[span style=\\\’color:yellow\\\’]Material del sitio original, 1999, a pesar de 7 años sigue teniendo vigencia[/span]

(Por algunos los búfalos son llamados ThunderBeasts o Bestias del Trueno, se deja como tarea el entender porqué).

En esta ocasión hablaré sobre una leyenda chamánica, que puede aplicarse de manera inmediata en la vida de todos los días, me la contó una persona de Arizona, que conocía al Nagual Rafael, y tiene que ver con las tradiciones de los nativos americanos. Es importante notar dos cosas: Esta historia tiene un trasfondo super profundo y uno demasiado obvio. Es importante ver los dos.

A continuación escribiré lo que recuerdo de lo dicho por Derek, el nombre de este nativo americano podría traducirse como “hijo del que cree”. El tiempo que pasé con él fue relativamente poco, solo unos tres días en una subida a la montaña con el y el Nagual Rafael. Cada uno de ellos tenía sus propias opiniones, y ninguno se consideraba superior a otros. En ese tiempo el Nagual tenía unos 55-65 años, y Derek una edad similar; pero mientras uno era canoso, el otro era de cabello negro como el carbón.

[span style=\\\’font-size:21pt;line-height:100%\\\’][span style=\\\’font-family:Impact\\\’]La piel de búfalo, según Derek[/span][/span]
En el siglo pasado, antes que el hombre blanco llegara a las tierras en que vivían mis hermanos, las tribus se movían y vivían según lo que hicieran los búfalos; los movimientos de los pueblos no dependían tanto del clima, sino de seguir a los búfalos. Los búfalos nos daban comida, ropa, y armas. La carne de búfalo era importante, así como su piel y sus huesos.

Pero siempre, cuando un joven empezaba a querer mujer, debía enfrentarse a una prueba. Debía matar a un búfalo, en medio de su rebaño. Nada de matar a los más débiles, a los rezagados. Un guerrero debía probar su valía matando a uno de los machos fuertes, pero nunca al jefe de la manada, que lo habría hecho cachitos.

Esto suena sencillo, pero la prueba era moverse entre los búfalos sin espantarlos, porque el que los espantara, no podía regresar al pueblo; al espantar la manada, obligaba al pueblo a viajar, y eso no se permitía. Los guerreros que lo hacían huían, o eran asesinados por el trabajo que habían provocado a la tribu.

Era muy importante el rito de transformación en búfalo… este rito consistía en untarse todo el cuerpo de grasa de búfalo; usar armas hechas con huesos de búfalo, y al final, meterse en una piel de búfalo, hasta oler y parecer y moverse a la velocidad de un búfalo

El éxito de esta prueba dependía además que el guerrero fuera capaz de sacar el búfalo muerto de entre la manada y llevarlo al campamento. Si lo lograba, podía elegir esposa.

Si lo dejaba a medias, o no lo llevaba completo hasta el centro del pueblo, no era desterrado, pero no sería un guerrero, sino un aprendiz de algún oficio. Y podría elegir esposa hasta pasados muchos años.

[span style=\\\’font-family:Impact\\\’][span style=\\\’font-size:21pt;line-height:100%\\\’]Notas propias sobre la piel de búfalo[/span][/span]
Esta historia se oye demasiado sencilla. El problema es que realmente es demasiado complicada. Hay cosas que no son aparentes…

En la vida moderna hay dos detalles muy importantes, si uno quiere jugar en un equipo debe ser parte de él.

Pero integrarse a un equipo nos obliga a depender de que los demás no espanten a los búfalos, y si consideramos al equipo como la manada de búfalos, para conseguir nuestros objetivos, debemos ponernos la piel de búfalo para obtener lo que deseamos y quitarnos de en medio.

Es una lucha difícil. Pero necesaria. Varias personas que conozco, no entienden porque uso traje de tres piezas cuando prefiero los jeans y las camisas holgadas, simplemente porque debo usar una piel de búfalo.

Pero pertenezco a un grupo diferente; eso se expresa usando zapatos que se ven de vestir y realmente son tipo tenis; En el sentido que me permiten correr y dar patadas sin problemas. Creo que es importante ser parte de un equipo, de repente, pero solo si ese equipo es correcto.

Los actos de cada persona se reflejan también en su vestimenta. Yo sé que se espera de ciertas personas que sean incondicionales a todo en una empresa; personalmente he confirmado que es mejor, más productivo, y más lógico, el solo ser incondicional con lo bueno, y enfrentarnos a lo que está mal. Eso nos pone una piel de búfalo, y aunque a veces seamos los únicos de esa manada, la manada crecerá alrededor de principios nobles, no de intereses creados y serviles.

El objetivo de un equipo debe ser trabajar en equipo; no por ponerse la piel de búfalo uno debe realizar el trabajo del equipo. Uno debe ponerse la piel de búfalo como un medio, pero para conseguir los objetivos. Debido a incidentes varios, siempre he tenido una actitud ambivalente hacia los coches nuevos, que creo que puede explicar bien este fenómeno.

Por un lado, los coches nuevos son bonitos, pero su precio hace que la gente los cambie por libertad. Creo que la libertad es lo más valioso que existe; y aunque estoy en condición de comprar coche nuevo, no lo hago. Porque el dinero que conservo en el banco me da libertad, me compra años de futuro. Y aunque sea un día de vida es más valioso que un coche nuevo.

Ahora bien, en el momento en que es obvio que no nos integramos a una manada determinada, empezamos a recibir ataques, como “porque no te compras uno del año?” . En lo personal, pienso que el hombre está hecho para comer búfalo y no pasto; Al integrarnos a la manada para conseguir un fin, debemos tener cuidado con ese punto. Entramos al medio de los búfalos como cazadores. No para ser parte del rebaño.

Ser parte de un grupo no necesariamente está mal. Aquellos que rompen reglas sin una buena razón, son criminales. Si se entienden las reglas, se entiende el porqué de los grupos REALES, y porque se habla de escuelas de conocimiento.

Salirse de un grupo que busca provecho económico es lo correcto desde un punto de vista moral. Normalmente se es echado de un grupo por fallar en alguna de las dos trampas principales, codicia u orgullo. Aquellos que dicen haber dejado un grupo, pueden haber ido contra las reglas.

Es importante recordar otra cosa. Todos pertenecemos a un grupo determinado. Con ese grupo y esas personas podemos ser incondicionales. Y debemos de estar alerta contra los infiltrados; Contra aquellos que son incapaces de luchar por el bien del grupo. Aunque nosotros mismos entremos a cazar a las manadas extrañas,[span style=\\\’color:yellow\\\’] DE OTRAS ESPECIES[/span], la única diferencia entre la manada en la que estamos, y en la que entramos a cazar, es nuestro compromiso.

Los que no se consideran lo suficientemente fuertes para crear una manada a su alrededor, tienen el deber de integrarse a la manada a la que pertenecen; pero es necesario estar comprometidos con algo.

Un creador o jefe de manada, ve siempre por el bien del grupo, si no lo hace, es solo un loco que morirá cuando llegue el búfalo portador de orden y justicia. Es por eso que en un momento determinado, el mal puede triunfar aparentemente. Los que tratan de no pertenecer a ninguna manada, tarde o temprano, mueren. De soledad, o a manos de algunos más fuertes que él.

Repito lo más importante: Cuando uno no tiene la fuerza para ser el centro de una manada; es su deber unirse a otra, y ser fiel a sus ritos y metas; de no hacerlo, al detectar el engaño será destruido o expulsado para volverse un paria. Los ritos del nativo americano obligan a los guerreros a probarse para crecer dentro de la tribu.

Los que no están dispuestos a luchar por su tribu, o los que se mienten diciéndose “no perteneceré a ninguna tribu o manada”.. tienen una vida muy corta.. Sin lugar a donde regresar, sin hogar, y sin posibilidades de crecer o perpetuarse por carecer de pareja entre sus iguales.

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Alfonso Orozco – junio 1999
ICQ 41907900