Los regalos / la caridad

(del sitio original)

Hace 10 años el Nagual Andrés me regaló un anillo de acero con una piedra de Onix Negro. Su comentario fue que los objetos de poder solo pueden ser usados por alguien de la misma frecuencia del que lo cargó, sin embargo, aunque uno puede usar objetos de poder cargados por uno mismo, estos no son otra cosa que un lazo simbólico o recordatorio con un momento de nuestro pasado.

Una cosa que me pareció extraña es el hecho de que el ónix y la obsidiana aparecen de manera recurrente en mi vida en las circunstancias menos esperada, y siempre en forma de anillos o piedra en bruto. Por poner unos ejemplos,

Hace unos años me encontraba muy cansado y de repente, después de dejar a una compañera de trabajo en su casa, un exnovio suyo me buscó pleito con otros tres, sin motivo alguno, y uno de ellos llevaba una botella rota. El cansancio físico era tal que mi cuerpo no podía defenderse adecuadamente. Mis reservas se esfumaron después de dejar a uno fuera de combate, me di por muerto, porque el que pude atacar, llevaría huella para siempre. En ese momento apareció una patrulla con dos mujeres policías, que se dieron cuenta y bajaron. Los tipos se fueron y las oficiales me acercaron a lugar seguro. Una de ellas llevaba un anillo de Onix.

En una ocasión, estando en un banco, tuve una sensación extraña. La persona que atendía mis inversiones recibió en presencia mía un reconocimiento en ónix y cristal cortado, que me pareció hermoso. Ella dijo, que horrible, no? Y lo tiró a la basura. A los siete días retiré mi dinero, y un mes después supe que esta persona estaba presa por malversación de fondos.

Lo interesante de los casos anteriores es que el ónix y la obsidiana no son tan comunes como parece, y se supone que simbolizan la lucha interna. Según una persona que conozco, el anillo de Onix es el símbolo de que una debilidad puede convertirse en fortaleza, pero no cualquier debilidad, ni en todas las personas.

Recientemente cumplí una promesa hecha tiempo atrás y ayudé a una persona con algo sencillo pero que me obligó a verla durante días, al término del segundo día, compré un objeto de 30 dólares para regalo o para mi escritorio. Si bien nadie puede decir que soy avaro, me encontré en una situación absurda cuando esta persona hizo intentos poco sutiles de que le comprara algo, desde bolsas hasta libros, pasando por otras cosas.

En los días que tuve que verla gasté unos 100 dólares diarios, y las cosas que ella quería iban de 8 a 17 dólares. ¿Porqué no le regalé nada? El costo era mínimo y hubiera sido cortés. No le regalé nada porque un regalo crea un lazo, y hay personas que es mejor estén lo menos posible en la vida de uno. Por otro lado Gurdjieff dice claramente “ayuda sólo al que se ayuda a sí mismo”, y en ocasiones, “ayuda sólo al que no es ocioso”.

Esto me lleva a un tema delicado, que está relacionado con el Onix, la nobleza, generosidad, humildad y otras virtudes, en determinados momentos pueden ser defectos.

Ahora bien, aunque se supone que la caridad y generosidad son una virtud, pueden ser una trampa. Si bien la caridad es uno de los cinco pilares de la religión islámica, puede ser una completa estupidez por dos razones.

No hay rencor mas grande que el de aquél que solo puede recibir y no tiene nada para dar a cambio. ¿Qué podía darme esta persona? Un cuerpo.. un oído para escuchar…Pero no necesito un cuerpo o unos oídos que me escuchen, por lo menos no de gentes así.

Un guerrero caza poder, no lo tira. Ese dinero será usado para ayudar a personas que luchan sin esperar recompensa.

Una película que nunca vi completa gracias a Dios, habla como héroes de dos personas que abusan de la buena fe de una persona, le sacan por caridad cosas varias. Película con final feliz pero completamente inmoral.

Los verdaderos rosacruces tienen el principio de no aceptar ayuda de nadie; las razones básicas son dos, una para evitar establecer lazos con personas sin valor, y dos, para abrir la puerta solamente a aquello que ellos eligen.

Creo que al luchar por ciertas cosas, uno está realizando una llamada. Realmente cualquier acto es una llamada.

La ayuda a alguien que se ayuda no es caridad, y siempre llega, multiplicada.

¿Han pensado qué basura podemos llamar al dar o recibir caridad? ¿Hay algo mas feo que pedirla?

Alfonso Orozco – Septiembre 1999 (actualizado enero 2004)
ICQ 41907900

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