (Mensaje original) Enviado: 30/10/2005 13:20
Para quienes anden tan perdidos este año como yo, aquí va una idea para un ritual o meditación basándose en la simbología del laberinto.

“El mito del laberinto está en lo más profundo de la naturaleza humana. En el origen de los tiempos, perdida ya la facilidad del instinto animal para encontrar los caminos de la Naturaleza y afrontar sus peligros, el hombre creó el arquetipo del laberinto que aparece en leyendas mitológicas y ritos religiosos, de numerosas culturas antiguas y primitivas a lo largo y ancho del mundo, reflejo del miedo ancestral y de la desorientación que el ser humano experimentó ante la naturaleza hostil y, como ser racional, también y fundamentalmente, miedo ante la vida.

En todas las culturas el laberinto está compuesto por un espacio perfectamente definido, de calculada geometría, pero engañoso por sus múltiples posibilidades y por la similitud de los elementos que lo conforman. El laberinto recrea la variedad infinita de los bosques en su monótona similitud, los enredos de los senderos de las montañas, las vueltas y revueltas de lo desconocido, las estrellas del firmamento, que son a un tiempo ayuda y desvío de los navegantes, y para la que el hombre, sin embargo, encontró el orden absoluto e intrincado en el laberinto de las constelaciones.

El laberinto es también y quizás más que ninguna otra cosa, símil perfecto de la vida misma, con sus posibilidades, sus riesgos y su orden íntimo y sutil, para cuyo tránsito cuenta el ser humano con los escasos hilos de Ariadna.

El laberinto, al contrario que la naturaleza, o que la vida, se cierra en sí mismo, es abarcable, está hecho por el hombre como un teatro del mundo, y es en su centro donde se haya la respuesta, el mecanismo del sistema para hallar el tesoro, o la salida o la libertad.

El laberinto es, con todos sus pasadizos y vueltas, el resumen de las preguntas primordiales (â?¦) Y es, también, la manifestación material de una búsqueda espiritual, aquella que trata de formar una unidad con el universo.â?

Mariange De Luca / Franklin Quintero / Susana Quintero

Como es lógico, lo primero es tener un laberinto sobre el que trabajar. Podemos buscar uno e imprimirlo, pero recomiendo hacerlo uno mismo, para poder personalizarlo.

Normalmente, cuando pensamos en un laberinto, pensamos en un espacio con muchos posibles caminos a escoger en el que resulta muy fácil perderse, pero ésa es la concepción moderna. Los primeros laberintos en realidad consistían en un solo camino que se enroscaba sobre sí mismo hasta llegar a un centro, de varias maneras. (He puesto una carpeta de imágenes con laberintos de los dos tipos, para que podáis ver cómo son)

En este tipo de laberintos no hay elecciones correctas o incorrectas, y lo importante no es encontrar el camino, sino recorrerlo en su totalidad.

Cada cual puede elegir el tipo de laberinto con el que se encuentre más cómodo, o que mejor refleje su situación de desorientación actual. Si queremos centrarnos o meditar, podemos preferir el laberinto clásico de un solo camino, mientras que si nos sentimos agobiados por múltiples elecciones y queremos encontrar un “camino seguroâ?, quizá elijamos un laberinto lleno de recovecos.

Podemos dibujar el laberinto en papel, modelar los surcos en plastilina o barro, o marcarlos en la tierra o en la arena si vamos a trabajar al aire libre. Mientras lo vamos trazando pensamos en esa situación de desorientación o confusión en la que nos encontramos. Podemos también escribir en los márgenes del laberinto palabras o símbolos que resuman esos ámbitos de nuestra vida en los que ahora mismo andamos perdidos. Al terminar el laberinto, lo contemplamos, fijándolo en nuestra mente.

Luego cogemos el instrumento que vayamos a emplear para recorrerlo. Si es un laberinto dibujado, un lápiz o bolígrafo; si está modelado, una canica o similar que podamos empujar con el dedo por el recorrido (si queremos, podemos simplemente seguirlo con el dedo, pero yo prefiero usar un objeto, porque me despisto menos, y el objetivo es concentrarse).

Apoyamos el lápiz o la caniza en la entrada del laberinto y decimos con qué propósito queremos recorrer el laberinto ¿queremos encontrar la salida?¿o algún “tesoroâ? para nosotros que se oculta dentro?¿qué queremos que nos brinde? También podemos recitar una oración pidiendo orientación, o algo que refleje nuestro estado de extravío actual. (A mí me gusta usar las primeras palabras del poema “Laberintoâ?, de Borges. Reflejan lo que es para mí verme desorientada en una situación sin solución aparente:

“No habrá nunca una puerta. Estás adentro
y el alcázar abarca el universo
y no tiene anverso ni reverso
ni externo muro ni secreto centro.�).

Una vez hecho esto, comenzamos a recorrer el laberinto, siguiendo el trazado con el lápiz, la canica, el dedo o lo que sea, pero procurando no mirar todo el trazado del laberinto a la vez, como si estuviéramos resolviendo un pasatiempo, sino centrándose en la zona concreta por la que estamos pasando y sintiendo el camino, la peregrinación que estamos haciendo, reflexionando sobre el recorrido (¿Adónde nos dirigimos?¿Nos acercamos al centro o nos alejamos de él? A veces hay que dar un rodeo, y los caminos que parece que nos alejaban de la meta al final nos conducen hacia ella).

Si estamos usando un laberinto clásico en cualquiera de sus formas, se trata de llegar al centro y volver a salir. En este caso, al llegar al centro nos detendremos y pensaremos en lo que encontramos allí. Estamos en nuestro centro, en el lugar donde todos los caminos confluyen. Es el momento de hacerse preguntas, de buscar  ese “tesoroâ? que el laberinto escondía, de recordar cuáles son nuestros puntos de anclaje. Cuando estemos preparados, emprenderemos el camino de salida, pensando en las semejanzas y diferencias con el recorrido anterior (¿Nos parece más corto o más largo que al entrar?¿Adónde nos dirigimos ahora?¿Qué esperamos encontrar a la salida?).

Si usamos un laberinto con encrucijadas, como el objetivo es hallar la salida, además de sobre el propio camino, como en el otro caso, reflexionamos también sobre las alternativas y bifurcaciones que nos encontramos en la vida y las elecciones que vamos haciendo, pidiendo, si queremos, una señal que nos guíe por el camino correcto.

Al salir del laberinto, se impone una valoración (¿Qué nos llevamos de vuelta?¿qué hemos dejado atrás?¿Hemos obtenido respuestas?¿o nuevas preguntas?). Después de meditar al respecto, damos gracias por lo que hayamos recibido y aprendido (también  podemos recitar otro texto si queremos), y guardamos el laberinto para que si nos sentimos perdidos de nuevo podamos mirarlo y recordar la experiencia. Durante unos días podemos dejarlo a la vista, o sobre el altar. Incluso, si es de papel, podemos probar a doblarlo y dormir con él debajo de la almohada, o llevarlo encima.

Ea, que lo disfrutéis. Espero que os sea de utilidad y os ayude a encontrar el camino.

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De: _Lapislázuli_ Enviado: 01/11/2005 13:36
Bueno yo tengo un agradecimiento muy personal por este ritual ;).
Asi que ¡¡Muchas gracias¡¡¡ ^^

Y para los que no los hayais visto, y aún vayais a celebrarlo (el dia 7 por ejemplo, como yo ^^) Auryn nos ha dejado una serie de interesantes laberintos en la carpeta de imágenes llamada Laberintos 

Espero que lo disfruteis ¡¡¡FELIZ SAMAINNNNNNNNNNN¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
^^

kises

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De: VaeliaBjalfi Enviado: 01/11/2005 19:58
Pues sí; a mí también me entusiasmó cuando lo leí, aunque reconozco que no lo he probado. Gracias Auryn . ¿Se podría poner el mensaje en la sección del “Baúl de mensajes” o en el libro de Sombras, para que quede bien localizable?.

Hace tiempo una hermana me comentó que se venden una especie de laberintos prefabricados como útiles de meditación. Por supuesto, me parece mucho mejor la idea de trabajar un poco y hacerse uno mismo el laberinto (tiene más coherencia la cosa), pero es curioso así que os dejo el link (larguito, él):
http://hornillos-para-aromaterapia-terapias-alternativas.lashabichuelas.com/terapias.asp?alternativas=laberinto-iniciatico

Besos,
Vaelia.

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De: VaeliaBjalfi Enviado: 11/11/2005 0:41
Por cierto, hoy he visto un laberinto de madera en una juguetería antigua… 64 euros.
(Vamos, que ya puedo ir a por la arcilla de moldear. jajaja). Otra cosa, al lado del susodicho había un “juego de la oca”, que si no recuerdo mal tenía también su gracias…

Bueno, ya me han dado las tantas, pero la cosa queda pendiente.

Besos,
Vaelia.

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De: RebeccahWoolcot Enviado: 11/11/2005 11:27
Siempre me han apasionado los laberintos… Me encantaría encontrar uno de verdad, como en la peli Labyrinth.. No como estos cutres que ponen en los parques de atracciones sino con muros, recovecos y con la magnífica posibilidad de perderse! Hay uno muy chulo en Aranjuez, pero no te puedes perder demasiado… Un verano hace algunos años hicieron uno de maíz, además había haditas que te decían si ibas por buen camino y duendes que podían engañarte… o no… La pena es que no fui, qué mema. Bueno, si alguien descubre alguno que me lo diga!

Besitos
Rebeccah

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De: Áuryn- Enviado: 11/11/2005 22:08
Yo también aluciné con el laberinto de Labyrinth, y ¿habéis visto el trailer de la última de Harry Potter? También sale un laberinto enorme y lo han recreado divinamente, en el cine se me va a caer la baba.

Pero me temo que para recorrer uno en condiciones vamos a tener que ir a Inglaterra. Allí estuvieron de moda en el Romanticismo, y en mi libro de laberintos vienen fotos de varios que son preciosos. Me muero de envidia al verlos…

Bueno, en el Parque de las Ciencias de Granada hay un laberinto de setos, pero está un poco mal planteado… Yo lo vi y fui corriendo a entrar con toda mi ilusión, pero es chiquitín, todavía la parte del final no está terminada, y, no sé a quién se le ocurrió el trazado, pero no le han puesto centro, lo que le quita el punto místico. Además, es muy difícil perderte, tuve que hacerlo aposta, jiji.

En fin, si algún día llegamos a vernos y hacer algo juntas, podemos construir un laberinto de suelo en un descampado o playa… No es lo mismo que uno con muros, pero tiene que ser toda una experiencia.

¡A ver cuando podemos!

Besos a todas.

Samhain por Janet & Stewart Farrar

De: Sânziana  (Mensaje original) Enviado: 26/10/2005 16:04
Samhain, 31 de Octubre

La víspera del primero de noviembre, cuando comienza el invierno celta, es la contrapartida oscura de la víspera del primero de mayo que saluda el verano. Para los celtas significaba aun más, pues el primero de noviembre era el comienzo del a?o mismo, y la fiesta de Samhain celebraba la víspera del A?o Nuevo, el misterioso momento que no pertenecía ni al pasado ni al presente, ni a este mundo ni al Otro. Samhain (pronunciado ‘sau-in’) es la palabra del gaélico escocés, Samhain (pronunciado ‘sav-en’) designa la fiesta de All Hollows (Todos los Santos), el primero de noviembre.

A la incertidumbre económica de los antiguos pastores se añadía un sentido de misterio, pues durante el cambio de año -el viejo moribundo y el nuevo todavía sin nacer- el Velo era muy fino. Las puertas de los sidh-túmulos se abrían y durante la noche ni los humanos ni los seres mágicos necesitaban palabras mágicas para acudir. En esa noche, también los espíritus de los amigos muertos buscaban el calor del fuego del Samhain y la comunión con sus parientes vivos.

Así pues Samhain era, por una parte, un tiempo de propiciaron, de adivinación y comunión con los muertos, y por otra parte, una alegre fiesta para comer, beber, sin olvidar la desafiante afirmación de la vida y la fertilidad en la misma cara de la oscuridad final.

La propriciación, en los días remotos en que la supervivencia parecía depender de ella, era un asunto sombrío y serio. Indudablemente se celebraba con sacrificios humanos, o bien de criminales mantenidos vivos con este propósito o bien, al otro lado de la escala, de un rey anciano; pocas dudas caben, en cualquier caso, de que estos rituales funerarios se oficiaban con fuego, pues en la mitología celta (como en la escandinava) muchos reyes y héroes mueren en Samhain, con frecuencia en la casa en llamas, atrapados allí por la astucia de mujeres sobrenaturales. La anegación podía seguir a la quema, como ocurrió con los Reyes de Tara del siglo VI, Muirchertach mac Erca y Diarmait mac Cerbaill.

Más adelante, por supuesto, el sacrificio propiciado se convirtió en simbólico. (…) Es posible que los ecos del sacrificio real de Samhain hayan persistido en los de animales sustitutos. El final de la costumbre del verdadero sacrificio real quizá se conmemore en la leyenda de la destrucción de Aillen mac Midgna, del sidhe Finnachad, de quien se cuenta que quemaba el Tara real cada Samhain hasta que Fionn mac Cumhal finalmente se mato. ( Fionn mac Cumhal es un héroe del tipo Robin Hood, cuyas leyendas se recuerdan en toda Irlanda)

La noche irlandesa de las fogatas y los fuegos artificiales sigue siendo Halloween, y todavía se conservan algunas costumbres notables.

En Escocia y Gales, las familias solían encender fogatas de Samhain; se llamaban Samhnagan en Escocia y Coel Coeth en Gales, y se preparaban días antes en el terreno mas alto cercano a sus casas. Hasta hace relativamente poco tiempo era todavía una costumbre floreciente en algunos distritos, aunque después se convertió (como las noches de las fogatas inglesas) en una celebración infantil.

También había un cierto aspecto adivinatorio en Samhain. Este aspecto adivinatorio de Samhain es comprensible por dos razones. En primer lugar, porque el clima psíquico de la estación lo favorecía(los pastores antiguos habrán elegido bien el ganado?, ¿eran bastantes los alimentos? etc.); y en segundo lugar, porque la ansiedad hacia el incipiente invierno lo demandaba. Originalmente, los druidas eran “saciados con carne y sangre fresca hasta que entraban en trance y profetizaban” vaticinando el futuro de la tribu para el a?o próximo (Cottie Burland, The magical Arts), pero en el folclore que sobrevivió la adivinación se hizo más personal. En especial, las jóvenes que querían identificar a su futuro marido echaban nueces al fuego para que saltasen o conjurando la imagen en un espejo. Otro método muy extendido entre las jóvenes consistía en preparar una tentadora comida para el ‘el fantasma’ de su futuro marido acudiese y, al comérsela, quedara ligado a ella. (El ‘fantasma’ es, por supuesto, el cuerpo astral, dando a entender que en Samhain no solo el velo entre la materia y el espíritu es muy sutil, sino que además el cuerpo astral puede independizares con mayor facilidad del físico.)

Las nueces y las manzanas de Halloween conservan aun su aspecto adivinatorio en la tradición popular, pero si la recolección de nueces de Bealtaine tuvo un significado original referido a la fertilidad, Samhain también era una época de libertad sexual deliberada (por razones tribales). Ese aspecto de fertilidad ritual se refleja, lógicamente, en las leyendas de los dioses y los héroes. En Samhain tanto el dios Angus man Ã?g como el héroe Cu Chulainn tuvieron aventuras amorosas con mujeres que podían transformarse en pájaros, y el Dagda (el ‘Buen Dios’) se apareaba con Morigan (el aspecto oscuro de la Diosa) mientras esta cabalgaba el río Unius, así como con Boann, diosa del río Boyne.

En cuanto al festín, en su origen, la comida del banquete consistía, por supuesto, en una parte del recién sacrificado ganado, asado en el fuego purificador de Samhain y que sin duda tenia la naturaleza de los ‘primeros frutos’ ritualmente ofrecidos; y el hecho de que el clero tuviera prioridad por razones adivinatorias y de que no solían proveer a la tribu de un festín se?ala en esa dirección.

En siglos posteriores, se consumía una comida ritual conocida como ‘sowens’. El Oxford English Dictionary define Sowens como ‘alimento antiguamente común en Escocia (y en algunas partes de Irlanda), consiste en una sustancia harinosa extraída del salvado o de las cascaras de avena remojándolas en agua, dejadas fermentar lentamente y que se preparan cociéndose”, y se?ala que, probablemente, la palabra deriva de sugh o subh, ‘sabia’. Podría ser, pero resulta interesante de observar que la pronunciación de ‘sowen’ se parece mucho a la de ‘Samhain’.

Para los espíritus de los amigos muertos que pudieran acudir de visita, las familias irlandesas solían dejar cerca del fuego algo de tabaco y un plato de gachas, además de poner algunas sillas vacías.

Paul Huson, en su interesante, Mastering Witchcraft, aunque en lo que respecta a la magia resulta un libro aséptico, dice: “La Cena Muda puede celebrarse en honor de los muertos queridos, ofreciéndoles vino y pan, este ultimo en forma de un pastel confeccionado en nueve porciones similares a las secciones cuadradas de la Tierra.” Probablemente se refiere al Cuadrado de Saturno, que tiene nueve segmentos como el juego de tres en raya.

Aunque con un trasfondo serio, Samhain siempre fue y siempre será una fiesta sincera y vitalista: una Noche de Travesuras, el comienzo del reinado del Se?or de Mal Gobierno, que tradicionalmente dura hasta la Candelaria. No se trata de una rendición al desorden sino al comienzo del invierno nos encontramos directamente ante el ‘caos primordial’ en el que debemos discernir las semillas de un nuevo orden. Desafiándolo, e incluso riéndonos por él, proclamamos nuestra fe en que la diosa y el dios no dejaran, por su propia naturaleza, que nos arrastre.

El texto esta extraído del libro “Los ocho sabbats de las Brujas” escrito por Janet and Stewart Farrar. Llevo adjuntado el texto completo dedicado a Samhain, menos “La preparación” y “El ritual” .  Espero que os sirva de algo ^^

Bendiciones

Samhain.doc 

De: VaeliaBjalfi Enviado: 01/11/2005 21:10
Gracias Sânziana , y perdón por no agregar el comentario antes… entre una cosa y otra no había reparado en este mensaje, lo cual seria triste porque hay mucho tecleo ahí 🙂

Lapis me va a matar… pero creo que sería bueno poderlo pasar a LDS de Blue, junto a la documentación sobre Samhain, para tener la info reunida.

Besos,
Vaelia.

ruda:planta de la transmutación

De: BrinanSaiwala  (Mensaje original) Enviado: 13/09/2005 15:31
Autor: José Antonio Iniesta
Ruda: la planta de la transmutación
Conocida desde tiempos inmemoriales, la ruda goza de propiedades curativas y mágicas y es considerada una planta alquímica, recomendada a la hora de conseguir la transformación interior. Por otra parte, sus componentes químicos se han convertido en panacea universal para todo tipo de curaciones y prácticas más o menos ortodoxas, algunas de las cuales le han granjeado una injusta mala fama.
Una planta mágica por excelencia en España y en muchos otros lugares del mundo es, sin duda, la ruda (ruta graveolens), que pertenece a la familia de las rutáceas, con 900 especies de hierbas, arbustos y árboles.
Siempre envuelta en el misterio, la tradición oral ha elogiado sus excelencias: «Si supiera la gracia que tiene la ruda, la llevaría siempre en la cintura»; â?¦ «A quien toma y quema ruda, Dios le ayuda».
Aunque bien es verdad que a otros, por el contrario, les causa fuerte rechazo, especialmente debido a su olor, por lo que se la ha llegado a llamar ruda pestosa.
En este sentido, se dice que «el que huele la ruda y besa a una vieja, ni sabe lo que huele ni lo que besa».
La experiencia parece confirmar que este intenso olor es, si cabe, su defensa, una forma de ocultar sus capacidades a quienes no las valoran.
He comprobado hasta la saciedad que las personas que consideran agradable su olor son precisamente aquellas que más facilidad y sintonía muestran para acceder a los misterios de esta planta.
También experimentan una fuerte conexión con la Madre Tierra y disfrutan del conocimiento mágico que esta relación supone. De la misma opinión es el escritor Jesús Callejo, sin duda uno de los mayores expertos en plantas, lugares y seres mágicos de nuestro país, y autor de Los enigmas del País Borroso (Ed. Laberinto).
«Si algo tengo que destacar de ella “nos explica” es su fuerte olor, que a mí particularmente no me desagrada. Es el peculiar perfume con el que identifica a los suyos.
Son sus genuinas feromonas que expande al viento para rechazar a los que no estén en su misma onda y acercar a aquellos que vibren en su misma frecuencia.
El olor es su arma y su llamada. Atrae o repele. Y a quien atrae lo protege. Hace tiempo que comprendí que a mí me atrae, y cuando conoces el secreto de su olor empiezas a adivinar los entresijos de su alma: en muchas culturas ha sido llamada la “planta sagrada” o la “hierba de gracia”, no sólo porque sirviera de “curalotodo”, como remedio eficaz para remediar muchas enfermedades del cuerpo, sino porque también era capaz de sanar las almas y sacar los malos espíritus del interior del cuerpo del poseído».

Múltiples aplicaciones
No habría llegado su fama hasta nosotros después de tanto tiempo si no estuviera fundamentada en los beneficios que genera para la salud. Sus aplicaciones son interminables.
Por ejemplo, para los problemas estomacales  no hay nada mejor que una infusión o un buen aguardiente de ruda, macerándola en orujo o anís carrasqueño.
Cuando duelen los oídos se les aplica unas gotas de la esencia resultante de freír la planta con aceite de oliva. Mano de santo es la ruda para las mujeres, quienes veían el cielo al aliviar con ella sus trastornos menstruales, entre otros la amenorrea (cuando no les llegaba el periodo).
Se usaba como purgante y se combatía el reúma y la artritis dando friegas en la parte afectada con el resultado de la cocción. De igual manera se hacía tras macerarla en alcohol, o en aceite de oliva al sol durante nueve días.
En este último caso se recomienda comenzar la maceración con la luna en cuarto creciente. El aceite en el que se freía era apropiado para las quemaduras.
También era efectiva para combatir la fiebre y las hemorroides, así como las infecciones vaginales.

Era utilizada, en muy poca concentración, para facilitar el parto tanto en las mujeres como en el ganado. Incluso se empleaba cuando el animal nacía muerto, o bien cuando se retrasaba la expulsión de la placenta (conocida como parias).
Aunque bien es verdad que estas virtudes han sido mal utilizadas en tiempos pasados como abortivas al aumentar las dosis, lo que le dio una injusta e inmerecida leyenda negra.
El nefasto uso de tan virtuosa planta no sólo ha sido demostrado por la experiencia a lo largo de los siglos, sino por recientes experimentos científicos realizados en laboratorio.
Historia ignorada 
El departamento de farmacología de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Zacatecas, en México, realizó un estudio con hembras, gestantes y no gestantes, de especies animales tales como el perro y la rata.
Utilizando tejido uterino pudieron demostrar con el polígrafo los efectos contráctiles provocados por los extractos de ruda, lo que confirmaba definitivamente sus efectos abortivos.
Pero el agua de la cocción era buena también para tratamientos aplicados a los animales. Se le daba a beber a las ovejas cuando dejaban de rumiar, o para el «asiento» cuando tenían problemas de digestión.

Se sabe que, en la antigüedad, los monjes la cultivaban en sus huertos con fines preventivos, pero para evitar vicios perniciosos. Uno de los padres de la botánica, Hieronymus Bock, recomendaba en 1551 a los religiosos que fueran perseverantes a la hora de ingerir ruda a través de la bebida y los alimentos. Todo ello al objeto de mantener su castidad.
Todo lo contrario ocurría con el tarraguillo (dictamnus hispanicus), también de la familia de las rutáceas, que presenta un olor mezcla de ruda y anís. Se utilizaba como afrodisíaco, y muy especialmente para los animales.
A los carneros se les daba cuando no cumplían con su obligación de cubrir a las ovejas. Se recogía la planta, se secaba y se tostaba suavemente al fuego, para dársela a comer mezclada con el pienso.
Ingrediente brujeril
Más que sorprendente es el poder que se atribuye a la ruda como elemento protector contra demonios, brujas y otros entes malignos.
Era, y sigue siendo, un ingrediente fundamental en la elaboración de bolsitas que, convertidas en amuletos, intentan evitar encantamientos, hechizos indeseados, malos partos y hasta vértigos.
Son interminables los rituales para librarse con ella de influencias negativas e indeseables presencias. Es costumbre que llega hasta hoy colocar manojos de ruda en las puertas y ventanas para ahuyentar toda fuerza adversa.

También han sido muy valorados los baños con una finalidad de limpieza energética del cuerpo. Los métodos tradicionales para desalojar la energía negativa de las casas nos recuerdan que hay que quemar ruda seca mientras se lleva el sahumerio de uno a otro rincón de la vivienda.
Por otra parte, se considera excelente esta costumbre para desinfectarla, especialmente en caso de enfermedades víricas y de carácter epidémico.
Nada escapaba a la influencia de la esta planta peculiar, que hasta acababa en los armarios protegiendo la ropa del acoso de las polillas.
Esas capacidades se extendían a las alimañas y animales peligrosos. Se puede leer en Materia médica, de Dioscórides, que «si se come sólo un acetábulo de su simiente con vino, es remedio contra los venenos mortíferos.
Comidas antes dellos, por sí, las hojas, o juntamente con higos secos y nueces, les impide todo su efecto. Cómense útilmente, de la mesma manera, contra los insultos de las serpientes». Por eso se decía que cuando la comadreja tiene que luchar con la serpiente se harta primero de comer ruda.

José Alfredo González Celdrán, uno de los mayores expertos españoles en enteógenos, nos facilita algunos datos verdaderamente significativos:
«Se ha utilizado para aromatizar o, mejor dicho, fortificar bebidas como el vodka y la grappa, lo que da testimonio de su psicoactividad; en Puerto Lumbreras (Murcia) se usaban las hojas de la ruda para añadir al aguardiente, con lo cual la bebida adquiría un factor de embriaguez añadido.
Y a esta bebida la llamaban “anís superior” (obviamente, se trata de una comparación con el anís seco, no el dulce). Al parecer, la tradición otorgaba al “anís superior” la facultad de espantar a los demonios, y ello porque las flores se abren en forma de cruz.
Esta facultad antidemoníaca fue aprovechada incluso por la Inquisición: a pesar de que el Santo Oficio perseguía a brujas que hacían ungüentos maléficos con ciertas plantas, los tribunales inquisitoriales utilizaban a veces esas mismas hierbas para expulsar a los demonios que poseían a la bruja en cuestión, y tal fue el caso de la ruda.
Para ello introducían una hoja de esta planta en la boca de la acusada que, rabiando de dolor, se confesaba bruja al poco tiempo, y ello para que le extrajeran cuanto antes las hojas, cuya toxicidad le hacía arder la boca.
Curiosa y paradójicamente, la ruda se convirtió poco más o menos en un agente doble: si fue usada con fines exorcizantes, lo que unía su acción a la voluntad divina, también constituyó un ingrediente fundamental en los famosos ungüentos para volar.
En mi opinión, el carácter mágico de la ruda ha quedado reforzado por su funcionalidad psicotrópica.
En la Edad Media se decía que proporcionaba una “visión superior” y era utilizada para agudizar los sentidos en trabajos que lo requerían, como escultura, pintura, etc. Y en brujería para proporcionar “segunda visión”, o sea, un estado de trance».
 

Chamanes mexicanos
En el estado de Yucatán, México, conocí al chamán Ikxiocelotl, Garra de Jaguar, hombre de conocimiento muy vinculado a la sabiduría de la misteriosa civilización olmeca.
En aquellas tierras la ruda es muy valorada, como él mismo nos revela: «Es una planta de poder, cuya finalidad es terapéutica, aunque también está relacionada con el equilibrio de nuestra energía, actuando sobre nuestro campo magnético y áurico, a través de las populares “limpias”.
La utilizo cuando una persona padece presión alta, nerviosismo, vahídos y falta de apetito. Se toma té de las flores de ruda; se aplica en heridas y mordeduras.
Se recomienda comerla en caso de mordedura de víboras. En las boticas se obtiene la ruda en forma de aceite. Para los bohemios que sientan malestares después de una parranda es bueno un té de ruda bien caliente. Después de varios minutos se obtendrán maravillosos resultados».
También son de lo más suculentas las aportaciones que encontramos en Maravillas de naturaleza, obra del hellinero Manuel Ramírez de Carrión, que fue publicada en 1629 y en la que reunió «dos mil secretos de cosas naturales, dispuestos por abecedario».
Así podemos leer: «En los hombres extingue la luxuria, y en las mugeres la avivaâ?¦ Se hace más fértil plantada al pie de la higueraâ?¦ Ruda montesina, tratada con las manos causa hinchazon en ellas; y el zumo de la cañaheja la sana, siendo un veneno contra otroâ?¦

El que untare con su zumo no le picaràn abejas, abispas, escorpiones, ni arañasâ?¦ Es preservativo contra el mal de ojo; dicen algunos que tiene gran fuerza contra los malignos espiritus, y contra toda suerte de hechiceriaâ?¦ Tratada de la mujer que está con su regla, se seca. Un palo de su raíz puesto en la oreja, quita el dolor de cabeza».
Como aviso para atrevidos habría que decir que el manejo de esta planta es muy arriesgado.
El propio Dioscórides alertaba ya de este peligro: «Cuando la cogen con flor, para echarla en adobo, vuelve luego rojas las manos, hinchando el cuero con una comezón y inflamación muy grande, por donde cumple primero untarse con aceite la cara y las manos para cogerla».
Y lo sabe por experiencia quien esto escribe, pues por no hacer caso de tales consejos viví en mis propias carnes la quemadura de medio rostro, hasta que la piel se cayó a trozos, después de pasar un terrible día en cama, preso de un malestar enorme, intensa fiebre y extrañas pesadillas.
El personal médico de urgencias del hospital se quedó asombrado, pues no había visto jamás una quemadura tan rara, con la forma de una mano, provocada simplemente por el hecho de tocar la cara en el momento de recoger una de estas plantas.
No se asusten, no quedó ni rastro del daño, más aún con la aplicación de otro elemento milagroso de la botica tradicional, el aceite casero (de pericón) elaborado con la hierba de San Juan (hypericum perforatum).
Prácticas milenarias
Pero más allá de la compleja botica tradicional asociada a la ruda, y de su utilización en milenarias prácticas mágicas, hay toda una dimensión espiritual destacada por los iniciados.
En este sentido, está considerada como una de las plantas griálicas más importantes, capaz de propiciar la transformación interior de quien recorre una senda espiritual.
Sus virtudes alquímicas pueden hacer renacer al hombre interior que al adentrarse en los misterios de la planta es capaz de evolucionar física, mental y espiritualmente.
Hay quienes afirman que la ruda es una guardiana de la Madre Tierra. Si realmente se sintoniza con ella, ésta abriría al buscador las puertas de la naturaleza, mostrándole sus verdaderos secretos ocultos, toda una dimensión insospechada.
Se dice que escuelas iniciáticas, buscadores de las enseñanzas secretas, alquimistas y auténticos magos entregados no a burdas hechicerías sino a conseguir la sabiduría, la emplearon para conectar con la energía telúrica de la Tierra y, en suma, propiciar su transmutación personal.
Lejos de prácticas populares consideradas como supersticiones, la protección de la ruda frente a energías negativas se materializaría en el hecho de conseguir voluntad, decisión y energía positiva a la hora de afrontar cualquier decisión, lo que haría que al visualizar futuros logros éstos se hicieran realidad.
La ruda se convertiría así en la esencia que puede combatir estas malas energías, porque al transformarnos interiormente nos concede la oportunidad de crear la existencia que deseamos.

Lugares sagrados
Quizás por esta vinculación con la espiritualidad sea más que llamativa su presencia en lugares sagrados. En este sentido, recogemos el testimonio de Jesús Callejo: «Una planta que es capaz de inmunizar contra la peste, de detectar y mitigar venenos, de ahuyentar los mosquitos molestos, de espantar alimañas, de alejar serpientes y de aliviar a los energúmenos, no puede ser más que un regalo de los dioses.
Para mí es una verdad irrefutable que crece allí donde crecen los espíritus de luz. Es una planta asociada a lugares de poder, a enclaves mágicos y recintos sagrados. Donde hay ruda hay cobre, un metal del color del oro, un buen conductor de la electricidad, es decir, de la luz y de la energía de más alta vibración».
Precisamente pudo observarla, y hasta recogerla siguiendo el correspondiente ceremonial que exige la tradición, en un antiguo eremitorio al que le llevé.
Es uno de mis lugares favoritos, donde existe un templo excavado en la roca de la montaña. Es interesante observar allí una zona claramente geopatógena, por estar situada en lo que sería un importante vórtice de energía telúrica, justo donde se encuentra el templo.
Un pino pone de manifiesto su extraño movimiento a lo largo de los años, girando una y otra vez hasta casi cerrarse en círculo. Sin duda, el tronco quiere alejarse del lugar en el que surgió.
Comprobamos así que la arquitectura ancestral se une a la energía telúrica y con ella se manifiesta con especial intensidad una planta considerada desde tiempos inmemoriales mágica, sagrada y guardiana de la naturaleza.

Este tipo de observaciones se pueden realizar incluso a gran distancia por los geobiólogos, que comprueban la extraña apariencia de los árboles que están situados sobre zonas de gran intensidad telúrica. Precisamente por esto son perjudiciales para los seres vivos que estén mucho tiempo sobre ellas.
Sin embargo, es en este punto donde surge una gran mata de ruda que, por cierto, como en ningún otro lugar de cuantos hemos visitado, se extiende alrededor de este enclave sagrado, habitado en otros tiempos por antiguos eremitas.

 

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De: RebeccahWoolcot Enviado: 13/09/2005 18:01
Gracias, Uzzun, es muy interesante tu exposición, además justo ayer me compré unas semillas de ruda, que aunque deben plantarse en primavera, voy a ver si tengo suerte y crece… 🙂

Antes no era nada fácil encontrar esta planta ni en las tiendas especializadas, pero ahora, al final de la primavera, las floristerías se llenan de ellas. Es curioso la cantidad de gente que las adquiere, supongo que con conocimiento de causa, pues no se puede decir de ella que sea su belleza exterior la que atraiga a las masas.

En fin, que si alguien quiere Ruda y no la encuentra, os puedo mandar las semillas, a ver si tb vosotros tenéis suerte.

Un abrazo,

Rebeccah

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De: Marian7127 Enviado: 16/10/2005 18:21
Hola Rebeca,
mi nombre es Marián y estoy frita por tener la planta de la ruda desde hace tiempo.
Agradezco tu ofrecimiento y, si no es mucha molestia y eres española como yo, megustaría que pudieras mandarme las semillas.
Si es así, este es mi correo mariancarpio@msn.com .

Saludos,
Marián.

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De: RebeccahWoolcot Enviado: 17/10/2005 13:46
Hola, Marián, no hay ningún problema 🙂

Te mando un correito para que me des tu dirección.

Saludos,

Rebeccah

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De: VaeliaBjalfi Enviado: 27/10/2005 23:39
Por si sirve de algo, últimamente he visto plantas de ruda en diferentes floristerías.
Aunque la verdad es que nunca las había visto antes, ni había tratado de buscarlas, el otro día mi madre me regaló un surtido de 6 plantitas en el que incluyó una.

Personalmente soy bastante ignorante con las plantas, para mí existe el romero, el tomillo y la lavanda…. (y poco más porque con estas ya lo soluciono todo).
El caso es que compré dos maceteros dobles y 2 que tenía individuales, y me propuse distribuir las plantas por equilibrio de tamaño. En ese orden, a la ruda le tocaba compartir maceta con lo que creo es hierbaluisa… pues no hubo manera.

Empezó a emanar su aroma, que antes ni lo había notado, en plan “¿ves?, no encajamos, quiero una maceta para mi sola como ese romero, me merezco una maceta para mí sola, soy una autoridad, ¿entiendes?”. De modo que al final, (a pesar de sospechar que más que por una sensibilidad súbita, mis impresiones fueran debidas a que había tenido una jornada laboral de 10 horas para salir corriendo a hacer la compra de las macetas y la tierra y de algo para llenar la nevera en 45 min), fue la menta – más dócil- la que compartió maceta, sólo por si acaso.

Luego al mirar los mensajes, leí el de la ruda, que lo había dejado apartado y me dió la risa.

Vaelia.

La llegada del invierno (antes de)

De: VaeliaBjalfi  (Mensaje original) Enviado: 21/10/2005 1:12
Owein dijo en un mensaje reciente: “Y dejo esa pregunta al aire, a ver que os parece… ¿Cómo sentís la llegada del invierno?¿algo en especial?…”
Así que abro nueva discusión, porque , al menos en mi caso, no tiene mucho que ver con los ataques de los que hablábamos.  Y lo hago en la sección de  “aportaciones”  porque es algo más bien personal.
Su pregunta me remitió a un texto que escribí hace un par de días… para inaugurar el blog de Perros Aulladores (sí, creé un blog para poder dar actualizaciones desde cualquier PC con conexión, después de los sobrados problemas con el mío).

Equinoccio de Otoño, año 2005 

Cada año que pasa, cada vez que la rueda gira, mi percepción sobre el ciclo se hace más y más íntima, personal. Se desliga de las fórmulas preparadas como quien bien arropado en su cama, a penas conscientemente, desliza sus calcetines lejos de sus pies para sentir el contacto de las sábanas.

Pasado el mediodía de octubre, prácticamente a las puertas de Samhain, es tal vez un poco tarde para hablar del equinoccio de Otoño. Pero así como las plantas no florecen al unísono en un día señalado, ni las hojas caen al llegar una hora marcada, el momento sencillamente llega cuando es, y por él se transita, y tal vez cuando esto ocurre, se habla y se escribe como lo hago ahora.

Ahora que me pongo a ello, me da la sensación que hace siglos que no escribo…

Así que habrá que teclear y teclear antes de que salga algo interesante; describir imágenes que empiecen a amontonarse como nubes que se reúnen, trancribir voces ténues como el trueno que  se acerca lento pero seguro, antes de ser el señor de la tormenta.

Llega tarde o temprano un momento en el que una se para y dice “esto ya es algo”, y es como la lluvia esperada en cuya contemplación nos deleitamos. Luego tal vez se borra todo, como queda limpio el cielo, y  se redescubren los colores, cálidos como el fuego del lar y fríos como el viento del destino, en sereno abrazo.

Empieza entonces el verdadero trabajo de las raíces, los tallos y las hojas; profundizar, crecer, nutrir… tarea que en sueños hilan los que duermen el invierno, y tejen sus guardianes en la vigília.

Siempre, a pesar del agobio de nuestras conciencias modernas, permanece inexpugnable una reserva virgen, un acogedor hogar, en el que podemos descansar seguros, en el que podemos nutrirnos y recuperar fuerzas, en el que se guarda todo aprendizaje necesario para nuestra supervivencia en los caminos del mundo.

El otoño es la estación de la plenitud, se inicia cualdo el sol se hace dorado sobre las últimas mieses, como un atardecer prolongado y el aire se hace fresco como un aliento renovado que cruza la somnolencia del estío; luego viene la lluvia, el olor de tierra húmeda, el calor del hogar dónde recogemos el fruto de nuestros esfuerzos y el silencio de la oscuridad que gana terreno deslizándose suavemente sobre los días. Es un momento hermoso y sereno, tras la agitación del verano, antes del azote del invierno.

Una concesión, antes de la despedida, como un puñado de tiempo, arrancado al tiempo mismo. Una concesión, para disfrutar lo ganado con esfuerzo, para asimilar lo descubierto, para agradecer lo recibido y compartir lo que tenemos con aquellos que amamos…Antes de rendir tributo a la Muerte; que no espera, porque tiene su propio tiempo.

La dificultad y la suerte, juzgan qué permanece y qué se desvanece; vidas, vínculos, proyectos… la Muerte aparece para llevarse a los viejos cuyo tiempo ha acabado y otorgar descanso; pero esperará hasta el fin de la primavera, para cobijar en su oscuro manto de tierra aquellos cuya fuerza de nacimiento no es suficiente para aferrarse a la vida.
Aparece muchas veces más, siguiendo el hilo argumental de otras historias, ella está siempre ahí… pero se la recuerda especialmente en el frío.

No obstante, aún es Otoño;  tomemos, pues,  el último aliento antes de descender a las profundidades. Despidámonos de aquello que no volverá a formar parte de nuestras vidas, de aquello que en nuestro recorrido anual dejamos en el camino, agarremos fuerte la mano de aquellos que nos acompañarán en la travesía del frío, aquellos quienes aún andando por senderos de íntima soledad sabemos que volveremos a encontrar.

Celebremos… porque es tiempo de celebrar lo concido, antes de adentrarnos en la niebla de lo que está por llegar.

Vaelia Bjalfi.

http://spaces.msn.com/members/perroaullador/

De: RebeccahWoolcot Enviado: 23/10/2005 21:19
Hola, Vae 🙂

Mis sensaciones sobre el otoño coinciden bastante con las tuyas, me da toda la serenidad y energía que me faltan en primavera, incluso el dorado es el color con el que mi mente mejor pinta esta época en mi alma. También me costó sentir la llegada del otoño, no la he notado hasta hace poquito y en Mabon me parecía que estábamos en pleno verano, aparte que no había ni una sola hojita por el suelo. Lo que pasa es que este año me cuesta prepararme para ‘la bajada al inframundo’, no sé cómo plantearlo ni cómo empezar a trabajarlo antes de que llegue el nuevo año… No tendrás alguna idea, alguna meditación, o alguna fuente donde pueda encontrar algo de inspiración, ¿verdad?

Enhorabuena por tu nuevo blog, da por sentado que te leeremos escribas donde escribas 😉

Un beso de los fuertes,
Rebeccah

De: VaeliaBjalfi Enviado: 25/10/2005 0:20
Sí, parece que este año vamos con retraso… y eso que suelo ser de las que van con el reloj sensorial adelantado! En mi caso se perfectamente que tema me va a tocar tratar en Samhain, y es un hueso duro, pero las circunstancias me distraen y  pasan horas y días sin llegar pararme un momento largo a concentrarme en el tema.

Creo que lo más adecuado antes de saltar es conseguir hacer una buena toma de tierra/posición, y que eso es en gran parte el trabajo de Mabon. No sé si recuerdas, había un ritual de “Encuentro con la Reina” (aspecto arquetípico al que acogerse con estos fines) que se puede reciclar convirtiéndolo a “modo visualización”. http://www.perroaullador.org/Secciones/Paganismo/Celebraciones/Mabon.htm

Si se me ocurre algo más en estos días -que falta me hace- daré noticias de ello. Si a alguien se le ocurre algo estaría bien que lo añadiera 🙂

Un beso con abrazo!
Vaelia.

P.D: Reb, me has emocionado con el comentario. Muchas gracias. En serio.

La Mitologia??

De: elplang  (Mensaje original) Enviado: 07/09/2005 21:30
“Su origen y utilidad
Llámase Mitologia o Fábula la historia que trata de la vida y hazañas de los semidioses y héroes de la antigüedad pagana. No todo lo que en estas fábulas se refiere es pura mentira o ficción; algunas de ellas descansan sobre fundamentos históricos y aun las hay que están sacadas del Antiguo Testamento. El diluvio de Deucalión recuerda el diluvio de Noé; en los Gigantes que escalan el cielo, fácil es reconocer a los hijos de los hombres levantando, con loca audacia, la torre de Babel; la formación del hombre por Prometeo es un remedo del Génesis; el sacrificio de Ifigenia parece reproducir la historia de Jefté.
La mitología tuvo su cuna en Egipto, Fenicia y Caldea. Hacia el año 2000 antes de Jesucristo, Nino, rey de Babilonia, hizo erigir en medio de la plaza pública la estatua de su padre Belo y mandó a sus súbditos que ante el vano simulacro ofreciesen incienso y elevasen sus plegarias.[…] Pero los pueblos de Grecia fueron los que levaron la Mitología a su mayor esplendor, la embellecieron con ingeniosas concepciones, la enriquecieron con gayas ficciones y en ella derramaron a manos llenas las creaciones de su imaginación.[…]
[…] La Mitologia aclara la historia de las naciones paganas, nos hace conocer hasta qué punto los egipcios, griegos y romanos vivían sumidos en profundas tinieblas y a qué grado de desorientación puede llegar el hombre abandonado a las solas y pobres luces de su inteligencia.[…]Pero la Mitologia ofrece frecuentemente fábulas morales en las que bajo el velo de la alegoría se ocultan preceptos excelentes y reglas de conducta.
[…]
¿Creían todos los sabios de la antigüedad en la verdad de las fábulas mitológicas? Seguramente que no, pero so se atrevían a combatirlas abiertamente y contentábanse con burlarse de ellas en el seno de sus familias o en la intimidad de sus amistades. Quiso Sócrates demostrar a los atenienses la existencia de un solo y verdadero Dios y atacar, por ente, el politeísmo, y pagó con la vida sus nobles propósitos. En Roma, Ciceron se atrevió en una de sus obras a chancearse al tratar a los dioses y mereció por ello la censura de sus contemporáneos.
Al cristianismo estaba reservada la gloria de reducir a escombros este vetusto edificio y hacer que ante la antorcha de la revelación divina desaparecieran las tinieblas y la ignorancia que tales superticiones fomentaban.”
Mitologia griega y romana, de J. Humbert
Esta es la introducción. Sin lugar a dudas este es un libro muy interesante, aunque tal vez, solo tal vez, un poco influido por la ideologia del escritor. ¿Qué opinais? ¿Alguien lo ha leido? No. Un ejemplo:
“La Sibila de Cumas
Las Sibilas eran vírgenes inspiradas que predecían lo futuro y pronunciaban oráculos. Los autores discrepan sobre su número, su nombre, su patria y su historia. Algunos fijan su número en tres, otros en  cuatro y otros cuentan hasta diez.
La más conocida es, sin duda, la de Cumas. Apolo, que sentía por ella sincero afecto, prometióle acceder a uno de sus ruegos si cesaba de mostrarse indiferente. Deifobea, tal era su nombre (otros la llaman Herofila, otros Demofila y otros desdoblan a nuestra sibila en dos personas diferentes) recogiendo un puñado de arena, pidióle poder vivir tantos años como granos tenía en la mano. Su deseo le fué satisfecho, pero después ella se burló de Apolo que tan crédulo habia sido y huyó. El dios a su vez se burló de ella porque habíase olvidado de pedirle la juventud al mismo tiempo que la longevidad. Pasados treinta o cuarenta años sintió ella debilitarse; a su fresca lozanía sucedio una espantosa demacración, la senilidad hizo sus pasos tardos, su voz se apagó y la existencia se le hizo una carga pesada.
Al llegar a Eneas al Lacio fué a consultar a esta Sibila y ella fué la que le introdujo en los infiernos.
Siendo ya de edad muy avanzada, compuso y llevó misteriosamente a Roma, donde a aquella sazón gobernaba Tarquino el Soberbio, los libros poéticos llamados sabilinos. Cubierta con un gran velo, avanzó grave y con seguro pie hasta el palacio de Tarquino y pidió que le fuese concedido poder hablaro con él. Admitida a su presencia, muéstrale nueve manuscritos y le dice: “Príncipe, quiero cobrar trescientas monedas de oro por estas hojas en las que se encierran los destinos de Roma”. Tarquino sonrie al oir semejante proposición y no se digna contestar. Deifobea no se arredra por ello; arroja al fuego tres de sus manuscritos y añade: “Príncipe, no podréis pagar en lo que valen estos seis rollos; en ellos se hallan contenidos los destinos de Roma”. A esta nueva súplica, Tarquino se encoge de hombros y trátala de extravagante. Deifobea no cambia de táctica, quema otros tres cuadernos y dice de nuevo al monarca: “Rey de los romanos, nuca se pagará bastante lo que queda de estos oráculos; pido que me paguéis por ellos trescientas monedas de oro”. Tarquino, después de dudar un momento, muda de parecer, reúne a los grandes de su corte para consultarlos, entrega a la vieja Sibila la suma pedida y recibe los preciosos libros que onstituían una recopilación de las prediciones hechas sobre los destinos del imperio romano. Desde entonces nada que tuviera alguna importancia se emprendía en Roma sin consultarlos. En tiempo de guerra, sedición, peste o hambre, recurrían a los versos sibilinos, que quedaron constituídos en oráculos permamentes, respetado e infalibre. Para atender a la conservación de tales libros se habia establecido un colegio de sacerdotes llamados quindecenviros y solamente ellos tenían derecho a interpretarlos.”
Interesante, ¿no?
 

De: elplang Enviado: 15/10/2005 21:14
Pero el principio siempre es lo primero:
El Caos
En el principio el mundo, según antiguos autores refieren, toda la naturaleza no era sino una masa informe llamada Caos. Los elementos yacían en confusión: el Sol no esparcía su luz, la tierra no estaba suspendida en el espacio, el mar carecía de riberas. El frío y el calor, la sequía y la humedad, los cuerpos pesados y los cuerpos ligeros se confundían y chocaban continuamente, hasta que un dios,  para poner fin a tan prolongada lucha, separó el cielo y la tierra, la tierra de las aguas y el aire más puro del aire más denso. Una voluntad omnipotente plasmó el globo, formó las fuentes, los estanques, los lagos y los rios; ordenó a los campos que se dilataran, a los árboles que se cubrieran de hojas, a las montañas que levantaran sus cimas y que entre unas y otras se abrieran los valles. Los astros brillaron en el firmamento, los peces surcaron las aguas, los cuadrúpedos habitaron la tierra, y los pájaros, volando por los aires, iniciaron sus armoniosos trinos. Así fué creado el universo y los dioses velaron por su conservación.
Diversas clases de dioses
1./ Los grandes dioses o dioses superiores son veintedós, de los cuales solamente doce forman la corte celestial y pueden deliberar en ella: entre las diosas se contaban Cibeles o Vesta, Juno, Ceres, Minerva, Venus y Diana; entre los dioses, Júpiter, Neptuno, Vulcano, Marte, Apolo y Mercurio. Los otros diez, llamados selectos o dioses escogidos, comparten con las doce divinidades mayores el privilegio de ser esculpidos en oro, plata y marfil y son: el Cielo o Urano, Saturno, Plutón, Baco, Jano, las Musas, el Destino y Temis (algunos autores de mitologia discrepan sobre algunos extremos de esta clasificación; sustituyendo a Temis y las Musas por Genio y Proserpina)
2./ Los dioses inferiores o dioses de segundo orden se dividían en dioses campestres, dioses del mar, dioses domésticos y dioses alegóricos.
3./ Se designaban con el nombre de Héroes o semidioses a los hombres nacidos de un dios y una mujer mortal o de un mortal y una diosa (como Hércules, Pólux, Eneas), denominación que se extendió más tarde a los hombres que por acciones relevantes merecieron ser admitidos en el cielo, después de su muerte.

Sobre la energía personal y nuestras parejas…

De: Bruxellles  (Mensaje original) Enviado: 14/03/2005 23:54
    Muchos de nosotros, con el pasar de los años y al asentar las ideas conforme crecemos y nos establecemos con una pareja, también dejamos otras parejas atrás.  Estas parejas llegaron a nuestras vidas en el momento indicado, enseñándonos lo que nosotros necesitabamos aprender, osea, la experiencia.     
    Llega un momento en el que, por diversos motivos, ya sea por querer recuperarnos a nosotros mismos, por querer empezar “de cero” nuevamente, o por cualquier otro motivo, que estas parejas que tuvimos comienzan a ser una maleta pesada que cargamos con nosotros todo el tiempo pues cada vez que tenemos contacto íntimo con alguien, a partir de ese momento ambas personas se encuentran “conectadas”, de una u otra manera, incluso a pesar de los problemas personales, la distancia y el tiempo.  Nos toma aproximadamente unos diez años a partir de que termino la relación de pareja el deshacernos completamente de la energía del otro.      Podemos esperarnos a que eso suceda naturalmente o también podemos hacer algo para que eso suceda cuando nosotros lo decidamos.  Para ello habremos de preparar un ritual; se necesita estar a solas y con tiempo suficiente como para también tomar un baño.  Al sentirnos preparad@s y después de haber meditado un poco al respecto, hay que darle las gracias a cada una de estas personas que formaron parte importante en nuestra vida, gracias por todas las experiencias vividas juntos y, lo más importante, devolver agradecidamente la energía que nosotros tengamos todavía con nosotros de esta otra persona y al mismo tiempo, tomando de vuelta la energía que nosotros dejamos ahí, deseándole al otro bendiciones y luz que ilumine su sendero en esta vida y en el universo.  Al finalizar, se recomienda un baño relajante que, como enjuague final, habremos de preparar unos 5 litros de thé o infusión hecho de las hierbas que nosotros consideremos apropiadas para este fin, tomando también en cuenta las fases de la luna para que todo resulte más fluido y equilibrado.     
    Tal vez no deseemos hacer el ritual, aunque igual es importante tener estas ideas en mente, para estar mejor con nosotros mismos.
    ¿Qué tal?

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De: _Lapislázuli_ Enviado: 16/03/2005 16:42
Muchas gracias Bruxelles por compartirlo con tod@s nosotr@s.

kises

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De: Ocumdia Enviado: 17/09/2005 1:54

Hola Bruxellles!!

Me parec muy interesante este tema y me gustaría saber como le reenvío esa energía a esa persona?? visualizo como le es devuelta?

Una preguntita más y la fase lunar debería ser cuarto meguante pq estoy rompiendo definitivamente los lazos con esa persona??

Muchas gracias!!! La verdad es que me gustaría mucho saber como debo hacerlo y quiero hacerlo

Un besito y gracias                 

Ocum

debería 

 

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De: Bruxellles Enviado: 04/10/2005 8:11
Bueno, lo bonito de los rituales y/o hechizos es que uno tiene libertad creativa.   

Respondiendo a tus preguntas, si, la luna menguante o nueva serían las ideales. 

La manera en la que cada uno visualizamos el manejo de la energía es como nos sintamos más cómodos.  En este caso lo que hacemos es tomar nuestra energía de vuelta, reconociéndola como la nuestra, y después devolverle a la otra persona la suya, tomándonos el tiempo que sea necesario para sentir que ya le hemos “devueltoâ? lo suyo y tomado lo nuestro, de manera tranquila y agradecida, dando gracias también por todo lo aprendido pues enseñanza es lo que nos dejan las experiencias de todo tipo.

Yo lo que hago para visualizar energías es otorgarles algún color, el cual depende de lo que esté haciendo.  Supongo que un rosa o blanco estarán bien para que sea “más fácilâ? visualizar toda esta energía que le estaremos devolviendo al otro, en este caso.

Este es un ritual un poco complejo, uno tiene que tener bien claro el amor que nos lleva a agradecer la compañía de las personas que estuvieron con nosotr@s; también es completamente adaptable, como con las flores o esencias que añadas a tu baño. Si no tienes tina de baño, prepararemos un enjuague con unos 5 o 10 litros de agua tibia y las flores, plantas o esencias que hayamos escogido.  Tómate tu tiempo para hacer todo con calma y meditar antes y después.

Espero haber respondido claramente tus dudas, si no, porfas dime!

Amor y sincronía,

Bruxellles.